La capacidad de entender y controlar nuestras emociones ¿Qué entendemos por inteligencia emocional?

Escrito por: Elena García Muriel
Publicado:
Editado por: Leo Santos

La habilidad de poder expresar y controlar nuestras emociones es importante, pero también lo es saber comprender, interpretar y responder a las emociones ajenas. Imaginad un mundo en el cual no pudieras entender cuando un compañero o amigo se sintiera triste o enfadado.

Los psicólogos nos referimos a esta capacidad como la inteligencia emocional.

 

La inteligencia emocional es la capacidad de comprender, utilizar y controlar nuestras emociones, se refiere a las capacidades y habilidades psicológicas que implican el sentimiento, entendimiento, control y modificación de las emociones propias y ajenas.

 

Una persona emocionalmente inteligente es aquella capaz de gestionar satisfactoriamente las emociones para lograr resultados positivos en sus relaciones con los demás.

 

Habilidades de la Inteligencia Emocional

Podemos identificar cuatro factores o habilidades englobados dentro de la inteligencia emocional:

 

  • La percepción emocional: Esta habilidad hace que nos demos cuenta de qué es lo que sentimos en un momento concreto y poder así identificar qué emoción estamos sintiendo. 

 

Esta percepción emocional nos ayuda a reconocer las emociones y sentimientos ajenos, pues facilita la interpretación de expresiones faciales, gestos o el tono de la voz. 

 

  • La facilitación emocional: Ésta nos permite establecer una relación entre lo que sentimos y el problema que se nos haya presentado. Es decir, en situaciones determinadas las emociones pueden influir en tu manera de actuar o pensar, haciendo que tomes una u otra decisión.

 

De esta manera, esta habilidad nos ayudará a actuar de manera positiva para resolver los problemas.

 

Podemos identificar cuatro factores o habilidades englobados dentro de la inteligencia emocional.

 

  • La comprensión emocional: Esta habilidad es muy importante, ya que te permite entender qué emociones sientes en un momento concreto. Por lo tanto, si puedes llegar a saber qué es lo pasa y porqué estás sintiendo esa emoción, podrás predecir las consecuencias que tendrán tus acciones para poder actuar de la mejor manera posible.

 

Nos ayuda a pensar antes de actuar. Si podemos comprender lo que nos sucede, será más fácil buscar solución al problema y, ante todo, a cómo sobrellevarlo sin la necesidad de realizar actos de los que podamos arrepentirnos más tarde. Esta habilidad se inicia en la infancia y se desarrolla a lo largo de nuestra vida.

 

  • La regulación emocional: Finalmente, esta es la habilidad más compleja, ya que engloba todas las habilidades anteriores. Consiste en poder regular tanto nuestras emociones como la de los demás.

 

Para poder regular tu comportamiento cuando sientes una emoción, primero debes saber qué te ocurre (percepción emocional), las relaciones entre esa emoción y su comportamiento (facilitación del pensamiento), el por qué nos ocurre eso (comprensión emocional), y cómo no actuar de modo impulsivo para que la emoción no nos domine (regulación emocional).

 

La inteligencia emocional es la capacidad de comprender, utilizar y controlar nuestras emociones.

 

A su vez, existen cinco habilidades prácticas que se desprenden de la Inteligencia Emocional y pueden ser clasificadas en dos áreas: Inteligencia intrapersonal e interpersonal.

 

Dentro de la Inteligencia intrapersonal destacamos: La autoconciencia (capacidad de saber qué está pasando en nuestro cuerpo y qué estamos sintiendo); El control emocional (regular la manifestación de una emoción y/o modificar un estado anímico y su exteriorización) y la motivación (capacidad de motivarse y motivar a los demás).

 

Respecto a la inteligencia interpersonal mencionamos: La empatía (entender qué están sintiendo otras personas, ver cuestiones y situaciones desde su perspectiva) y las habilidades sociales.

 

¿Cómo se puede desarrollar esta competencia?

Existe la creencia que la inteligencia emocional es una habilidad que todos tenemos, pero que no se muestra si esta no se entrena. De la misma manera, hay personas que por diferentes motivos la tienen mucho más desarrollada que otros. La educación o el nivel de autoestima de la personal puede influir mucho en este aspecto.

 

Por suerte existen ejercicios que nos enseñan a desarrollar la inteligencia emocional, y aquellos que los ponen en práctica demuestran signos de madurez en la gran mayoría de aspectos de sus vidas.

 

El primer paso para desarrollar la inteligencia emocional es aprender a reconocer nuestras emociones y sentimientos para luego comprender de dónde provienen y poder controlarlas.

 

Claves para desarrollar una sana inteligencia emocional:

  • Detecta la emoción que hay detrás de tus actos: Consiste en ser capaz de conectar con tus emociones y entender cómo influyen sobre ti. Cuando haya algo que nos haga actuar o sentirnos de una determinada manera, debemos pararnos un segundo para reflexionar sobre la emoción que hay detrás y encontrar así, su origen.

 

  • Amplía tu vocabulario emocional: Hay cuatro emociones básicas a partir de las cuales se crean todas las demás: alegría, tristeza, enfado y miedo. Los nombres que pongas a tus emociones te ayudarán a entender cómo te estás sintiendo y por qué. No digas “Estoy triste” si las palabras que mejor describirían tu estado emocional serían decepcionado, compungido, melancólico o herido. Sé concreto.

 

  • No te dejes engañar por las apariencias emocionales: Muchas veces las emociones primarias desencadenan otras emociones, y eso nos lleva al error de creer que lo que realmente estamos sintiendo es la emoción secundaria.

 

  • No juzgues la forma en la que te sientes: Las emociones tienen la función de darte información sobre lo que está ocurriendo. Considera tus emociones no como algo bueno o malo, sino como una fuente de información que te ayudará a ser más consciente de ti mismo.

 

  • Descubre el mensaje oculto de tu lenguaje corporal: Si te cuesta identificar tus emociones, fijarte en tu lenguaje corporal te dará muchas pistas de lo que está ocurriendo en tu interior.

 

  • Lleva un diario emocional: Otra forma muy práctica y eficaz para mejorar tu inteligencia emocional es la de apuntar en una libreta tus sentimientos diarios.

 

  • Expresa tus emociones de forma asertiva: Ahora que ya sabes identificar y poner nombre a tus emociones, el siguiente paso sería aprender a expresarlas sin efectos adversos mediante la asertividad.

 

  • Conviértelo todo en conductas prácticas: No intentes aprenderlo todo a la vez. Céntrate en una única cosa y conviértela en algo práctico para saber exactamente qué hacer y cuándo.

 

El primer paso para desarrollar la inteligencia emocional es aprender a reconocer nuestras emociones.

 

Conclusiones

Como hemos mencionado la inteligencia emocional es fundamental para crear un ambiente positivo con las personas que nos rodean. Las personas que cuentan con alta inteligencia emocional consiguen establecer unas relaciones más positivas y enriquecedoras en su vida. Son personas que crean empatía y con quien gusta estar.

 

La inteligencia emocional desempeña un papel fundamental en el éxito o en el fracaso de todo tipo de relaciones humanas, como amistades, sentimentales y familiares hasta los vínculos laborales.

 

La empatía, el autocontrol emocional y la motivación, pueden condicionar el trabajo en equipo.

Por Elena García Muriel
Psicología

La Sra. García Muriel es una reconocida especialista en Psicología. Se licenció en Psicología por la Universidad de Salamanca y cuenta con un posgrado en Psicoterapia práctica clínica, un máster en Terapias contextuales y de tercera generación y es experta en EMDR Nivel I por la Asociación EMDR Europa. Además, ha realizado formación e intervención con mujeres víctimas de violencia de género y en riesgo de exclusión en Londres y en coaching y motivación personal.

A lo largo de su trayectoria ha combinado la labor asistencial con una actividad divulgativa, participando en publicaciones nacionales sobre la especialidad. 

En la actualidad, la Sra. García Muriel ejerce en Psicomaster.

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