Las consecuencias del confinamiento en niños autistas

Escrito por:

Dra. María Eugenia Russi Delfraro

Neuróloga infantil

Publicado el: 08/04/2020
Editado por: Nicole Márquez


¿Qué supone para una persona autista tener que reclutarse en casa sin posibilidades de salir al exterior?

Cuando utilizamos el término "espectro" del autismo, estamos haciendo referencia a una amplia gama de signos y síntomas, así como también de diferentes perfiles clínicos y niveles intelectuales; conceptualizando de esta manera la sintomatología autista clásica en un contexto más dimensional, amplio y heterogéneo (y no en una categoría única).

 

Este “abanico sintomático” y de diferentes presentaciones clínicas también es extensible al tipo de respuestas que puede experimentar esta población ante las medidas de confinamiento que estamos viviendo, dependiendo tanto de las características del niño con TEA como de su familia.

 

Es decir, algunos se sentirán muy tranquilos y felices de estar en casa, mientras que otros estarán preocupados y nerviosos por la situación tan excepcional que estamos viviendo, y el cambio de rutinas que dicha situación conlleva.

 

Las personas con TEA son especialmente sensibles a los cambios de rutina.

 

Es posible que durante el confinamiento en algunas personas con TEA aumenten las conductas repetitivas (ya sea por aburrimiento o para autorregularse), o las conductas disruptivas, de ansiedad y/o irritabilidad (bien porque no pueden salir de casa o no entienden porque no pueden desarrollar las actividades que normalmente realizan).  

 

En estos casos es importante que la familia haga un uso adecuado y responsable de la información relacionada con el motivo de estar en casa, y normalice al máximo las medidas de higiene que se han de implementar, sin generar ansiedad en relación con el coronavirus. Para lograrlo se puede hacer uso de pictogramas, cuentos, representaciones con marionetas, o historias sencillas que le expliquen lo que está pasando.


Puede ser de utilidad, mantener una rutina lo más estable posible estos días anticipándole los cambios que vayamos a hacer en la misma, delimitar los momentos para hablar de la situación actual y ocupar el resto del tiempo en actividades que le resulten gratificantes y estimulantes.  

 

En caso que estas medidas no sean suficientes y se necesite asistencia durante el período de confinamiento por alteraciones en la conducta o a nivel emocional de los chicos con TEA, es importante que la familia contacte con el centro clínico de referencia o el terapeuta que les atiende habitualmente, haciendo uso de los canales específicamente habilitados para dicho fin, durante este período de tiempo.

 

Se ha de procurar no utilizar el servicio de urgencias a menos que sea imprescindible, ante la situación de colapso sanitario al que estamos asistiendo.     
 

 

¿Cómo se pueden disminuir los efectos de la cuarentena en una persona autista?

Es importante distraer y ocupar a la persona con TEA para que pase las horas de la mejor manera posible mientras dure el período de aislamiento.

Mantener una rutina y una estructura horaria utilizando los recursos que mejor se adapten a las características de vuestro hijo/a (por ejemplo, utilizando pictogramas, agendas escritas, horarios con imágenes, etc.). Respetar los ritmos de sueño y alimentación, manteniendo en la medida de lo posible los horarios habituales. Intercalar actividades variadas y que sean de su agrado, dedicándole un tiempo al juego libre, a moverse dentro de casa, a hacer manualidades, a poder compartir sus intereses con el resto de la familia, etc. Debe establecerse, aunque con cierta flexibilidad, en qué momento del día y durante cuánto tiempo se podrá acceder a las pantallas y nuevas tecnologías. De la misma manera, se pueden proponer diferentes actividades que le permitan moverse dentro de casa (por ejemplo, creando circuitos para los más pequeños, jugando con túneles y pelotas, escuchando y bailando con aquella música que sea de su agrado, disfrazándose o ayudando en las actividades del día a día dentro del hogar).   Permitirles dedicarle un tiempo a todas aquellas conductas de autorregulación emocional que normalmente les tranquilizan (como determinadas conductas de estimulación sensorial, estereotipias de manos, saltos, movimientos con el cuerpo o con objetos, etc.). Si la hora del baño le resulta estimulante, se puede dedicar mayor tiempo a las actividades propias de este hábito. Siempre que sea de su agrado se le puede facilitar el acceso a diferentes juegos sensoriales (pinturas, plastilinas, juego con burbujas, con diferentes texturas de papeles y materiales que les sean atractivos al tacto), juegos de mesa, o juegos manipulativos con objetos (cajas de formas, puzzles, circuitos de coches o trenes, papiroflexia, legos, etc.).

 

El mayor tiempo juntos estos días, puede ser una oportunidad para que el chico comparta con su familia sus intereses y los conocimientos que en muchas ocasiones desarrollan en torno a los mismos.     

 

¿Por qué es importante dar un apoyo psicológico a estas personas actualmente?

La situación de confinamiento derivada de las medidas sanitarias para hacer frente a la crisis del coronavirus, ha provocado un cambio significativo en la dinámica familiar.

 

Las personas con TEA son especialmente sensibles a los cambios de rutina y a las situaciones nuevas, pudiendo ocasionarles en muchos casos alteraciones tanto a nivel emocional como conductual. Es por ello que necesitan más que otros niños y adolescentes, de una serie de apoyos e intervenciones conductuales que les permitan regularse mejor y estabilizar su conducta. 

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