17 de octubre, día mundial contra el dolor

  1. ¿Cuáles son las patologías más comunes?

Actualmente, las patologías más comunes que recibimos en las Unidades del Dolor son las relacionadas con las condiciones degenerativas. Esto es porque la población ha envejecido y ha aumentado la necesidad de tener una calidad de vida óptima, sin sufrir dolores crónicos, los cuales puedan ser controlados o mitigados.

Al parecer, la población mundial ha asimilado el mensaje de que el tratamiento del dolor es un Derecho Humano y que estamos obligados a estar a la altura de estas nuevas circunstancias.

Por lo general, las patologías más comunes son las relacionadas con dolores de espalda, desde la región cervical hasta la zona lumbar, además de lesiones de hombro o gonartrosis de caderas y rodillas. Todas ellas ocupan un lugar muy relevante. 

2. ¿Qué síntomas permiten su detección?

Principalmente nuestros pacientes se quejan de dolor y pérdida de funcionalidad de la zona, disminución del grado de movilidad, ya sea de una región determinada o de forma generalizada. En los casos más avanzados podríamos ver inflamación o deformidad en el foco del dolor. 

3. ¿Cuáles son los tratamientos que se emplean?

Ante todo, los tratamientos deben ser personalizados. En muchas ocasiones, el ejercicio terapéutico, una dieta y un cambio en el estilo de vida son suficientes para una mejoría evidente.

Cuando estas medidas no son suficientes  y el paciente no tiene criterio quirúrgico, las terapias de neuromodulación y neuroestimulación juegan un papel importante. Asimismo, las técnicas de liberación miofascial, los bloqueos, el magnetismo, las ondas de choque, etc., también permiten un control del dolor de forma destacada.

Por lo general, las patologías más comunes son las relacionadas con dolores de espalda.

Por otra parte, las terapias de medicina regenerativa constituyen un presente ineludible en la práctica asistencial, ya que tienen la responsabilidad de un cambio basal a nivel tisular, el cual puede ser la solución de muchas enfermedades que hasta ahora sólo contaban con tratamientos paliativos.

Finalmente, nunca se debe olvidar que el tratamiento de la persona es un todo. Sus experiencias, su parte afectiva, sus sentimientos, sus dudas o preocupaciones y sus situaciones familiares, son elementos muy importantes en la valoración y estratificación del dolor crónico, creando el camino de la interdisciplinaridad, tan necesaria en esta situación.

4. ¿Qué causas pueden originar estos dolores?

Los dolores pueden ser causados por diferentes motivos:

  • Afectaciones neurológicas, como artrosis, osteoartritis y diferentes grados de compresión mecánica como fracturas vertebrales osteoporóticas o traumáticas.
  • Causas oncológicas y causas inflamatorias de diferente índole, así como condiciones neuropáticas y causas mixtas con mala respuesta del sistema nervioso autónomo o un exceso de información o amplificación del sistema nervioso central.

La complejidad  de los tratamientos multicausales provoca que la apuesta de la Sociedad Española del Dolor (y las diferentes sociedades internacionales) sea la formación exhaustiva de los profesionales que trabajamos en las Unidades Interdisciplinares e Intervencionistas. Por este motivo, los docentes tenemos una gran responsabilidad de cara al futuro: Identificar la causa, tratar los síntomas y la enfermedad que produce el dolor crónico y aumentar la calidad de vida de nuestros semejantes. 

Leave a Reply

avatar
  Subscribe  
Notify of