Todo lo que necesitas saber sobre la disfunción eréctil
Autore:La disfunción eréctil es la incapacidad para mantener una erección rígida para conseguir una relación sexual satisfactoria. Todos los hombres son candidatos a tener problemas de erección y en España afecta al 19% de los varones entre los 25 y 70 años.
Además, la frecuencia de la disfunción eréctil aumenta con el paso de los años y afecta a un 14% de los hombres de 40-49 años, 25% en hombres de 50-59 y al 49% de los hombres de entre 60-69 años.
Causas de la disfunción eréctil
La disfunción eréctil se produce cuando la sangre no entra correctamente o se escapa de los sinusoides. Entonces es cuando se presentan problemas de erección, ya que no se produce el aumento de tamaño y la rigidez del pene.
La disfunción eréctil puede ser de origen físico o psicológico. No obstante, en la mayoría de pacientes con disfunción eréctil de origen físico también desarrollan problemas psicológicos que agravan la situación.
Tipos de disfunción eréctil:
- Vascular. Se produce cuando llega poca sangre al pene o no se retiene adecuadamente. Entre las causas más frecuentes están: diabetes, hipertensión, aumento del colesterol, tabaquismo, y enfermedades cardiovasculares
- Neurológica. Se da cuando existen problemas a través de los nervios erectores al haber problemas en la transmisión de órdenes que el cerebro y la médula espinal envían al pene. Enfermedades como la diabetes y de la médula acentúan la disfunción eréctil de este tipo.
- Hormonal. Tiene lugar cuando el organismo no produce la suficiente testosterona. Se le conoce como hipogonadismo. En los pacientes con disfunción eréctil hormonal, existe un déficit de testosterona y responden muy bien a un tratamiento sustitutivo con testosterona.
- Medicamentos. Un seguido de medicamentos que se usan para el tratamiento de la hipertensión o depresión pueden afectar a la erección.
- Psicológica. La erección se ve afectada por problemas psicológicos que pueden responder a una ansiedad de ejecución. En pacientes con disfunción eréctil de origen psicológico es fundamental un asesoramiento psicológico para hablar de la disfunción eréctil con el paciente y con su pareja para ayudarles a superar el problema.
Por otro lado, existen factores de riesgo como la diabetes, el tabaco o el aumento del colesterol que pueden acelerar los problemas de disfunción eréctil. Si estos factores de riesgo no se corrigen, la enfermedad vascular puede avanzar y en muchos casos en una señal que advierte que las arterias se están cerrando.
Para el diagnóstico de la disfunción eréctil, se revisa el historial clínico del paciente y se le autoriza un análisis de sangre. En algunos casos también se aconseja realizar una ecografía y doopler que permite realizar un detallado estudio vascular del pene.
Mediante esta técnica se consigue valorar el volumen de sangre que entra y/o se escapa y también permite distinguir entre una causa psicógena y orgánica. En muy pocos pacientes, sobre todo en jóvenes, es necesario recurrir a pruebas específicas.
¿Qué tratamientos existen?
Existen diferentes opciones terapéuticas, pero siempre debe realizarse una exploración a cada paciente para ajustarlo a sus necesidades. Cuando se conocen las causas es más fácil actuar.
Cuando el problema tiene su origen en una causa física, los principales tratamientos son:
- Hormonas (testosterona)
- Fármacos orales (Sildenafilo, Tadalafilo y Vardenafilo)
- Inyección de un medicamento en el pene
- Prótesis de pene
También se puede recurrir a fármacos orales e inyecciones. Los fármacos se administran en forma de pastillas y los más usuales son: Sildenafilo (Viagra®), Tadalafilo (Cialis®) y Vardenafilo (Levitra®). Actúan bloqueando la enzima fosfodiesterasa 5 y ofrece buenos resultados en más del 70% de los pacientes.
Y en cuanto a la inyección, es otro de los tratamientos más eficaces con resultados por encima del 90%. También pacientes tratados con ondas de choque logran mejorar su función eréctil y endotelial.
Una enfermedad sin cura
Los tratamientos mencionados hasta ahora ayudan a mantener una correcta erección durante las relaciones sexuales, pero no curan la enfermedad.