Neurofeedback para tratar el autismo
Autore:Varias revisiones señalan que el Neurofeedback en pacientes con trastorno del espectro autista (TEA) ha de ser considerado como un tratamiento probablemente eficaz, y por tanto a formar parte del conjunto de intervenciones necesarias para abordar las distintas alteraciones de dichos pacientes (García-Berjillos, Aliño, Gadea y col., 2015; Yucha y Montgomery, 2008).
Signos y síntomas de autismo
Los síntomas que caracterizan el TEA son muy discapacitantes y aparecen en edades tempranas; comunicación e interacción social deficitaria es uno de los más señalados, junto a patrones estereotipados de conducta y restricciones severas en sus intereses, al que con frecuencia se unen alteraciones cognitivas y comportamentales (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013). Este conjunto de alteraciones, tanto por su gravedad como por su inicio a corta edad, dificultan el desarrollo personal y el desempeño social de las personas afectadas, como también condicionan su entorno familiar. Por todo ello, se aconseja que el tratamiento se inicie tan pronto se detectan las alteraciones y que este se vaya acompasando a la evolución del paciente.
Numerosos estudios se han interesado por identificar las características de la actividad cerebral de las personas con TEA, siendo el análisis electroencefalográfico (EEG) uno de los métodos más usados (Murias, Webb, Greenson y col., 2007).
Se identifican patrones atípicos de actividad cerebral (EEG) en las personas con TEA (Chan, Sze y Cheung, 2007) y relaciones entre dicha actividad cerebral y los síntomas del paciente (Hughes y John, 1999). Por tanto modificar sus patrones atípicos de actividad cerebral tiene gran importancia en el tratamiento de personas con TEA, siendo el Neurofeedback la opción apropiada.
¿Qué es el neurofeedback?
La innovación tecnológica ha permitido disponer hoy en día de la terapia del Neurofeedback, mediante la cual se detecta en tiempo real la actividad EEG y favorecer patrones de actividad cerebral acordes a los objetivos terapéuticos, los cuales ayuden al paciente a mejorar su funcionamiento y desempeño personal.
En personas con TEA, el Neurofeedback está facilitando que se reduzcan sus déficits en atención, que mejoren sus funciones ejecutivas (como flexibilidad cognitiva y planificación) y que se reduzcan conductas disruptivas como la impulsividad (García-Berjillos, Aliño, Gadea y col., 2015; Holtmann, Steiner, Hohmann y col., 2011).
American Psychiatric Association (2013): DSM-5 Diagnostic and statistical manual of mental disorders. Washington: American Psychiatric Association.
Chan, A. S.; Sze, S. L. y Cheung, M. (2007): Quantitative electroencephalographic profi les for children with autistic spectrum disorder. Neuropsychology, 21: 74-81.
García-Berjillos, E.; Aliño, M.; Gadea, M.; Espert, R. y Salvador, A. (2015): Eficacia del neurofeedback para el tratamiento de los trastornos del espectro autista: Una revisión sistemática. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 20: 151-163.
Holtmann, M.; Steiner, S.; Hohmann, S.; Poustka, L.; Banaschewski, T. y Bölte, S. (2011):
Neurofeedback in autism spectrum disorders. Developmental Medicine & Child Neurology, 53: 986-993.
Hughes, J. R. y John, E. R. (1999): Conventional and quantitative electroencephalography in psychiatry. The Journal of Neuropsychiatry and Clinical Neurosciences, 11: 190-208.
Murias, M.; Webb, S. J.; Greenson, J.; Dawson, G. (2007): Resting state cortical connectivity reflected in EEG coherence in individuals with autism. Biol Psychiatry, 62: 270-3.
Yucha, C. y Montgomery, D. (2008). Evidence-Based Practice in Biofeedback and Neurofeedback. Wheat Ridge, CO: Association for Applied Psychophysiology & Biofeedback.
