Cristina Mateo. Periodista en Top Doctors.
Los grupos sanguíneos se clasifican en cuatro: A, B, O y AB y se definen según si tienen ciertas proteínas en sus glóbulos rojos. Por otro lado, también existe otro tipo de sangre basado en un tipo de proteína conocida como Rh. Este factor se hereda a través de los genes y las personas Rh positivas presentan esta proteína, mientras que aquellas denominadas Rh negativo no la tienen.
La incompatibilidad Rh es una reacción inmunológica que tiene lugar cuando dos sangres Rh diferentes e incompatibles se mezclan
Durante el embarazo, puede ocurrir que la sangre del feto pase al torrente sanguíneo de la madre, sobre todo durante el parto, y los casos de incompatibilidad Rh tendrán lugar cuando la madre sea Rh negativo (Rh -) y el bebé Rh positivo (Rh +).
¿Qué efectos tiene la incompatibilidad Rh durante el embarazo?
Cuando se produce esta incompatibilidad, el cuerpo de la madre experimenta un cambio al identificar la sangre del feto como una sustancia extraña. El organismo crea anticuerpos contra la sangre del bebé y permanecen en el organismo de manera indefinida. Por norma general, no causa ningún problema durante el primer embarazo, pero sí puede causar problemas en embarazos posteriores si el bebé es Rh positivo, ya que los anticuerpos pueden pasar a la placenta y atacar a los glóbulos rojos del feto.
La incompatibilidad Rh no se produce si la madre es Rh +
En cuanto a las manifestaciones clínicas de la incompatibilidad, la más evidente es la destrucción de los glóbulos rojos del feto. Este hecho puede desencadenar varios problemas en el bebé, entre ellos:
- Anemia en el feto. El grado de anemia depende de la gravedad de la incompatibilidad y la propia capacidad de la médula ósea del recién nacido para producir nuevos glóbulos rojos.
- Aumento de la bilirrubina en sangre.
Diagnóstico de la incompatibilidad materno-fetal
El mejor diagnóstico de la incompatibilidad es aquel que se realiza antes del nacimiento (control prenatal) en aquellas madres que son Rh -. También se debe conocer la siguiente información:
- Transfusiones previas
- Recién nacidos con ictericia neonatal
- Abortos
- Embarazos ectópicos
- Cesáreas previas
La detección de los anticuerpos en la madre es la base del diagnóstico, ya que permite conocer el riesgo de enfermedad hemolítica en el feto. Para ello se recurre al test de Coomb, el cual permite detectar los anticuerpos maternos frente a los glóbulos rojos del bebé.
Por otro lado, también es necesario realizar una evaluación fetal con el fin de detectar de forma anticipada la presencia de una enfermedad hemolítica en el feto. La ecografía también es una herramienta esencial, ya que permite evaluar el estado de los órganos del feto y facilita información acerca del grado de anemia del mismo. Otros procedimientos son la amniocentesis y la cordocentesis.
Tratamiento de la incompatibilidad Rh
El tratamiento de la incompatibilidad se realiza desde dos perspectivas:
- Tratamiento antenatal: el objetivo de este tratamiento es disminuir la cantidad de anticuerpos maternos y mejorar la anemia del feto. Para ello se recurre a diferentes métodos: uso de corticoides, plasmaféresis materna y administración de inmunoglobulina inyectada.
- Tratamiento postnatal: el tratamiento se basa en una transfusión de sangre al recién nacido en caso de que la anemia haya sido grave y para la prevención del daño derivado del aumento de la bilirrubina, se recurrirá a la fototerapia y, en caso necesario, a una exanguinotransfusión (recambio de toda la sangre).
Además de estos tratamientos, también es importante la prevención del hidrops fetal, ya que realizando un correcto control materno prenatal y un buen diagnóstico se puede evitar.
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