La importancia de educar la alta sensibilidad en niños y de trabajar la sensibilidad con los padres

El término de Alta Sensibilidad se refiere a un rasgo de funcionamiento descrito por la Dra. Elaine Aron en la década de los 90. Este rasgo tiene 4 características nucleares:

• Profundidad en el procesamiento de la información.
• Aumento en la percepción sensorial. Esto los lleva a la sobre estimulación con facilidad.
• Gran empatía y emocionalidad intensa.
• Captan detalles sutiles que pasan desapercibidos a la mayoría.

Estas características se observan desde la infancia y condicionan su desarrollo psíquico y el aprendizaje cognitivo. Se trata de niños que se ven muy afectados por la carga emocional en las interacciones con los otros y con el entorno. Si en la interacción emocional se sienten inseguros y cuestionados experimentan una activación rápida y refleja de su sistema nervioso vegetativo que puede llevarlos a una reacción corporal de defensa o lucha e incluso les puede paralizar. De la misma forma cuando, de forma empática, se sienten seguros y reconocidos se calman de forma rápida y pueden conectar con sus recursos con respuestas maduras y adaptativas rápidas y eficientes.

Son niños que sorprenden en ocasiones con explosiones emocionales ante comentarios o situaciones, aparentemente nimios para otros, pero que tocan algo profundo en ellos y les hace perder el control de sus emociones. Parece que en ellos las emociones son siempre extremas, le cuesta conectar con la escala de grises.

Son niños muy empáticos y con frecuencia sociables, aunque se sienten y se les percibe como diferentes. Tienden a aislarse por la necesidad de atenuar la estimulación, así como por su capacidad para perderse en un mundo interno rico, con ensoñaciones compensatorias de un mundo exterior con frecuencia hostil. Su mundo interno les da seguridad.

Sin embargo, no desarrollar herramientas para gestionar interacciones sanas puede facilitar el desarrollo de funcionamientos neuróticos, apoyados en un pensamiento mágico y a veces supersticioso. Recurrir a esta protección puede llevarlos, también en la vida adulta, a refugiarse en la sensación de ser distintos para evitar la interacción con un mundo externo que les sobrepasa.

Para finalizar destacaría la profundidad de sus reflexiones. A veces se sienten muy angustiados con preguntas existenciales, profundas, que sorprenden y desbordan al adulto.

¿Por qué es fundamental educar y comprender la alta sensibilidad en la infancia?

Autores como Michael Pluess y Thomas Boyce destacan en sus investigaciones como el rasgo de Alta Sensibilidad puede hacer que los niños sean vulnerables al estrés, la depresión y tiendan a presentar somatizaciones. Destacan también como este rasgo favorece que estos niños obtengan significativamente mayor beneficio de las intervenciones psicológicas, así como de una buena educación en el autocuidado.

 Si los niños no son validados, aceptados y no cuentan con herramientas emocionales de regulación pueden cronificar síntomas somáticos como la única vía para recibir la atención y los cuidados que necesitan. También pueden desarrollar disfunciones en los mecanismos de afrontamiento de conflictos pudiendo construir una personalidad patológica con dificultades en la adaptación social.

Se sabe que las vivencias traumáticas en la infancia predisponen a la ansiedad y la depresión también en la edad adulta. Sin embargo, en los niños con el rasgo de Alta Sensibilidad, se observa como programas breves de aprendizaje en herramientas emocionales y favorecer entornos en los que se sientan reconocidos y validados, permiten en ellos cambios sustanciales en su funcionamiento, así como una mejor salud en el presente y a futuro.

¿Cómo puede la alta sensibilidad afectar las interacciones sociales y el rendimiento académico de un niño si no se comprende o atiende adecuadamente?

Los niños con Alta Sensibilidad pueden distraerse con más facilidad a causa de su mayor percepción de los estímulos del entorno y de las emociones. Su profunda reflexión puede llevarlos a centrarse en detalles y conexiones complejas, dificultando con frecuencia la síntesis de la información de forma clara y concisa. Por este motivo, suelen requerir mas tiempo para completar tareas. La presión y las expectativas externas inciden profundamente en ellos a veces paralizándoles.

Con frecuencia se confunde la Alta Sensibilidad con el Trastorno por Déficit de Atención. Los Niños Altamente Sensibles tienden a estar distraídos, pero, cuando algo les interesa, pueden mostrar una capacidad mayor que otros niños para focalizarse en una tarea. Asimismo, no tiene por qué asociarse con la impulsividad y la hiperactividad característica del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.

 Otro aspecto muy interesante es la tendencia hacia el pensamiento intuitivo en Niños Altamente Sensibles. Esta característica puede llevar a desafíos en la organización y aplicación de métodos estructurados. Por su forma de funcionar suelen mostrar resistencia hacia enfoques demasiado rígidos y estructurados, prefieren métodos flexibles que se alineen con su enfoque intuitivo y emocional hacia el aprendizaje. Esto choca en muchos aspectos con los métodos educativos predominantes.

Es importante destacar como esta tendencia al pensamiento intuitivo, sistémico, puede ser una fortaleza. Tienen una capacidad única para captar patrones y comprender conceptos complejos de forma metafórica y creativa. Proporcionar a estos niños herramientas para conectar con un aprendizaje mas estructurado y constante puede ayudar a generar los mimbres que ayuden a un mejor aprovechamiento de sus cualidades intuitivas. De esta forma se minimiza el riesgo de fracaso escolar con el impacto que esto tiene en su desarrollo cognitivo y personal.

De nuevo comprender y apoyar las necesidades especificas de este perfil es esencial para minimizar barreras académicas y facilitar un entorno que promueva el éxito educativo.

El papel de los padres en el manejo y la educación de la alta sensibilidad en sus hijos

Es frecuente que los padres se sientan desbordados en el manejo emocional de los niños con Alta Sensibilidad. Señalaría los siguientes aspectos:

• Es fundamental tener las claves para comprender lo que observamos en nuestros hijos. La psicoeducación profesional en las familias y educadores es muy importante.
• Aceptar y validar las características únicas de los hijos. Fomentar espacios de comunicación en calma. La manera de hablar e interactuar de estos niños a menudo hace que los padres se sientan cuestionados como padres o muy preocupados lo que los lleva a sobre reaccionar. Sin embargo, lo que estos niños necesitan es que se baje el volumen emocional. Ayuda el humor, el cariño, el tiempo de calidad y sobre todo la escucha activa sin juicio y sin interpretación. Tratar de captar sus necesidades profundas, nutrirlas y acompañarlas.
• Estimular las habilidades sociales sin forzar, sin ridiculizar, yendo a su ritmo y proporcionándoles seguridad. Explorar con el niño para identificar los entornos en los que el niño pueda sentirse seguro y pueda desarrollar estrategias sanas de interacción.
• Reconocer y fortalecer sus habilidades creativas. Con frecuencia aflojar exigencia en el ámbito académico y apoyar espacios que nutran inquietudes mas creativas tienen un impacto muy positivo en su crecimiento emocional y cognitivo.
• Estar muy en contacto con el entorno escolar. Atentos a dificultades, bloqueos y posibles dinámicas de bullying hacia ellos.

¿Cómo pueden los padres fortalecer su propia sensibilidad emocional y empática para apoyar mejor a sus hijos?

Actualmente, en BfineBmind vamos a iniciar un programa de aprendizaje en la regulación emocional y mejora de la atención en niños con alta sensibilidad. Se basa en una experiencia de mas de tres años con Adultos Altamente Sensibles en la que hemos observado, como la experiencia grupal y el entrenamiento emocional a través de herramientas de mindfulness y terapia centrada en la compasión, mejora los parámetros de salud y el bienestar emocional de las personas de este perfil.

Hemos diseñado una adaptación de este programa para el trabajo con niños. Se trabajará también con los padres las claves psicoeducativas y los ejercicios de autorregulación emocional. Solo si los papas y educadores consiguen una buena regulación podrán acompañar ese camino en estos niños. No basta con comprenderlo, hay que poder experimentarlo.