Respirar por la boca, una señal de alarma

Escrito por:

Anna Beviá Gallego

Logopeda

Publicado el: 25/04/2022
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Cuando la vía respiratoria superior se ve obstruida de manera recurrente por alergias, catarros, inflamación adenoidea u otras causas, se tiende a la respiración oral.

En el caso de los niños es importante que tratemos cuanto antes la causa de la obstrucción nasal, para que la respiración oral no se convierta en un hábito. De lo contrario, se puede establecer este patrón respiratorio que tiene consecuencias negativas para el desarrollo de la esfera oral y de la estructura orofacial (huesos, órganos y tejidos orofaciales). La respiración por la boca puede afectar incluso a la postura corporal del individuo y a su rendimiento global.
 

La respiración nasal se rehabilita mediante terapia miofuncional

Síntomas de la respiración oral

Lo que llama la atención principalmente en la respiración oral es la postura de la boca, la cual se encuentra siempre abierta. Esto se evidencia sobre todo cuando el individuo está realizando tareas que requieren toda su atención, como viendo la televisión o leyendo. En muchos casos también suele haber alteraciones deglutorias, como deglución atípica, por lo que se quedan restos de comida en la boca.

Hay otros aspectos que podrían ser una señal de alerta:

- El niño ronca, duerme mal o está muy cansado durante el día
- Agotamiento al correr
- Ojeras
- Disfonía
- Alteración estructural incipiente o establecida de los dientes

 

¿Qué consecuencias tiene la respiración oral?

Las consecuencias de la respiración oral son muy amplias, ya que van desde las alteraciones estructurales hasta las funcionales.

Para comenzar, la postura anómala que se adopta en la respiración oral (con la lengua descendida) conduce a que el paladar no se forme correctamente, ya que la lengua no hace la presión correspondiente sobre este dentro de la boca. De esta manera el paladar tiende a estrecharse, gracias al efecto de la presión de los músculos orofaciales.

Por otro lado, se pierde masa muscular, lo cual da lugar a alteraciones de la fuerza, tono y movilidad linguales, afectando así a las funciones orofaciales de articulación, deglución y masticación. Además, los músculos masticatorios son más hipotónicos, por lo que cuando tienen que masticar cosas que precisan de fuerza y resistencia se cansan mucho. Esto también trae aparejados dolores orofaciales, bruxismo y alteraciones en la articulación temporomandibular.

Otra de las consecuencias suele ser que parte de la lengua obstruye ligeramente la faringe, de manera que el canal respiratorio se ve reducido. Para mejorar la capacidad inspiratoria el individuo tenderá a adelantar la cabeza y así generar más espacio en la faringe, alterando la cadena postural y generando posibles rectificaciones en la columna.

Por último, la hipotonía lingual y la alteración de la lengua en la faringe generan que el sueño sea acompañado de ronquidos, apneas y una oxigenación incorrecta. Por lo tanto, es posible que no se logre un sueño reparador y que el rendimiento intelectual y académica del niño se vea alterado.

 

¿Cuándo se debe acudir a un especialista?

Los especialistas en Logopedia recomiendan llevar a los niños a consulta si se presentan los siguientes signos de alarma:

 

Tiene la boca abierta la mayor parte del tiempo Babea durante el día y la noche Come con la boca abierta Ronca No duerme bien

Si se observan alguna de estas características, es importante acudir al logopeda. Este realizará un diagnóstico y podrá empezar a trabajar para rehabilitar la respiración nasal, así como mejorar el tono y movilidad de los músculos y estructuras alterados, reestableciendo las funciones orofaciales y evitando mayores alteraciones estructurales.

La respiración nasal se rehabilita mediante terapia miofuncional, es decir, trabajando los diferentes músculos orofaciales para lograr un correcto posicionamiento de los órganos y, por tanto, un adecuado funcionamiento de los mismos.

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