Trasplante de pulmón: ¿cómo se realiza y qué complicaciones existen?
Escrito por:El trasplante pulmonar es un procedimiento quirúrgico por el que se sustituye uno o los dos pulmones de un paciente con una enfermedad respiratoria avanzada por otros pulmones sanos procedentes de un donante cadáver. El trasplante pulmonar requiere un abordaje multidisciplinar con diferentes especialistas implicados: cirujanos torácicos, neumólogos, anestesistas, intensivistas, rehabilitadores, etc. y se realiza siempre dentro del Sistema Nacional de Salud y coordinado por la Organización Nacional de Trasplantes.
¿Cuándo es necesario? ¿Y cuáles son los requisitos?
Las indicaciones más habituales de un trasplante pulmonar son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica tipo enfisema (EPOC), la fibrosis pulmonar, la fibrosis quística y la hipertensión pulmonar, aunque hay algunas otras indicaciones menos frecuentes.
En general, son pacientes que presentan una enfermedad respiratoria terminal en la que se han agotado todos los recursos de tratamiento médico, con una esperanza de vida limitada (generalmente menor de 2 años) y con una calidad de vida muy deteriorada. Existen unos criterios objetivos para cada una de estas patologías que nos indican el momento idóneo del trasplante.
Normalmente, los pacientes deben cumplir unos criterios generales para ser evaluados para un trasplante: ausencia de hábito tabáquico, ausencia de enfermedad tumoral, ausencia de fallo de otros órganos, capacidad de rehabilitación, buen estado nutricional, etc. Si se cumplen estos criterios, el candidato a trasplante pulmonar se somete a un extenso estudio intrahospitalario con el fin de determinar la idoneidad de un trasplante pulmonar. La decisión final de incluir a un paciente en lista de trasplante pulmonar se toma por un comité multidisciplinar evaluando todas las pruebas preoperatorias realizadas.
¿Cómo se hace un trasplante de pulmón?
El procedimiento quirúrgico del trasplante se realiza bajo anestesia general y una extensa monitorización intraoperatoria de la función cardiopulmonar. Es frecuente la necesidad de asistencia cardiocirculatoria externa (ECMO) durante el procedimiento quirúrgico.
En un trasplante de los dos pulmones (lo más habitual) se realiza una apertura de todo el tórax. Primero se extrae uno de los pulmones enfermos y en su lugar se implanta el primero de los pulmones del donante realizando anastomosis (uniones) del bronquio, arteria pulmonar y parche de aurícula izquierda que incluye las venas de ese pulmón. Tras completar el primer implante pulmonar se realiza el segundo siguiendo la misma técnica.
¿Qué complicaciones puede haber?
Después del trasplante pulmonar pueden surgir multitud de complicaciones. Las más frecuentes están relacionadas con infecciones precoces post-trasplante (neumonías) y disfunción temprana del injerto (los pulmones implantados no funcionan correctamente y el paciente requiere ventilación mecánica prolongada o ECMO).
Otras complicaciones que pueden ocurrir: problemas cardiacos, sangrado, dehiscencias de anastomosis bronquiales (se abren las uniones de los bronquios), complicaciones digestivas o neurológicas y complicaciones derivadas de la medicación inmunosupresora (es la medicación que requiere el paciente de por vida para evitar el rechazo).
¿Puede producirse un rechazo?
El rechazo en el trasplante pulmonar es la norma. El rechazo puede ser agudo o crónico. El rechazo agudo suele surgir a partir de la primera semana del trasplante y se caracteriza por un deterioro de la función pulmonar. Se trata con corticoides y, en general, se resuelve en prácticamente todos los casos en pocos días. Casi todos los pacientes tienen, al menos, un episodio de rechazo agudo después del trasplante.
Mientras que el rechazo crónico aparece a largo plazo, generalmente a lo largo de los años. Casi todos los pacientes, con el tiempo, tienen algún grado de rechazo crónico -no necesariamente por un problema inmunológico-, que se caracteriza por un deterioro lentamente progresivo de la función respiratoria con los años. En estos casos se suele modificar la estrategia de tratamiento inmunosupresor para atenuar este deterioro. En ocasiones, el rechazo crónico hace necesario un retrasplante en casos seleccionados.
¿Qué esperanza de vida tiene un paciente con trasplante de pulmón?
Los resultados del trasplante son excelentes. La mayoría de pacientes se reincorpora a su vida activa, aunque con ciertas limitaciones. No obstante, la mortalidad postoperatoria no es desdeñable, dado que se trata de un procedimiento de alto riesgo.
En general, los datos del Registro Internacional de Trasplante Pulmonar nos indican que la supervivencia global a los 5 años del trasplante es del 58%. En nuestra Unidad de Trasplante Pulmonar en el Hospital Reina Sofía de Córdoba, tras más de 800 trasplantes pulmonares realizados desde 1993, la supervivencia a los 5 años alcanza el 63% a los 5 años y el 52% a los 10 años del trasplante.