Estrabismo infantil, ¿qué es y cómo solucionarlo?

El estrabismo es un problema oftalmológico que supone la pérdida del paralelismo de ambos ojos. Uno de los ojos es el dominante y es el encargado de fijar las imágenes, mientras que el otro queda desviado. Habitualmente suele ser el mismo que se encuentra desalineado.

Cuando este problema se presenta durante la infancia es necesario acudir al oftalmólogo ante la más mínima sospecha, ya que lo más seguro es que nos encontremos ante un caso de estrabismo infantil intermitente.

Diagnóstico y soluciones al estrabismo infantil

Es habitual identificar el estrabismo en niños cuando estos se encuentran cansados o enfermos, ya que en estas situaciones les cuesta más controlar los ojos. Durante el desarrollo de este problema ocular es frecuente que el paciente busque mecanismos de compensación para evitar la visión doble.

Por ejemplo: girar la cabeza para conseguir la misma percepción con ambos ojos o cerrar el ojo desviado para eliminar la imagen. El estrabismo requiere un tratamiento temprano para corregir el desarrollo visual del niño.

En algunos casos se desconocen las causas de su aparición, aunque frecuentemente los defectos de refracción son el motivo del estrabismo infantil.

Para corregir el estrabismo se llevan a cabo distintos tratamientos:

1. Ejercicios de ortóptica. Estos ejercicios oculares ayudan a corregir la desviación del ojo y recuperar el paralelismo. Además, los ejercicios de ortóptica son muy útiles en casos como una exotropia con insuficiencia de convergencia, ya que mejora el tono de algunos músculos extraoculares mejorando así la desviación.
2. Corrección óptica. Habitualmente la corrección del estrabismo, cuando éste está causado por un defecto refractivo, pasa por el uso de gafas.
3. Oclusión ocular. En este caso se tapa el ojo dominante para forzar a que el otro trabaje más. Por último, recuerda realizar revisiones periódicas a partir de los 2 años.

En la Clínica García de Oteyza contamos con doctores oftalmólogos expertos en estrabología infantil. No lo dejes pasar, un diagnóstico a tiempo es la mejor solución.