Una guía para reducir el estrés: una perspectiva personal

Escrito por: Víctor Galarza Rodríguez
Publicado:
Editado por: Leonor Santos Moreno

Hace algunos años, decidí enfrentar mi estrés de una manera constructiva al crear una guía antiestrés. Hoy, me complace ofrecerles una versión resumida que espero sea útil para todos.

 

En ella, podrán aprender sobre los efectos negativos del estrés en el cuerpo, la mente y nuestras relaciones con los demás. Pero primero, empecemos desde el principio...

 

¿Qué es el estrés?

Permítanme presentarles la definición proporcionada por la Real Academia Española (RAE) sobre el estrés: "se trata de una tensión generada por situaciones abrumadoras que pueden desencadenar reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos, a veces graves".

 

A primera vista, esta descripción podría llevarnos a concluir que el estrés es algo a evitar a toda costa. Sin embargo, esto sería un error grave.   En cantidades adecuadas, el estrés es una respuesta natural y adaptativa del cuerpo. Nos proporciona energía y nos activa, enfocándonos en la resolución de problemas. Nos vuelve más creativos y nos mantiene alerta para respuestas rápidas, entre otros beneficios.  

 

En cantidades adecuadas, el estrés es una respuesta natural y adaptativa del cuerpo

 

¿Cuándo surge el problema?

Y si nos enfrentamos a una amenaza que sobrepasa nuestra capacidad de adaptación, o si esa amenaza es simplemente el resultado de la anticipación de situaciones que quizás nunca se materialicen, entre otros escenarios, nuestro organismo comenzará a gastar energía de manera desproporcionada, como si fuera un pozo sin fondo.

 

Este desgaste continuado y acentuado puede tener consecuencias significativas a largo plazo. Con el tiempo y la intensidad sostenida, el rendimiento, la concentración y la capacidad de tomar decisiones pueden disminuir notablemente. La frustración aumenta, junto con la autocrítica por no alcanzar el mismo nivel de rendimiento que antes. Sentimientos de culpa y vergüenza pueden aflorar, complicando aún más nuestras relaciones con las personas cercanas. Es posible que experimentemos un aumento en la irritabilidad y reacciones exageradas ante situaciones menores.

 

En cuanto a la salud, el estrés crónico afecta negativamente nuestras defensas naturales, aumenta la presión arterial y puede provocar problemas digestivos, entre otros síntomas. Estas sensaciones son familiares para muchos de nosotros, ya que todos hemos experimentado momentos de estrés en algún momento de nuestras vidas.

 

Recomendaciones para combatir el estrés

Me gustaría compartir algunas ideas y recomendaciones que pueden ser útiles para aquellos que están experimentando niveles moderados de estrés y que buscan apoyo antes de recurrir a profesionales:

  • Respira profundamente: la práctica de técnicas de respiración, como el yoga o el tai chi, así como el ejercicio físico en general, puede tener un impacto significativo en la forma en que nuestro cuerpo responde al estrés. La respiración diafragmática, en particular, puede ayudar a reducir la activación del cuerpo, la frecuencia cardíaca y a relajar la musculatura.
  • Haz actividad física: encuentra una forma de ejercicio que disfrutes y que te proporcione beneficios tanto físicos como emocionales. Escucha a tu cuerpo y encuentra un equilibrio entre la actividad y el descanso.
  • Adopta hábitos saludables: mantén una alimentación equilibrada, evita el consumo de sustancias nocivas y sé consciente de tu consumo de alcohol. La moderación en todos los aspectos de la vida es clave para mantener un equilibrio saludable.
  • Gestiona tu tiempo: organiza tu día de manera efectiva, priorizando actividades importantes y reservando tiempo para el autocuidado y el disfrute. Encuentra un equilibrio entre el trabajo y el ocio para mantener la armonía en tu vida.
  • Controla tus pensamientos: reconoce y desafía los pensamientos negativos y autocríticos. Prueba a distanciarte de ellos y a mirarlos desde una perspectiva más objetiva. A veces, cambiar la forma en que nos relacionamos con nuestros pensamientos puede marcar la diferencia en nuestra salud mental.
  • Gestiona tus emociones: aprende a identificar, expresar y regular tus emociones de manera saludable. Explora técnicas de gestión emocional y busca apoyo si es necesario, ya sea a través de libros, recursos en línea o profesionales de la salud mental.

Es esencial aprender a manejar el estrés y desarrollar estrategias que nos ayuden a reducir nuestra activación fisiológica y cognitiva, lo que a su vez puede disminuir el riesgo de enfermedades relacionadas con el estrés. Si necesitas apoyo adicional en este proceso, en Lucentum Psicología estamos aquí para ayudarte.

 

*Перевод с переводчиком Google. Мы приносим извинения за любые несовершенства

Por Víctor Galarza Rodríguez
психология

*Перевод с переводчиком Google. Мы приносим извинения за любые несовершенства

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