Ortodoncia infantil: cuidando la sonrisa de los más pequeños

La mayoría de problemas dentales desarrollados de forma natural en la edad adulta tienen su origen en la infancia. Por esta razón, en este artículo, la especialista en Odontología María Dolores Fernández Fernández explora por qué es esencial que los niños sean evaluados por un ortodoncista a una edad temprana, cómo los hábitos orales pueden influir en el desarrollo de las estructuras craneofaciales y cuáles son las opciones de tratamiento disponibles para los más pequeños.

 

¿Qué importancia tiene un diagnóstico temprano?

Uno de los pilares fundamentales de la ortodoncia infantil es la evaluación temprana. Se recomienda que los niños sean revisados por un ortodoncista a los seis años de edad. ¿Por qué? En esta etapa, es posible evaluar si la boca del niño se está desarrollando adecuadamente y si los dientes están encajando correctamente a medida que emergen. Identificar problemas a esta edad es crucial, ya que el desarrollo de los huesos aún no está completo, lo que significa que es posible intervenir y corregir problemas a través de la ortopedia dentofacial. De lo contrario, en la edad adulta, modificar la estructura ósea requerirá siempre cirugía.
 

¿Cómo funciona el tratamiento con ortodoncia?

El tratamiento ortodóncico en niños tiene como objetivo controlar el crecimiento de las estructuras dentofaciales para asegurar su desarrollo adecuado y controlar hábitos perjudiciales, como la succión digital, la respiración oral o la deglución atípica.

Para llevar a cabo los tratamientos, se dispone de varios aparatos de ortopedia, en algunos casos se trata de aparatología fija y en otros son aparatos removibles que se retiran para las comidas y que el niño debe llevar durante un tiempo variable en función del problema a tratar.

 

¿Cuánto duran estos tratamientos?

Tal y como se adelantaba en el punto anterior, la duración de los tratamientos de ortodoncia en la etapa infantil puede variar según la complejidad del problema a abordar. En promedio, un tratamiento suele durar alrededor de 12 meses, pero en casos más complejos, puede extenderse hasta 24 meses.

Durante este período, es esencial que el niño siga las recomendaciones de su ortodoncista para garantizar el éxito del tratamiento. Además, es importante destacar que los tratamientos ortodóncicos en la infancia a menudo representan una primera fase. Posteriormente, cuando el niño ha completado casi todo el recambio dentario, se debe reevaluar el caso y considerar la necesidad de una segunda fase de tratamiento.

 

¿Qué impacto tienen los hábitos orales para la salud dental infantil y para el éxito del tratamiento?

Los hábitos orales en edades tempranas pueden tener un impacto significativo en el desarrollo de las estructuras craneofaciales. Un ejemplo común es el hábito de succión digital, que puede alterar el desarrollo de diversas zonas de la boca, como:

• El paladar, causando paladar ojival.
• La arcada, haciéndola más estrecha.
• La lengua, cuya posición se ve afectada, dando lugar a patologías como la deglución atípica o infantil y, en muchos casos, problemas en el habla.

Por otro lado, existen otros hábitos, como la higiene dental, que son cruciales para la salud bucal de cualquier niño o adulto. De la misma manera, la higiene juega un papel fundamental en el éxito del tratamiento ortodóncico infantil. El cepillado después de cada comida sigue siendo crucial para prevenir problemas secundarios, como la formación de caries o alteraciones gingivales. Asimismo, si el tratamiento se lleva a cabo con aparatos removibles, es fundamental que se cepille el aparato con un cepillo especialmente diseñado para ello y jabón neutro.