Rejuvenecimiento facial: ¿cómo lograr resultados naturales?

El rejuvenecimiento facial engloba aquellos procedimientos que se realizan con el objetivo de recuperar la apariencia que tenía nuestro rostro en los años de juventud. El Dr. Francisco Javier Martín Rodríguez, experto en Cirugía Oral y Maxilofacial, nos explica cuáles son los tratamientos disponibles y qué resultados se pueden obtener.

En la actualidad existen diferentes técnicas o abordajes, quirúrgicos y no quirúrgicos, según sea el procedimiento fisiológico que cause el envejecimiento:

• Descolgamiento de los tejidos blandos, que producen descenso de la mejilla, pómulos, cejas y tejidos peribucales. Esto provoca un cambio en la forma de la cara, ensanchándose la parte inferior. El cuello también se destensa y pierde angularidad y se oculta la visualización del reborde mandibular. El tratamiento de este proceso implica técnicas quirúrgicas de lifting, que se aplican en cuello, cara y frente.
• Atrofia de la grasa: este proceso provoca la pérdida de volumen y proyección de las estructuras. Esto afecta a prácticamente toda la cara, acentuándose en párpados, órbita, mejilla, áreas peribucales, la sien y zonas de la frente. El tratamiento lo realizamos mediante microinjerto de grasa. Por medio de microcánulas, se extrae la grasa de zonas de caderas y muslos, es centrifugada para mejorar su calidad, y se infiltra en las zonas en las que estéticamente va a producir mejores resultados. Con la grasa se rellenan también las arrugas profundas para disimularlas.
• Arrugas superficiales: son las arrugas finas provocadas por los rayos ultravioletas y agravadas por hábitos de consumo de tabaco y los efectos del envejecimiento tisular. Están situadas fundamentalmente en los labios y en las zonas laterales de los párpados y no responden al tratamiento con lifting. En ellas empleamos el procedimiento de microneedling con nanofat y peeling profundo con croton oil. Esta técnica implica la aplicación de micropunciones con un dispositivo que permite infiltrar sustancias a la dermis e hipodermis. La sustancia que infiltramos es nanofat, que es grasa a la que se han eliminado las células adiposas y se han concentrado sus factores regenerativos, que junto con la micropunción produce una mejora de las arrugas finas, del color y del aspecto de la piel. El peeling regenera las capas superficiales de la piel, eliminando también este tipo de arrugas.

Las técnicas no quirúrgicas comprenden fundamentalmente los rellenos con ácido hialurónico con el cual se pueden disimular arrugas y dar proyección a diferentes zonas faciales y las infiltraciones con toxina botulínica, mediante la cual, al paralizar ciertos músculos faciales, se consigue también eliminar arrugas y modelar zonas concretas de la cara. Sus resultados son temporales y requieren repetir las sesiones en un tiempo variable.

¿Qué tratamiento debo elegir?

La elección de la técnica depende del grado de afectación de los procesos de envejecimiento en el paciente. En términos generales, aconsejamos combinar los procedimientos de lifting, microinjerto de grasa y microneedling, ya que, al combinarse varias técnicas, los resultados son exponencialmente mejores.

Además, en los casos en los que el labio superior haya sufrido un proceso de pérdida de forma y elongación, añadimos también la técnica de lip lift, por la que se acorta y da forma evertida al labio superior y bermellón, rejuveneciendo la sonrisa.

En los párpados se realizan procedimientos poco agresivos, ya que los microinjertos de grasa en la órbita ayudan a su rejuvenecimiento limitando la eliminación de piel y grasa.

Los resultados de las técnicas de rejuvenecimiento facial

El objetivo de estos métodos es producir efectos naturales, evitando movimientos forzados de los tejidos. El empleo de técnicas combinadas favorece esta meta, ya que, al actuar en múltiples niveles de la cara, hace que la imagen final sea proporcionada y el rejuvenecimiento obtenido más estable con el paso del tiempo con respecto a otro tipo de procedimientos.

Ventajas y desventajas de las técnicas de rejuvenecimiento facial

Las técnicas quirúrgicas de lifting y microinjertos de grasa, utilizados de forma combinada, ofrecen los mejores resultados en cuanto a calidad y estabilidad. Su inconveniente principal es que requieren un ingreso hospitalario y un periodo de recuperación de 2 o 3 semanas.

Las técnicas no quirúrgicas, como rellenos de ácido hialurónico y el tratamiento con toxina botulínica, presentan unos resultados mucho más limitados y poco estables en el tiempo, requiriendo sesiones periódicas. Su ventaja es que el tiempo de recuperación es mínimo.

¿Cualquier paciente puede acceder a todas las técnicas?

Los tratamientos quirúrgicos requieren un estado de salud adecuado y en algunos casos de pacientes con enfermedades crónicas este tipo de técnicas no es muy aconsejable. Por otro lado, es recomendable evitar el hábito del tabaco, ya que condiciona una peor respuesta de los tejidos a la cirugía.

En los tratamientos no quirúrgicos se debe valorar su indicación en algunas enfermedades dermatológicas y en tratamientos previos con otras sustancias. Los tratamientos con toxina botulínica no están indicados en algunas enfermedades neurológicas como la miastenia gravis.