¿Qué es la vaginoplastia?
La vaginoplastia es una cirugía de rejuvenecimiento vaginal cuyo objetivo es corregir la distensión de los tejidos del canal vaginal y recuperar la tonicidad y capacidad de contracción de los músculos vaginales.
Se realiza mediante una sedación de forma ambulatoria, por lo que el mismo día de la intervención se dará al paciente el alta hospitalaria.
¿Por qué se realiza?
Esta intervención quirúrgica se realiza en aquellas mujeres que desean corregir de episotomías después de los partos, o bien aquellas otras que padecen un ensanchamiento del canal vagina debido a la edad, la menopausia o a partos múltiples.
¿En qué consiste?
El procedimiento quirúrgico de la vaginoplastia consiste en el cierre de los músculos situados alrededor de la vagina, que están distendidos o deformes y que son los encargados de dar fuerza a las paredes vaginales, mejorando a la vez la elasticidad y el control de la vulva.
Los resultados de esta operación suelen ser altamente satisfactorios, ya que se obtiene una vagina más estrecha y un suelo pélvico más fuerte sin dejar cicatrices visibles en la zona. Además, en muchos casos se mejora la satisfacción de las relaciones sexuales afectadas por este tipo de malformaciones.
Preparación para la vaginoplastia
Los siete días previos a la cirugía, es importante evitar tomar antiagregantes plaquetarios para limitar el riesgo de sangrado y de hematomas. Los antiinflamatorios deben evitarse durante un período de los tres días previos.
Cuidados tras la intervención
Durante las primeras 48 horas tras la intervención quirúrgica es normal que la paciente note algunas molestias. Es necesario hacer reposo durante este periodo y colocar frío en la zona afectada.
Alternativas a este tratamiento
Si se busca tratar patologías como la incontinencia urinaria o el prolapso vaginal, otra opción vendría a ser la cirugía de cinta o la aplicación de mallas que reemplazan las fascias dañadas.