Todo lo que debes saber sobre la ortodoncia

Principales funciones de la ortodoncia

La ortodoncia es una rama de la Odontología que se encarga de corregir las mordidas deficientes, así como las irregularidades en las posiciones dentarias y cumple diferentes funciones:

1. Mejora la posición de los dientes y corrige la mordida.
2. Facilita la higiene dental.
3. Corrige las alteraciones de las funciones orofaciales:
   1. Mejora el habla y la pronunciación.
   2. Mejora la digestión.
   3. Mejora la calidad del sueño.
4. Reduce el riesgo de trauma dental.
5. Disminuyen las enfermedades periodontales.
6. Mejora la autoestima del paciente.
7. Facilita otros tratamientos dentales, como terapias restauradoras, prostodóncicas, periodontales y estéticas.

Tipos de ortodoncia

Existen tres tipos fundamentales de ortodoncia: preventiva, interceptiva y curativa.

• Ortodoncia preventiva: es la que actúa antes de la aparición de las irregularidades, cuando existen indicios que alertan que estas se pueden producir y alterar el desarrollo normal de dientes y huesos. Las anomalías bucodentales en gran medida son prevenibles o tratables en sus etapas iniciales, ya que muchas de ellas tienen sus inicios en la infancia. Existen muchas acciones enfocadas a la prevención, entre ellas:
  • Eliminación de hábitos anómalos durante la etapa de la dentición temporal responsables de alteraciones funcionales y esqueletales como succión, respiración oral, hábitos posturales, etc.
  • Controles de brote dentario para determinar si la secuencia y la edad de brote es correcta.
  • Colocación de mantenedores de espacio, para cuidar el espacio de dientes que no han erupcionado cuidando la longitud del arco.
  • Estudio de los espacios disponibles en las denticiones en transición.
  • Eliminación de frenillos, de dientes supernumerarios, de mordidas cruzadas, entre otras.

Una ortodoncia basada en la prevención nos ahorraría los tratamientos correctivos extensos.

• Ortodoncia interceptiva: requiere de un largo seguimiento y no elimina la necesidad del tratamiento correctivo. Está orientada a mejorar el tamaño y disposición de los huesos maxilares, así como a facilitar la aparición adecuada de la dentición adulta, empleando el potencial de crecimiento, reduciendo la necesidad de extracciones, simplificando los tratamientos con aparatología fija y nos permite obtener resultados más deseables y estables, ya que contribuye al desarrollo de una dentición permanente armónica, funcional y estética.  Se lleva a cabo cuando el crecimiento del niño aún no ha terminado, por lo general se inicia y concluye durante la dentición temporal o mixta. Se vale de aparatos removibles que corrigen la función respiratoria, masticatoria, deglución… facilitando un crecimiento adecuado de la boca del niño y un adecuado desarrollo óseo en el que tanto maxilar como mandíbula guardan una buena relación y se evitan mal posiciones dentarias.
  
  En la práctica hay dos vertientes entre los ortodoncistas, unos defensores del tratamiento precoz, donde me incluyo, y otros esperan a que esté terminado el crecimiento y completada la dentición permanente para pasar al tratamiento correctivo directamente.

• Ortodoncia correctiva: está indicada una vez han salido los dientes definitivos y ya existe una maloclusión consolidada. Coloca las piezas dentarias en una posición correcta mediante fuerzas que hacen que se desplacen los dientes para alcanzar una correcta funcionalidad al tiempo que se alcanzan mejoras estéticas.

¿Cuánto tiempo dura un tratamiento de ortodoncia?

Lo cierto es que la duración de la ortodoncia depende del caso y no hay una respuesta exacta, aunque si es posible establecer aproximaciones.  Podemos sugerir que generalmente, duran una media de 18 meses, aunque existen tratamientos sencillos que duran 12 meses y otros más complejos que pueden durar 24 y hasta 36 meses con un margen de 3 o 4 meses de desviación.

Existen varios factores que no solo influyen en el tiempo de tratamiento sino también en el éxito o el fracaso de los resultados. Entre ellos podemos citar:

• La planificación adecuada del caso.
•  La técnica utilizada: existen tipos de brackets y elementos auxiliares que acortan el tratamiento, como el empleo de microtornillos y microperforaciones en el hueso.
•  La edad: en el adulto la capacidad de adaptación y remodelación de los tejidos está disminuida.
•  El grado de complejidad de la maloclusión.
• La colaboración del paciente: cuidado de los aparatos, cumplir las prescripciones de uso de elásticos, de aparatos removibles, la asistencia a las visitas, la higiene para evitar aparición de caries que retrasan el tratamiento, hábitos añadidos como interposición lingual y succión digital.
• Individualización de cada persona.
• La pericia del doctor responsable del caso.

¿Cuál es el tipo de ortodoncia más común en adultos?

La ortodoncia en adultos es cada vez más común en nuestro día a día. En realidad, no existe mucha diferencia en cuanto al tipo de aparatología a emplear al compararla con la utilizada en niños, ya que las diferencias fundamentales se verán en los objetivos del plan de tratamiento.  Por norma general, el adulto desea un tratamiento más estético para cumplir con estándares sociales y puede verse afectado por el precio que esté dispuesto a pagar. Analicemos las posibilidades a emplear en el tratamiento:

1. Brackets metálicos: Estos son los tradicionales que están fabricados de metal y tienen elementos de gomas por lo cual no son los más estéticos ni higiénicos, en cambio sí son los más baratos del mercado. Aunque estos los pueden usar los adultos, con frecuencia son usados por niños y adolescentes a los cuales les divierte el poder cambiarles el color a las gomas con frecuencia.
2. Brackets autoligables: estos no llevan elásticos incorporados, ya que el bracket en sí mismo tiene un mecanismo de apertura y cierre incorporado, lo que produce menor fricción por lo que se expresa más rápido el movimiento de los dientes.

3. Brackets de zafiro: es una de las opciones de ortodoncia más estéticas, fabricados en cristal de zafiro lo que les permite ser totalmente transparentes y de esta manera camuflarse con los dientes. Mantienen su aspecto durante todo el tratamiento.

4. Brackets de cerámica: similares en su forma a un bracket de metal, pero son de color blanco y su mayor desventaja es que se tiñen o cambian de color por las comidas que ingerimos por lo que finalmente terminan amarillos o manchados por las comidas, siendo poco estéticos. Existen en el mercado también del tipo autoligado.

5. Alineadores transparentes: Se fabrican por mediación de un software, son totalmente transparentes y se cambian con frecuencia, aunque igualmente se pueden manchar cuando se usa la misma férula durante mucho tiempo, esto solo ocurre en casos excepcionales.  Siendo una ortodoncia removible, nos da gran ventaja a la hora de cepillarnos y pasar el hilo dental por lo que se considera el tratamiento de ortodoncia más higiénico.

6. Brackets linguales: es la opción más avanzada que existe. Es completamente invisible, debido a que los brackets están situados en la cara interna del diente, son fabricados de manera individualizada y elaborados con una aleación de oro. Se trata de una ortodoncia de coste elevado que requiere adaptarse a su presencia por la relación directa de contacto con la lengua.

En cualquier caso, se podrá obtener un buen resultado, independientemente de la mecánica empleada. En los adultos los tratamientos con alineadores están a la cabeza por su fiabilidad y predicción en los resultados que se desean obtener.

 ¿Cuáles son las últimas novedades en ortodoncia?

La inteligencia artificial (IA) es una tecnología transformadora que beneficia muchos campos de la medicina y por supuesto, la ortodoncia no es la excepción.

La IA en la ortodoncia nos permite:

• mejorar la precisión de los diagnósticos.
• mejorar la planificación de los tratamientos y su evolución.
• mejorar la percepción y la experiencia del paciente.

Uno de los principales usos de la IA en la ortodoncia es el empleo de softwares para el diagnóstico cefalométrico, lo que nos ahorra tiempo y aumenta la precisión de las mediciones.

Con la IA se ha desarrollado el análisis de imágenes con modelos 3D digitales esteriolitográficos (STL) con la implementación de los escáneres intraorales, que facilitan tanto la descripción de la maloclusión como el estudio de modelos para cuantificar el apiñamiento y la discrepancia de Bolton, así como contrastar resultados logrados con el tratamiento.

Se han desarrollado programas de simulación de resultados y planificación de los movimientos, como en los sistemas de alineadores transparentes, claramente esto debe ser revisado y supervisado por un ortodoncista.

Existen herramientas, como el Dental Monitoring, que emplean la IA para comprobar la correcta evolución de los tratamientos a distancia, con una frecuencia semanal o a diario si es nuestro deseo, algo impensable para lograr en el quehacer diario de una clínica dental y para cumplir por el paciente.

Con estas tecnologías logramos también confeccionar aparatos hechos a medidas y personalizados para cada paciente y diseñados para obtener resultados precisos que visualizamos previamente, como es el caso de los brackets customizados (sistemas como insignia, incógnito) y de los alineadores. También nos permite la excelencia en los diseños para escoger la mejor opción para los pacientes como en el caso de los disyuntores con anclaje esquelético.

La planificación digital ha supuesto un avance importante que nos permite ir de manera más directa hacia los objetivos propuestos y anteponernos a los hechos que irán ocurriendo, así como determinar la duración del tratamiento con mayor exactitud.

Uno de los mayores reclamos de nuestros pacientes es lograr tratamientos de ortodoncia cada vez más cortos. Los avances tecnológicos actuales están en parte dirigidos a la aceleración de los tratamientos de ortodoncia, se comercializan dispositivos intraorales para uso doméstico a base de vibraciones o energía luminosa con el fin de acelerar el tratamiento ortodóncico en un 30-50%, (ACCELEDENT, ORTHOPULSE) y suponen un coste elevado tanto para el profesional como al paciente.

Es importante conocer que estos avances son herramientas valiosas para mejorar la calidad de la atención de nuestros pacientes y la eficacia de los tratamientos, pero no reemplazan la experiencia y el juicio clínico de los profesionales.