Esguince de tobillo: todo lo que necesitas saber para una recuperación exitosa

El esguince de tobillo es una condición frecuente tratada en fisioterapia que, a pesar de los tratamientos conservadores, tiene una recuperación rápida.

Se trata de una lesión que ocurre cuando los ligamentos, que son tejidos formados por colágeno y proporcionan estabilidad y movimiento adecuado a la articulación del tobillo, se estiran debido a una fuerza excesiva.

Los esguinces de tobillo se clasifican en diferentes grados según la intensidad de la lesión:

• Grado 1: se da cuando los ligamentos se estiran, pero no se rompen completamente. Aunque no hay una ruptura total, puede haber inflamación y sensibilidad en el tobillo afectado, causando dolor.
• Grado 2: en este nivel, los ligamentos se rompen parcialmente, provocando más dolor e inflamación que en el grado 1. A veces, se hace referencia erróneamente a esto como "rotura de ligamentos".
• Grado 3: es el grado más severo, donde los ligamentos se rompen completamente. Este tipo de esguince es menos común, pero en la mayoría de los casos requiere intervención quirúrgica para su reparación.

Síntomas y diagnóstico del esguince de tobillo

Una característica distintiva del esguince de tobillo es su inflamación rápida, provocando un edema en la zona afectada. Además, se experimenta dolor y limitación del movimiento, aunque el dolor tiende a desaparecer en reposo. Por ello, en los tratamientos conservadores, se recomienda descanso para el tobillo en las etapas iniciales.

Diagnosticar un esguince de tobillo es generalmente sencillo, especialmente si hay un traumatismo previo que lo desencadenó. Sin embargo, en algunos casos, puede ser complicado determinar la causa subyacente, como predisposición al esguince, mala posición de la articulación, pisada deficiente o torsión de la rodilla.

En este sentido, para el diagnóstico puede ser muy útil la ecografía, ya que puede mostrar la inflamación del ligamento y validar los síntomas descritos por el paciente, confirmando la presencia del esguince de tobillo.

Causas que pueden provocar un esguince de tobillo

• Torceduras o traumatismos.
• Terreno irregular, pedregoso o resbaladizo.
• Uso de calzado inadecuado, como tacones.
• Sobrecarga o estrés en el tobillo.
• Soportar cargas trasversales que afecten la articulación.
• Hiperlaxitud (excesiva flexibilidad de los ligamentos).

¿Existen los esguinces de tobillo crónicos?

Sí, los esguinces de tobillo crónicos son bastante comunes. Sin embargo, se considera crónico cuando el paciente ha tenido la lesión durante al menos seis meses. Esto no implica que el esguince sea permanente de por vida, como sucede en algunas enfermedades crónicas, sino que ha persistido durante un período prolongado.

El tratamiento para un esguince crónico es posible, pero la recuperación puede llevar más tiempo.

Tratamiento del esguince de tobillo

La fisioterapia desempeña un papel fundamental en la recuperación del esguince de tobillo. Cada caso es único, por lo que es esencial estudiarlo a fondo para proporcionar el tratamiento más adecuado, ya que no existen dos esguinces de tobillo iguales.

Es importante iniciar el tratamiento lo antes posible, incluso en presencia de edema (hinchazón). Se debe corregir la estructura que ha causado el daño. Cuando el tobillo sufre una torsión, los huesos pueden desplazarse, llegando a escuchar que el tobillo "está abierto". Esta condición puede llevar a la cronicidad del esguince. Con la osteopatía, los huesos se realinean para evitar que se vuelva crónico y reducir el tiempo de reposo necesario.

El reposo es el tratamiento más común para el esguince de tobillo, pero debe minimizarse para evitar complicaciones mayores. El uso de vendajes para sostener las estructuras afectadas permite al paciente apoyar el pie desde el principio, reduciendo la necesidad de un reposo prolongado.

Además de los métodos tradicionales, existen otras opciones de tratamiento. Por ejemplo, se puede utilizar la Vacusport, con un efecto de vacío intermitente, para drenar rápidamente el tobillo sin dolor. El láser de alta potencia se utiliza para reducir la inflamación, seguido de movilización suave de la zona mediante técnicas manuales.

También se puede emplear la EPI ecoguiada, donde se utilizan agujas especiales, prácticamente indoloras, para estimular el ligamento afectado y promover su regeneración. El readaptador deportivo puede intervenir en el tratamiento para evitar recaídas, no solo en atletas, sino también en cualquier persona que lo necesite.

En cuanto al tratamiento, a veces es necesario investigar la causa subyacente del problema, como la posición del tobillo, las cargas recibidas, la pisada, etc. Cada detalle puede ser relevante para un abordaje efectivo del esguince de tobillo.