¿Qué debo hacer cuando me sale una muela del juicio?
Autore:Las muelas del juicio son las últimas piezas dentales en erupcionar. A veces crecen en una posición anormal (de lado o curvadas) y puede causar algunas complicaciones.
Normalmente erupcionan entre los 17 y 21 años. Estas muelas se llaman así porque erupcionan a una edad más madura, pero a veces tardan más tiempo o pueden llegar a salir antes, e incluso a veces no erupcionan.
¿Cuál es la función de las muelas del juicio?
Antiguamente cumplían la función de masticación, porque la dieta que tenían nuestros antepasados era muy dura, de manera que las muelas del juicio también ayudaban en esa masticación del alimento.
Actualmente, la nueva generación de los niños ya no las tiene, porque está demostrado que es una pieza dental que no hace ninguna función.
¿Qué síntomas causan?
Entre los síntomas destacados, se incluyen los siguientes:
- Enrojecimiento e hinchazón de encías en la zona afectada, que puede extenderse en más zonas de la cavidad oral.
- Sensibilidad o sangrado de encías en la zona.
- Dolor e hinchazón mandibular y, en algunas ocasiones, inflamación en la mejilla y dolor en el oído.
- Mal aliento.
- Sabor desagradable en la boca.
- Dificultad para abrir la boca y molestias al comer y masticar.
¿Qué hacer cuándo nos sale una muela del juicio?
Si detectamos de manera repentina algún síntoma o experimentamos dolor detrás del último molar, es recomendable consultar inmediatamente con el dentista para evitar complicaciones.
Si se presenta una infección, será necesario tratarla con antibióticos y acudir lo más pronto posible al dentista; es la mejor decisión.
Si lo que tienes es dolor asociado con la aparición y “empuje” de la muela, debes acudir con tu odontólogo para una valoración y probable extracción de la muela. Es una operación frecuente y rápida que evitará más sufrimiento y daño en los demás dientes, ya que en casos graves se enchuecan al punto de requerir ortodoncia.
No se puede saber ni prevenir el crecimiento de una muela inclinada o retenida, pero se pueden realizar acciones que detecten y eviten esta condición dolorosa:
- Visita a tu dentista cada 6 meses para una sesión de limpieza y control. De este modo, se puede supervisar el desarrollo de los molares, su ángulo de inclinación y su aparición, consiguiendo una mejor higiene.
- Si lo recomienda el odontólogo, hazte radiografías periódicas para detectar una posible retención antes de que se presenten los síntomas.
Recuerda que la mejor manera de evitar molestias y daños por los últimos molares es la detección: mantén una salud dental apropiada y sin dolor.