Soplo cardíaco: ¿qué es y cuáles son sus causas?

Escrito por: Dra. Sandra Villagrá Albert
Publicado:
Editado por: Albert González

El soplo es la causa más frecuente de consulta en Cardiología Pediátrica, y se ausculta en niños de todas las edades, aunque especialmente en aquellos que están en edad preescolar y escolar.

 

¡Cuántas veces los pediatras auscultan el corazón y oyen un soplo! La mayoría de las personas asocian automáticamente “soplo” con un “problema cardíaco” seguro. Pero esto es, afortunadamente, un concepto erróneo.

 

El soplo cardíaco no es más que un “ruido” que se oye en la auscultación del corazón y que se debe al sonido o a la turbulencia que hace la sangre al pasar por el corazón o los vasos sanguíneos. ¿Cómo no va a sonar con lo rápido que va? Es como escuchar el agua correr por las tuberías, y aunque se oiga el agua correr, no significa que la tubería esté estropeada.

 

Otras veces, lo que se oye es la vibración de las estructuras intracardiacas con los movimientos del corazón. En definitiva, estos ruidos debidos a los movimientos de la sangre o a la vibración de paredes o músculos cardíacos se llaman soplos inocentes. Representan el 99% de los que se auscultan en niños y son completamente normales.

 

A más del 80% de los niños a lo largo de su infancia se les oirá un soplo en un momento determinado de su vida. Por tanto, cuando el motivo de consulta es por la auscultación de un soplo, y comprobamos que no existe ningún síntoma de alarma (fatiga, rechazo de las tomas, estancamiento de peso, mal color, dolor torácico, mareos o antecedentes familiares…) y su estudio cardiológico (basado en una historia clínica y exploración física completas, ECG y ecocardiograma) es normal, lo catalogamos de inocente.

 

¿Y por qué a veces se oyen y otras veces no?

En los niños es más frecuente que se oigan porque tienen el tórax más fino. Los adultos también los tenemos, especialmente las mujeres embarazadas, pero con el tiempo se van dejando de oír porque el tórax se va haciendo más grueso. Hay ocasiones en los que los soplos se pueden oír de forma más intensa cuando los niños tienen fiebre, anemia, acaban de llorar o hacer una actividad física, sencillamente porque la sangre va todavía más rápido. Algunos profesionales llaman a estos soplos funcionales, pero en esencia siguen siendo soplos inocentes.

 

A los niños se les oirá un soplo en algún momento determinado de su vida.

 

Por todo esto, los soplos no desaparecen realmente; simplemente se dejan de oír o a veces se oyen y otras veces no (esto depende del momento en que se esté auscultando al niño y de la persona que ausculta, además de si tiene un oído más fino o no).

 

¿Hay que vigilarlo? ¿Puede hacer vida normal?

Si es catalogado como inocente no requiere más revisiones porque no hay nada que revisar. Y a la pregunta de si puede hacer vida normal… ¡por supuesto!, ya que es un niño sano desde el punto de vista cardiológico.

 

¿Cuándo el soplo es patológico?

Cuando comprobamos que existe algún síntoma de alarma y su estudio cardiológico muestra un problema cardíaco, se trata de soplos orgánicos. Estos no son inocentes, pero representan tan solo un 1% de los casos:

  • Puede deberse a un aumento de la cantidad de sangre que pasa por un vaso o una válvula, como en la tetralogía de Fallot.
  • Puede deberse a la existencia de un agujero en una pared cardíaca por la que pasa un chorro de sangre (comunicaciones interauriculares, interventriculares).
  • Puede haber una estrechez en un vaso o una válvula que haga que al pasar por esa zona se acelere la sangre (por ejemplo una estenosis valvular).

 

En todo caso, el problema no es el soplo, sino la lesión cardíaca que lo produce. Por eso, los cardiólogos no llamamos al problema “soplo”, sino que nos referimos al problema en sí (por ejemplo, comunicación interauricular, interventricular…). Estos sí requieren seguimiento cardiológico.

 

Los soplos en niños o adultos operados de cardiopatía son la regla y su significado es nulo, lo importante es la propia cardiopatía operada ya conocida, y si hay lesiones residuales o no.

Por Dra. Sandra Villagrá Albert
Cardiología infantil

La Dra. Sandra Villagrá es una reconocida experta en Cardiología Infantil. Cuenta con más de 17 años de experiencia en su especialidad y formación. En este sentido, se licenció en Medicina y Cirugía en la Universidad Complutense de Madrid, y es Doctora por la Universidad Autónoma de Madrid, con calificación de Sobresaliente Cum Laude. En concreto, ha centrado su interés en la Cardiopatías Congénitas del feto, recién nacido, niño, adolescente y adulto.
La doctora combina su labor con la docencia, siendo profesora en la Facultad de Medicina de la Universidad San Pablo-CEU y en la Universidad Autónoma de Madrid. Es miembro de la Sociedad Española de Pediatría y de la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas. Asimismo, la Dra. Villagrá ha desarrollado una importante actividad divulgativa, siendo autora y coautora de más de 15 publicaciones científicas sobre la especialidad a nivel nacional e internacional.

En la actualidad, es jefe de la Unidad de Cardiopatías Congénitas en HM Hospitales, centralizado en el Hospital Universitario Montepríncipe. 
 

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