¿Por qué cada vez más mujeres optan por la reducción de pecho?

La reducción de pecho es una cirugía que permite disminuir el volumen general del pecho entre un 20 y un 80%. Este descenso de volumen siempre va a ser proporcionado a la complexión y medidas de la paciente, así como a la preferencia que la paciente nos transmita en la consulta sobre el volumen final que desea.

Existen pacientes que quieren una gran reducción de pecho, mientras que otras buscan una reducción mucho más discreta. Todo ello se debe tener en cuenta a la hora de diseñar y planificar la cirugía para que el resultado sea tal y como la paciente busca.

¿Qué ventajas presenta la reducción de pecho?

Además de la disminución del volumen, esta cirugía también va a permitir realizar una elevación del pecho y una mejoría en sus proporciones, consiguiendo que su forma sea mucho más bonita y armoniosa además de haber conseguido reducir su volumen.

Por último, más allá del resultado estético y morfológico del pecho, el alivio de peso que se consigue sobre la zona dorsal y torácica también va a eliminar numerosos dolores y molestias asociados a este excesivo peso del pecho. Por lo tanto, se trata de una cirugía que persigue múltiples objetivos de mejora.

La duración es de aproximadamente 2 horas y media, realizándose bajo anestesia general. Precisa de una noche de ingreso en el hospital y el postoperatorio, como veremos posteriormente, es muy suave y llevadero.

¿Cuál es el principal motivo para someterse a esta cirugía?

Evidentemente, un tamaño grande del pecho es el motivo que trae a estas pacientes a consulta, pero la causa subyacente puede ser bien el deseo estético de tener un pecho de menor tamaño y más elevado, o bien el de eliminar las complicaciones asociadas a tener el pecho grande como pueden ser:

• Dolor de espalda.
• Molestias ocasionadas por los tirantes del sujetador.
• Irritación (e incluso infección) de la piel situada debajo del pecho.
• Dificultad para encontrar ropa de la talla adecuada.
• Problemas a la hora de hacer deporte.

Como hemos comentado previamente, el tener un pecho excesivamente grande no solo causa problemas de índole estética, sino también en el ámbito funcional. El hecho de que haya tantos y variados motivos para realizarse una reducción de pecho se traduce en que es una cirugía que se realiza casi a cualquier edad, desde pacientes muy jóvenes (estando recomendada a partir de los 16 años) hasta pacientes de más de 70 años de edad.

¿Podemos encontrar diferentes técnicas?

Existen multitud de técnicas diferentes para realizar una reducción de pecho, por lo que cada paciente debe ser explorada cuidadosamente para elegir la técnica adecuada.

Las técnicas difieren en el tipo de cicatriz, el patrón de resección de piel y tejido mamario que se emplea y el tipo de rotación que se utiliza para la areola y el pezón. Todas ellas deben adecuarse a la morfología concreta de cada pecho, incluso puede ser diferente en cada uno del pecho de una misma paciente si existe asimetría.

El diseño del patrón debe ser personalizado y meticulosamente estudiado para conseguir la mejor armonía posible en las dimensiones del pecho y no sólo una simple reducción de volumen en general de la mama.

Técnica de la T invertida

Una técnica muy versátil que se puede utilizar en muchos casos de reducción de pecho es la técnica de Wise o T invertida, en la que la cicatriz se sitúa alrededor de la areola. Las cicatrices son poco perceptibles pasado el año de la intervención.

Existen además otras modificaciones, como la técnica del “autoimplante”, que en algunos casos nos permiten realzar y mejorar todavía más la forma del pecho consiguiendo un “efecto implante” con el propio tejido de la paciente.

¿Cómo es el postoperatorio de la reducción de pecho?

La reducción de pecho es una cirugía que tiene un postoperatorio muy poco doloroso y en el que se puede llevar una vida casi normal a los 3-4 días desde la cirugía.

Como comentábamos previamente, al día siguiente de la cirugía le damos a la paciente el alta del hospital y ya va a poder dar paseos, vestirse con normalidad y realizar las actividades básicas en casa. Se debe tener cuidado con los esfuerzos y pesos durante una semana y evitar el ejercicio físico durante un mes.

Durante el primer mes se debe llevar un sujetador específico e intentar dormir boca arriba en la medida de lo posible. Así pues, se trata de una cirugía que interfiere muy poco con la vida de la mayoría de las pacientes y que, además, puede realizarse en cualquier época del año.

¿Existen complicaciones o riesgos?

La reducción de pecho es una cirugía muy segura y con muy escasas complicaciones, estando la inmensa mayoría de las pacientes muy satisfechas con el resultado y con el proceso de la cirugía y el postoperatorio. No obstante, en un pequeño porcentaje de los casos puede aparecer alguna complicación.

Como en todas las cirugías, podría haber algún pequeño sangrado, aunque esto es infrecuente. También puede haber alguna zona que tarde un poco más en cicatrizar, especialmente en pacientes fumadoras. De hecho, para esta cirugía es recomendable dejar de fumar 2 semanas antes y un mes después de la misma.

Por otro lado, cabe señalar que la sensibilidad de la areola y el pezón puede disminuir en un pequeño número de pacientes. Por último, en torno a un 15% de las pacientes pueden tener problemas a la hora de dar el pecho según el tipo de técnica utilizada.

Para evitar la aparición de complicaciones es fundamental elegir a un especialista en Cirugía plástica, estética y reparadora que velará por la seguridad y bienestar de la paciente en todo momento y que la cirugía se realice en un centro hospitalario con todos los estándares de calidad y seguridad.