Problemas urológicos que afectan a las mujeres

Las mujeres sufren menos patologías urológicas que los hombres. Sin embargo, al llegar a cierta edad es frecuente que sufran algunas dolencias que, aunque son de solución generalmente sencilla, merman su calidad de vida. La infección urinaria es la principal dolencia urológica en mujeres. Existen pautas, cambios de hábitos y ejercicios de suelo pélvico que pueden evitar complicaciones.

Patologías urinarias en mujeres

• De cada cuatro pacientes con pólipos en los riñones, uno es mujer. Además, en un tercio de los casos son ellas quienes sufren cáncer de vejiga.
• Resistencia a los antibióticos.
• Candidiasis vaginales.
• Cálculos infectivos, que son unos gérmenes muy agresivos que forman cálculos y afectan gravemente al riñón.

Fundamentalmente, lo que ocurre al sufrir algunas de dichas patologías es que las mujeres tienden a tener infecciones urinarias con cierta frecuencia. Es a partir de este punto cuando surgen las complicaciones. Aquellas mujeres que sufren tres o cuatro cistitis en un año deberían acudir a un especialista en Urología, ya que es sinónimo de que hay algún hábito o proceso que favorece las infecciones.

Recomendaciones

• Pautas, cambios de comportamiento, tratamientos con antibióticos e incluso vacunas eficaces para protegerse de las bacterias y evitar las cistitis de repetición.
• Los arándanos son recomendados por muchos especialistas, como recurso preventivo.
• Medicación que no deja progresar la enfermedad, antes de que se convierta en algo grave o recurrente.

Cistitis e incontinencia urinaria

Aunque la cistitis y sus consecuencias no distinguen entre mujeres jóvenes o mayores, a cierta edad es más normal que bajen las defensas. Esto, unido al prolapso de los órganos pélvicos y la incontinencia urinaria, más frecuente en mujeres mayores, favorece el desarrollo de infecciones. De hecho, la incontinencia de orina de esfuerzo es la típica enfermedad urológica femenina. Afecta a un tercio de las mujeres más mayores, se agrava con la menopausia y consiste en pérdidas de orina durante esfuerzos, algunos de ellos leves, tales como toser, reír o caminar. Se trata de un problema ocasionado por el desgaste natural del cuerpo, sobre todo por la pérdida de sujeción de la uretra. Este órgano está situado dentro del abdomen y, en una mujer en la que no está bien sujeta, al toser o reír esta es empujada hacia fuera y la presión impide que se pueda mantener cerrada para no perder líquido.

Tratamiento de la incontinencia urinaria

• Ejercicios de suelo pélvico para reforzar los músculos, además del uso de compresas, cuando las pérdidas son leves.
• Cirugía sencilla y mínimamente invasiva para colocar la uretra en su lugar, cuando la rehabilitación o los ejercicios no dan resultado.