Artroscopia de la ATM

Existen dos tipos de tratamientos para el trastorno temporomandibular: por un lado, el tratamiento conservador no invasivo y, por otro lado, la artroscopia. El 80% de los pacientes que sufren un trastorno temporomandibular pueden corregir la lesión mediante un tratamiento conservador o no invasivo o de primera línea. El 20% restante de los pacientes necesita un tratamiento de artroscopia, que sólo se aplica tras el fracaso del tratamiento anterior.

Hace años y en la actualidad, en los centros en los que no se dispone de esta técnica, cuando el tratamiento conservador no es eficaz, en ese 20% de pacientes, se recurre a la cirugía abierta o no se recurre a ningún tratamiento específico. Y se le dice al paciente que debe vivir con el trastorno temporomandibular, porque se trata de una cirugía complicada, con mucho riesgo y con pobres resultados. Sin embargo, el tratamiento artroscópico es el más adecuado para el 20% de los pacientes que no se puede beneficiar del tratamiento conservador. El Dr. López Vaquero ofrece este tratamiento en su consulta, ya que está altamente formado con los mejores especialistas en artroscopia a nivel nacional e internacional.

Ventajas de la artroscopia de la articulación temporomandibular

La cirugía mínimamente invasiva se realiza mediante la visión directa de una cámara y la ayuda de instrumental que se introduce en la cavidad a tratar (cavidad abdominal, articulaciones varias, senos paranasales, etc.), sin la necesidad de realizar cirugía abierta. Este tipo de cirugía permite la minimización de riesgos y posibles secuelas que ello conlleva, además de acortar el postoperatorio.

Con la artroscopia se permite realizar un diagnóstico directo, mediante la visión con una cámara que se introduce en la articulación. Además, en función del caso, se realizan distintos procedimientos terapéuticos en el interior de la misma, consiguiendo reducir significativamente el dolor y las alteraciones funcionales existentes.

¿Es suficiente con una artroscopia?

Según la evidencia científica, una primera artroscopia permite resolver la situación del paciente en el 80-85% de las ocasiones. Sin embargo, todo depende del estado de deterioro de esa articulación, previa a la intervención y del tiempo que lleve con él. En cualquier caso, la artroscopia se puede repetir, en el caso de que fuese necesario.

La recuperación de la artroscopia de la articulación temporomandibular

La artroscopia es un procedimiento que se realiza bajo anestesia general, pero se realiza de forma rápida, ya que en 45 minutos todo el procedimiento está realizado. De esta manera, el paciente, tras despertarse, puede volver a su domicilio sin necesidad de que pase ninguna noche en el hospital.

Aproximadamente, tras 5 o 7 días, las molestias de la propia intervención habrán desaparecido (habrá que tomar medicación que ayudará en el proceso), y habrá que empezar una fisioterapia temprana, que permitirá devolver la funcionalidad que hubiera perdido, en el que caso de que fuera así. Esta fisioterapia se puede hacer en casa, ya que el Dr. López Vaquero puede aportar las indicaciones necesarias para realizarla.

En dos semanas la mayoría de los pacientes suelen estar ya incorporados a su vida normal.