¿Cuándo debemos acudir a terapia de pareja?

Escrito por: Ángela Santos García
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Editado por: Top Doctors®

¿Qué es la terapia de pareja? ¿En qué consiste?

La terapia de pareja es el recurso que la psicología pone a disposición de las parejas del tipo que sean, para solucionar conflictos que pueden atravesar sin encontrar la forma propia de solucionarlos. En ella los dos miembros de la pareja se ponen a trabajar para solucionar los problemas de la relación e individuales que influyen en esta.

¿Cuándo debemos acudir a terapia de pareja?

Cuando la pareja entra en un momento de desesperación o de falta de capacidad evidente para solucionar los problemas que tienen. Esto queda de manifiesto cuando empiezan a aumentarse las discusiones, y la intimidad o los espacios para el entendimiento se reducen. Esto merma la capacidad de recuperación del clima de entendimiento y amor que la mantiene y se repiten pensamientos de abandono, o separación.

Es importante acudir cuando empiezan los problemas. La terapia de pareja es tremendamente provechosa pero no hace milagros. En muchos casos la pareja acude cuando se encuentra ya al borde de la ruptura y los sentimientos que quedan son muy negativos y están cargados de situaciones muy dolorosas que se han ido produciendo.

Es importante acudir cuando empiezan los problemas
 

 ¿Cuáles son los principales motivos?

Desde mi punto de vista los motivos más frecuentes para este tipo de problemáticas son los siguientes:

  • Comunicación. Este es seguramente unos de los temas más importantes y más difíciles en el proyecto de cambio. La manera de entender el para qué de la comunicación, la manera de escuchar, la necesidad de escuchar para comprender, el renunciar a la necesidad de tener razón o el control, son factores claves para entendernos con el otro y poder solucionarlo. Otro factor que se presenta a menudo es el prejuicio y la expectativa sobre lo que el otro tiene que saber y tiene que hacer o dejar de hacer que se convierte en un tema que no se comunica directa y sanamente y se enquista y complica el proceso de comunicación. 
  • Respeto de la singularidad y aceptación del otro. Esto implica conocer al otro, y entender que es una persona diferente a nosotros. El otro tiene una forma diferente de ver la vida, y tiene unos conceptos distintos sobre lo bueno, lo deseable, la expectativa, los deberes… Se merece ser aceptado tal y como es, aunque siempre han de hacerse concesiones por el compromiso con la relación. 
  • Proyecto Vital. La manera de entender la vida, o la maduración personal determinan como quiero vivir la vida y con quien. En numerosos casos se producen cambios vitales personales diferentes en los dos miembros de la pareja, que llevan a uno de ellos a querer cambiar el enfoque que le da a su vida. Esto introduce elementos que no estaban en la relación antigua y que pueden excluir al otro de ese proyecto de manera directa o derivada de las decisiones que conlleva ese cambio, que ya no coinciden con el proyecto del otro. 
  • Relaciones con los otros. Los limites con respecto a las segundas familias, las responsabilidades, la frecuencia de las visitas o los roles pueden crear conflictos por ser diferentes en cada una de las familias.
  • Rutinas y distribución de tareas. Tal vez este tipo de asuntos reflejan de manera más cotidiana y evidente como los otros conflictos se están presentando. En el reparto de tareas, o la educación de los hijos se escenifican en el día a día las dificultades de comunicación y de solución de problemas con el otro. Quien hace más o menos, cual es el criterio en cuanto a frecuencia o calidad de las tareas, es un punto a concluir en la relación con el otro donde se han de combinar dos maneras distintas de entender este tipo de situaciones.

 ¿En qué consiste el proceso de la terapia?

Como en la terapia individual el trabajo se inicia con la evaluación y el conocimiento de la situación actual, los problemas que se han estado planteando, y las visiones que los distintos miembros tienen. Lo más importante para mí es conocer la emoción que está en cada uno de los miembros y el compromiso para trabajar en la solución. A partir de ahí empezamos a trabajar en la comprensión de los puntos mencionados en la anterior cuestión, en la negociación de los cambios, en la propuesta de soluciones y en volver a darle al otro el reconocimiento positivo del esfuerzo que hace.

Para más información contacte con un especialista.

Por Ángela Santos García
Psicología

Ángela Santos García es una reconocida especialista en Psicología, experta en comunicación en crisis, afrontamiento de situaciones complejas, investigación, liderazgo y gestión conflictos. Tiene un máster en Terapia de Conducta y cuenta con la habilitación para formar personal, que desarrolla en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, como Policía y Guardia Civil. Por otro lado, es experta en tratamientos para el estrés, la ansiedad o la depresión.

Ha realizado numerosos cursos y es formadora en proyectos de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y de la Universidad de Miami (con un proyecto único en Europa). Asimismo, colabora en varias revistas digitales e impresas, y ha sido ponente en diferentes jornadas y congresos.

En la actualidad, la Sra. Santos ejerce como terapeuta en un gabinete privado.

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