Día Europeo de la Salud Prostática: cómo cuidarte para prevenir posibles patologías

En motivo del Día Europeo de la Salud Prostática, el Dr. Ramírez, especialista en Urología de Valencia y miembro de Top Doctors explica en detalle los métodos para la prevención de patologías asociadas a la próstata.

La próstata es una glándula exclusiva del hombre y su tamaño es similar al de una castaña. Está localizada por debajo de la vejiga, envolviendo la uretra y en contacto directo con el músculo esfínter. La parte posterior de la próstata está apoyada en el recto, por dicho motivo en el tacto rectal el urólogo palpa la próstata pudiendo evaluar el tamaño y potenciales tumores. Junto a la próstata discurren los nervios (haces neurovasculares) responsables de la erección.

Patologías más comunes asociadas a la próstata

La próstata tiene dos estructuras claras: la cápsula y el adenoma. Por consiguiente dos patologías: la hiperplasia prostática y el cáncer de próstata. La tercera patología que afecta a esta glándula es la prostatitis.

– Cáncer de próstata

El cáncer de próstata es el tumor más prevalente en el varón y la tercera causa más frecuente de muerte. El tumor generalmente se desarrolla en la periferia prostática y en su estadio inicial no da síntomas. Si su esperanza de vida es mayor a diez años, si no se detecta, es factible que el tumor crezca, rompa la cápsula prostática e infiltre el cuello de la vejiga, las glándulas seminales o el esfínter. En estadios más avanzados el tumor podría desarrollar metástasis. Por ello es de vital importancia diagnosticar el tumor en sus estadios más precoces.

– Hiperplasia benigna de próstata

La hiperplasia benigna de la próstata es el crecimiento del adenoma de la próstata. Dicho escenario se produce a medida que el hombre envejece y se debe al estímulo que la testosterona ejerce en la glándula prostática. El crecimiento de la glándula (gajo) provoca compresión, el consecuente estrechamiento de la luz uretral. La reducción del diámetro uretral provoca un aumento de la resistencia al paso de la orina.

Por otro lado la vejiga viene a asemejarse a una bomba hidráulica muscular. Con el paso de los años el músculo de la vejiga, al estar sometido a una alta carga por el aumento de la resistencia uretral, empieza a sufrir y puede acabar claudicando. El sufrimiento de la vejiga se manifiesta con síntomas tales como: urgencia miccional, dificultad de inicio a la micción, sensación de vaciado incompleto, dificultad al inicio de la micción, etcétera. Finalmente si la obstrucción es severa la vejiga puede claudicar padeciendo el paciente una retención aguda de orina.

– Prostatitis

Hay cuatro tipos de prostatitis. El urólogo evaluará los signos y síntomas que padece el paciente, pedirá algunas pruebas complementarias y etiquetará el tipo de prostatitis:

o Prostatitis aguda: aquella que asocia fiebre e infección urinaria.
o Prostatitis crónica inflamatoria infecciosa.
o Prostatitis crónica asintomática
o Prostatitis crónica inflamatoria no infecciosa o dolor pélvico crónico

Posibles tratamientos para combatir estas enfermedades

  • Cáncer de próstata

En el caso del cáncer de próstata, son varias las alternativas terapéuticas para su tratamiento en sus etapas iniciales, de entre ellas la prostatectomía radical es el estándar por ser un tratamiento que ha demostrado un mejor control de la enfermedad a largo plazo.
El procedimiento consiste en la disección de la próstata de sus estructuras vecinas, separación del músculo elevador del ano, de la vejiga, de las bandeletas o haces neurovasculares, del recto y del esfínter. Se debe preservar el músculo esfínter para la correcta recuperación de la continencia postoperatoria. Posteriormente, para la correcta salida de la orina se procede a coser la vejiga con la uretra y se utilizará una sonda uretral que el paciente llevará de 7 a 10 días.

  • Hiperplasia benigna de próstata

Conforme empeoran los síntomas y/o sobre todo conforme se vaya deteriorando la calidad de vida de nuestros pacientes, precisamente por la manera en la que orinan, iremos ascendiendo peldaños.
En primer lugar está la fitoterapia (no hay un claro y conocido mecanismo de acción pero en algunos casos de avala el uso de estos fármacos).

En segundo lugar están los alfa bloqueantes (tamsulosina, silodosina, alfuzosina, etc.) se trata de fármacos que relajan la musculatura del suelo pélvico y la musculatura donde se apoya la próstata. Dicha relajación facilita la apertura de la próstata durante la micción con lo que disminuirá la resistencia uretral periférica y la vejiga vaciará con mayor fuerza y diligencia.

En tercer lugar están las modalidades de tratamiento combinado: duodart. Dicho fármaco combina los beneficios del alfabloqueante explicado anteriormente con los beneficios de un inhibidor de la 5 alfa reductasa (dutasteride). Este último fármaco impide que la testosterona ejerza su acción a nivel prostático y por tanto reduce su tamaño y disminuye la compresión que ejerce sobre la uretra prostática. Actualmente también se estila combinar el uso de un alfabloqueante con un anticolinérgico. El anticolinérgico relaja la musculatura de la vejiga reduciendo la necesidad imperiosa de orinar.

Por último está la cirugía desobstructiva, que se puede realizar con energía eléctrica monopolar, bipolar, laser verde y holmio. La mejor opción depende de la experiencia del cirujano y del tamaño prostático.

  • Prostatitis

El tratamiento de la prostatitis difiere según el tipo que padezca el paciente. Bien es cierto que en la mayor parte de las ocasiones se conveniente el tratamiento anitibiótico prolongado a expensas de antibióticos que difunden bien en el parénquima protático. En ocasiones se recomienda que los pacientes asocien medicamentos antiinflamatorios, analgésicos, relajantes musculares o extractos de plantas.

  • Otras medidas

Evitar los alimentos irritantes tales como alimentos picantes o ácidos y bebidas con cafeína, gaseosas o alcohólicas, evitar el estrés, aumentar la frecuencia de las eyaculaciones, etc.
Una recomendación importante es no automedicarse y acudir al urólogo. En ocasiones se precisa de un tiempo de estudio prolongado y varias pruebas antes de conseguir el tratamiento definitivo.

Factores de riesgo para contraer patologías prostáticas

El único factor de riesgo para desarrollar el cáncer son los antecedentes familiares del mismo. Para el desarrollo de la hiperplasia prostática la edad es la variable de mayor riesgo. La prostatitis aguda suele estar causada por una bacteria, en los chicos jóvenes sexualmente activos suele ser clasificada como una enfermedad de transmisión sexual. La promiscuidad se asocia, por tanto, a prostatitis.

Exploraciones y prevención por parte de los pacientes

La revisión anual del varón a partir de los 45 años es recomendable. Además si hay antecedentes familiares, lo recomendable sería adelantarlo a los 40 años. En las visitas, el urólogo -tras el interrogatorio- decidirá si son convenientes pruebas tales como la flujometría, la ecografía, análisis de sangre con evaluación de PSA y/o análisis de orina y semen.

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