Dieta y nutrición para pacientes con diabetes

La diabetes es una de las enfermedades más comunes en la mayoría de la población y se caracteriza por el aumento de glucosa en sangre. El tratamiento de la diabetes implica encontrar el equilibrio necesario entre el tratamiento médico que el especialista haya recetado al paciente y su implicación responsable y constante para cumplir con lo establecido. Para la persona que padece diabetes será mucho más fácil cumplir con todo ello si tiene adquiridos unos hábitos alimentarios saludables. Como especialista en nutrición y endocrinología, me gustaría poder recomendarte y guiarte para conseguir una alimentación saludable y así, controlar también que los niveles de glucosa en sangre sean óptimos. Juntos, trataremos de llevar a cabo un equilibrio entre una alimentación saludable y tu tratamiento médico.

¿Qué dieta debes seguir si padeces de diabetes?

INCLUYE:

• Proteínas y lácteos bajos en grasa: pollo sin piel, carne blanca, salmón, atún, caballa, tofu, claras de huevo, legumbres como los garbanzos y leche, queso o yogur, aunque existen alimentos alternativos como la leche de almendras o de avena.
• Granos integrales: pasta, pan o cereales
• Verduras: zanahoria, pimientos, patatas, brócoli, tomate, maíz
• Frutas: naranja, frutos rojos, melón, manzana, etc.
• Agua • Endulzantes como la panela
• Grasas saludables: nueces, aguacate, aceite de canola y semillas.

EVITA:

• Mantequilla, margarina
• Productos precocinados: pizzas, empanadillas
• Lácteos, la carne roja y los embutidos
• Alimentos fritos
• Cantidades excesivas de sal o azúcar en los alimentos
• Bollería industrial
• Helados
• Bebidas azucaradas: refrescos, gaseosas o bebidas energéticas

¿Cuál es el mejor momento para comer si soy una persona diabética?

Para ajustar de la mejor manera posible los horarios de tus comidas lo más importante es saber cuál es el tipo de diabetes que padeces. Dependiendo del tipo de tratamiento de diabetes que tengas como paciente y del tipo de insulina que contenga tu medicación, la cantidad exacta de carbohidratos a ingerir será distinta. Cuanto más ajustado esté el tratamiento, será más fácil ajustar la precisión en los horarios de las comidas.

El hecho de tener un horario establecido en la comida sirve para no olvidar ninguna toma ni ninguna medicación. Si esto pasa, no cumplir con la correcta alimentación u olvidar comer en alguna de las franjas marcadas puede hacer que la glucosa en sangre baje y eso puede ser muy perjudicial para el paciente y el tratamiento. Si padeces una diabetes leve puede haber más flexibilidad a la hora de establecer las horas y las tomas de comida al día. Como especialista en nutrición, puedes contactar conmigo y puedo aconsejarte sobre tu situación para cumplir con el tratamiento y una alimentación saludable adecuada a tu tipo de diabetes.

¿Cuál es la mejor cantidad de comida para la diabetes?

Un aspecto también muy importante en cuanto a la nutrición que puedes tener en cuenta es la cantidad recomendada de alimentos a consumir para mantener la concentración de glucosa en sangre de tu cuerpo y el peso más adecuado. Antes, era tradición medir las porciones ingeridas contabilizando todos los hidratos que se consumían al día. Pero actualmente existe un método mucho más sencillo y eficaz que se conoce como el “método del plato”. Esta forma de nutrición consiste en dividir en tres partes desiguales un plato de unos 15 centímetros de diámetro: una mitad será ocupada por verduras y la otra mitad se dividirá en dos cuartos: un cuarto para las proteínas y el otro cuarto para los granos o hidratos. También es aconsejable tomar alguna porción de fruta para terminar la comida.

Como especialista te animo a consultarme cualquier tipo de duda que puedas tener y a utilizar todos estos consejos. También estaré a tu disposición para ayudarte en cualquiera de las áreas que te indico a continuación y así conseguir un tratamiento más personalizado:

• Conseguir los niveles recomendados de glucosa en sangre, presión arterial y colesterol.
• Obtener tu peso idóneo recomendado e incluso disminuirlo si fuera necesario.
• Prevenir problemas graves relacionados con tu enfermedad.
• Conseguir que te sientas con más vitalidad.