Fisioterapia uroginecológica: ¿Qué es y para qué sirve?
Escrito por:La Fisioterapia uroginecológica es una rama de la Fisioterapia que evalúa y trata disfunciones del suelo pélvico para diversos tipos de pacientes y casos clínicos: pacientes jóvenes, mujeres en proceso de posparto o menopausia o, en definitiva, cualquier paciente que presente una disfunción en la misma zona.
Asimismo, la Fisioterapia uroginecológica puede interesar a pacientes que quieran actuar en prevención de estas disfunciones, además de poder cumplir un rol durante los procesos previos y posteriores a intervenciones quirúrgicas.
¿Qué síntomas presentan los pacientes que necesitan Fisioterapia uroginecológica?
Los síntomas más frecuentemente tratados por los especialistas de esta disciplina son dolor e incomodidad en la zona vaginal, ya sean provocados durante el mantenimiento relaciones íntimas o de manera completamente espontánea.
Asimismo, muchos otros pacientes precisan la fisioterapia uroginecológica porque presentan picor o escozor en la zona; una necesidad repetida, repentina y, a menudo, incontrolable de orinar (vejiga hiperactiva e incontinencia); o una infección del tracto urinario (cistitis).
¿Qué patologías trata?
Así pues, la Fisioterapia uroginecológica es un tratamiento completo, que trata numerosos tipos de dolencias, entre las que se encuentran:
- Incontinencia urinaria y/o incontinencia fecal.
- Cistitis.
- Vejiga hiperactiva.
- Endometriosis.
- Miomas.
- Dismenorrea.
- Prolapso.
- Problemas de lubricación vaginal.
- Trastornos del deseo sexual.
- Dispareunia o dolor al mantener relaciones sexuales.
- Vaginismo.
- Incomodidad en la zona vaginal.
- Procesos de posparto, especialmente para ayudar a la cicatrización y recuperación del suelo pélvico y el abdomen.
¿Qué beneficios brinda fortalecer el suelo pélvico?
El tratamiento con Fisioterapia uroginecológica y, por tanto, el fortalecimiento del suelo pélvico permite observar resultados desde la primera sesión, a través de un alivio notorio del dolor y de otros síntomas molestos para las pacientes como el escozor, la picazón o la incomodidad.
En este sentido, este tratamiento no solo restaura la funcionalidad del suelo pélvico, sino que ataca y previene otras disfunciones de forma simultánea. Así pues, entre sus beneficios añadidos, podría mencionarse la prevención de cirugías por incontinencia urinaria de esfuerzo y prolapso o la elusión del uso de fármacos para el tratamiento de la vejiga hiperactiva.
En definitiva, un suelo pélvico sano y fortalecido es clave para prevenir las disfunciones uroginecológicas más comunes y, además, llevar una vida íntima más beneficiosa.