Operación de mamas tuberosas: el tratamiento quirúrgico que devuelve la forma a los senos

Las mamas tuberosas son una variante anatómica de los senos que presenta un aspecto tubular o constreñido debido a un desarrollo incompleto. Su origen se encuentra en la presencia de bridas internas que impiden la expansión adecuada de la mama durante su desarrollo.

El profesional encargado de identificar esta condición es un especialista en Cirugía plástica. Este identificará las mamas tuberosas de manera clínica, basándose en la forma y apariencia de los senos. En este sentido, el diagnóstico no solo involucrará el estudio de la presencia o ausencia de estas características en los senos de la paciente, sino que también evaluará su gravedad. Esta condición puede afectar a la areola, al polo inferior o a la mama en su totalidad. Según el grado, el especialista se decidirá por un tipo de tratamiento u otro.

 

¿Tiene consecuencias sobre la salud?

Si bien las mamas tuberosas no representan una malformación grave desde el punto de vista médico, sí que tiene repercusiones estéticas. En casos severos, esta condición puede afectar gravemente la autoestima y la confianza de la paciente, teniendo por tanto un impacto psicológico significativo.

Por esta razón, además del procedimiento quirúrgico orquestado para la corrección física de esta afección, los especialistas siempre han de tener en cuenta el bienestar emocional de la paciente y brindarle el apoyo necesario.
 

¿Cómo se tratan las mamas tuberosas?

El tratamiento de las mamas tuberosas es principalmente quirúrgico. El objetivo principal de este procedimiento es corregir las bridas internas que limitan la expansión de la mama, obteniendo así una forma más natural y armónica.

Asimismo, será necesario evaluar si la paciente presenta, además de mamas tuberosas, un desarrollo mamario insuficiente. Esto querría decir que no solo es necesaria la corrección de las bridas, sino también un aumento mamario mediante la colocación de una prótesis. No obstante, en otros casos, cuando la paciente ya cuenta con suficiente tejido mamario, únicamente se lleva a cabo una remodelación y elevación de la mama. Asimismo, también existen casos en los que se puede combinar esta cirugía con técnicas de relleno con grasa propia, también llamadas lipotransferencia.

En cuanto a la cicatrización, es común que este procedimiento quirúrgico requiera de una incisión periareolar, alrededor de la areola, para corregir la forma de la mama.
 

¿Cómo afecta el procedimiento a la lactancia?

El tratamiento operatorio de esta variante anatómica de los senos generalmente no afecta a la capacidad de lactancia de la mujer. Estas cirugías, incluso si involucran un aumento mamario, no dañan la glándula mamaria, lo cual mantiene la capacidad de la paciente de amamantar.

No obstante, existen otras intervenciones quirúrgicas más complejas, como las elevaciones o las reconstrucciones mamarias, que podrían tener efectos parciales sobre la lactancia, aunque nunca la eliminan por completo.
 

¿Qué otras afecciones de la apariencia mamaria existen y cómo se tratan?

Además de las mamas tuberosas, existen otras dolencias que pueden afectar la apariencia de los senos. Algunos ejemplos son:

• Diferencias significativas en el desarrollo de ambas mamas, resultando en un pecho de menor tamaño en comparación con el otro. La diferencia puede ser incluso de dos tallas.
• Patologías de la estructura torácica, como la escoliosis, influyen en la forma y simetría de las mamas.
• Las anomalías en la forma del tórax (pectus carinatum, pectus excavatum) también pueden tener un efecto en la apariencia simétrica de los senos.

Todos estos casos pueden tratarse mediante cirugía mamaria, pero las pacientes han de recordar siempre que existe un grado de asimetría inherente a estas condiciones. Por tanto, es fundamental que se tenga expectativas realistas y se comprenda qué resultados son verdaderamente alcanzables. La razón detrás de esto es que todas ellas son afecciones congénitas que afectan al organismo desde los huesos y, por ende, su modificación no siempre puede hacerse de manera completa. Sin embargo, los resultados obtenidos a través de las intervenciones quirúrgicas suelen ser muy satisfactorios.
 

Evaluación profesional

Es fundamental que las pacientes que presenten afecciones en la anatomía mamaria, como las mamas tuberosas, busquen la evaluación de un especialista en cirugía plástica y reconstructiva. El médico podrá realizar un diagnóstico preciso, evaluar el grado de la deformidad y ofrecer las mejores opciones de tratamiento, considerando las características individuales de cada paciente.