Mindfulness, cómo mejorar el rendimiento, el bienestar y las relaciones
Escrito por:Los programas de entrenamiento en mindfulness están ganando popularidad en el mundo empresarial, con empresas de Silicon Valley organizando conferencias sobre el tema. Google, por ejemplo, ha desarrollado su propio protocolo de entrenamiento llamado "Search inside yourself", convirtiéndolo en una lucrativa línea de negocio adicional.
Sin embargo, no son solo las empresas tecnológicas las que están adoptando esta práctica. Un amplio espectro de empresas, tanto privadas como estatales, están integrando programas de mindfulness en la formación de sus directivos y empleados. Esto ha dado lugar a una floreciente nueva industria en el campo de la formación: la industria de la meditación. Pero, ¿se trata simplemente de una moda pasajera o hay algo más detrás de esta tendencia?
¿Qué es el mindfulness y cómo funciona?
El mindfulness representa una capacidad innata y universal de la humanidad, una experiencia que todos hemos experimentado al ser conscientes de nuestro entorno, pensamientos, emociones y acciones. Sin embargo, nuestra mente tiende a divagar sin rumbo, saltando de un pensamiento o imagen a otro de manera automática. Esta tendencia nos lleva a pasar gran parte de nuestra vida en piloto automático, perdiéndonos en distracciones y reviviendo el pasado o anticipando el futuro en lugar de estar plenamente presentes en el momento actual.
Afortunadamente, esta habilidad de estar presentes puede ser cultivada y fortalecida a través de la práctica del mindfulness, especialmente a través de la meditación. Esta práctica nos permite entrenar la mente para desarrollar un estado de conciencia plena, contrarrestando así la tendencia automática a distraernos. Al prestar atención al momento presente, también nos volvemos conscientes de los filtros y sesgos que nuestra mente utiliza para interpretar el mundo, los cuales están influenciados por nuestros condicionamientos, experiencias previas y conocimientos adquiridos.
¿Cómo entrenar?
La práctica formal implica dedicar un tiempo específico cada día para cultivar la presencia consciente. Por lo general, se comienza centrándose en un objeto, como la respiración, para calmar y estabilizar la mente. Cuando la mente se distrae, se redirige la atención nuevamente hacia ese objeto. Con el tiempo, se amplía la conciencia para incluir toda la experiencia que surge momento a momento, adoptando una actitud de amabilidad, curiosidad y apertura.
Por otro lado, la práctica informal implica realizar actividades cotidianas con atención plena deliberada: al comer, nos enfocamos en la comida; al caminar, nos concentramos en el acto de caminar; durante una conversación, nos sumergimos en ella por completo. Cuando notamos que nos distraemos, volvemos intencionalmente nuestra atención a lo que estamos haciendo. La repetición de esta práctica moldea los circuitos del cerebro y fortalece nuestra capacidad para estar más presentes en cada momento de la vida.
¿Qué se entrena al practicar mindfulness?
El entrenamiento en mindfulness se suele asociar comúnmente con el desarrollo de la atención, y aunque ciertamente es parte de ello, abarca mucho más. Al practicar mindfulness, se trabaja en varios aspectos clave:
- La intención: Implica reflexionar sobre la motivación y el propósito detrás de prestar atención, así como mantener una perseverancia consciente en hacerlo.
- La atención: Se trata de entrenar y estabilizar la mente en el momento presente, lo que nos permite reconocer cuando nuestra mente divaga reactivamente hacia el pasado o el futuro, y luego devolverla al presente. Esto implica desarrollar la capacidad de atención sostenida y el control de la misma.
- La actitud: Consiste en prestar atención con una actitud de curiosidad, aceptación, apertura y amabilidad. Esto implica cambiar nuestra relación con la experiencia, sin tratar de manipularla o resistirla, así como transformar nuestro diálogo interno, que a menudo está lleno de autocrítica y autoacusación.
Estos tres elementos no son procesos independientes; están interconectados y se refuerzan mutuamente en un ciclo continuo que tiene efectos significativos en el funcionamiento físico y mental, así como en el comportamiento. Con el tiempo, estos cambios tienen un impacto en áreas importantes de la vida y el trabajo.
Conclusión: más allá de la productividad
Tanto los testimonios como la literatura respaldan la práctica del mindfulness como una herramienta poderosa para mejorar el liderazgo y la calidad de vida de los empleados en la empresa. Sin embargo, es importante aclarar que el mindfulness no es una solución rápida ni un conjunto de instrucciones que se puedan dominar en un breve seminario de un día. Es un proceso de entrenamiento que requiere tiempo, paciencia y la orientación de profesionales capacitados y experimentados.
Además, no se debe usar el mindfulness de manera superficial con el único propósito de mejorar la productividad y la resiliencia de los trabajadores. Más allá de los beneficios en términos de productividad, el entrenamiento en mindfulness fomenta una mayor conciencia, lo que hace que las causas del estrés y la infelicidad sean más evidentes.
Para que la intervención en mindfulness sea efectiva, es necesario crear un entorno organizacional que la respalde a largo plazo. Esto implica el compromiso activo de los directivos, la alineación con los valores de la empresa e incluso puede requerir ajustes en dichos valores, así como un compromiso global para mejorar las condiciones laborales y de gestión.