Adolescentes con TDAH, ¿cómo les afecta y qué tratamientos hay?

Autore: Dr. Francesc Segarra i Murlà
Pubblicato:
Editor: Top Doctors®

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo (proceso de crecimiento y desarrollo del sistema nervioso central), en el que hay un funcionamiento disminuido en determinadas áreas cerebrales (córtex prefrontal y ganglios basales). La atención sostenida y selectiva está afectada.

 

También existe una hiperactividad marcada en la mayoría de los casos, al igual que una impulsividad que complica su conducta. No puede inhibir respuestas o comportamientos inadecuados, por lo que hay una falta de autocontrol que le impide medir el riesgo y las consecuencias de algunos de sus actos.

 

En la mayoría de casos de TDAH también existe hiperactividad e impulsividad

Síntomas del TDAH

Además de hiperactividad e impulsividad, el paciente tiene alteradas las funciones ejecutivas, que son procesos mentales y acciones que combinan: memoria de trabajo, planificación, organización, atención y control emocional (a un nivel muy simple podríamos decir que puede llegar a saberlo y entenderlo, pero que realiza de forma desorganizada y mal). Hay una inquietud interna constante que el paciente no percibe como molesta.

 

Algunos no presentan hiperactividad, solo tienen problemas de atención. Se distraen de lo que sucede en el escenario que tienen delante, en casa o en la escuela, con sus propios pensamientos. Por ejemplo, cuando el profesor habla están en su mundo interno o en otra pantalla muy lejos de la clase. No molestan, pero tampoco aprenden. Como les va tan mal en los estudios se sienten inferiores y menos listos, y eso revierte en una baja autoestima.

 

¿Cómo puedo detectar si mi hijo/a sufre TDAH?

Evidentemente, el diagnóstico lo debe hacer un profesional, pero si el paciente presenta 5 o más de los siguientes puntos, se aconseja acudir al especialista en Psiquiatría:

 

• Le cuesta mucho mantener la atención en las tareas, aunque mantiene una buena atención en los videojuegos, en los que puede estar horas.

• Es un niño/a despistado y muy movido, a veces tiene reacciones de ira y de rabia.

• Se muestra difícil en casa y en la escuela. No escucha lo que le decimos.

• Le cuesta mucho ponerse a hacer los deberes, solo los hace si se está “encima de él”.

• Le cuesta retener lo que lee.

• Casi siempre se olvida de hacer las cosas o empieza y no acaba.

• Su habitación es un caos (acumula ropa, la deja tirada en el suelo, todo fuera de lugar…), más allá del desorden habitual que encontramos en los adolescentes.

• Es olvidadizo, pierde cosas. A menudo se deja los deberes en casa o en el centro de estudio.

• Es descuidado en las tareas diarias.

• Muy desmotivado para las tareas escolares.

• Se mueve en exceso, necesita mover algo en las manos y mueve constantemente los pies.

• Precipita la respuesta antes de que se complete la pregunta.

• Reacciona muy mal ante las frustraciones.

• Ha podido estudiar, pero ha tenido problemas para recordarlo en los exámenes. Además, en el colegio/instituto:

  • Puede haber conflictos o peleas con los compañeros y profesores.
  • No atiende y no hace las tareas en clase, habla a los compañeros.
  • En las anotaciones del tutor podemos ver comentarios como: “podría hacer mucho más y sacar mejores notas si se esforzase” o “a veces no entrega los deberes o lo hace de cualquier manera”.

 

¿Cómo puede afectar el TDAH en la adolescencia?

Observamos un fracaso en los estudios o muchas dificultades para alcanzar los objetivos que por sus capacidades correspondería. Las clases le resultan aburridas y no puede mantener la atención en las explicaciones del profesor, más allá de 10 – 15 minutos.

 

Es fácil que se relacione con chicos de perfil conductual (en la consulta han hecho comentarios del tipo: “no sé cómo acabé yendo con aquellos que iban a tirar piedras al paso de los trenes”, “le guardaba droga a aquel compañero que la vendía”). Existe un riesgo alto de sufrir accidentes por conducción imprudente de vehículos; en este sentido, el riesgo de consumo de alcohol y drogas se triplica en los jóvenes con TDAH no tratados.

 

La importancia de la comorbilidad del TDAH

La comorbilidad es la comparecencia, con más frecuencia de lo habitual, de uno o más trastornos que se presentan de forma concomitante al TDAH como: trastorno de ansiedad, afectivos, conductuales, de alimentación, de personalidad, abuso de alcohol y tóxicos y del aprendizaje. Así entre un 20-30 %, aproximadamente, presentan ansiedad o depresión. En cuanto al consumo de drogas, un 50% de adolescentes que consumen drogas son TDAH.

 

La adolescencia es la etapa en la que se consolida la estructuración de la personalidad. El adolescente TDAH llega a ella con menos instrumentos, su capacidad reflexiva está limitada y distorsionada por su reactividad emocional. En esta etapa es donde más se evidencia su inmadurez y temeridad.

 

¿Qué terapias pueden ayudar a los adolescentes con TDAH y cómo normalizarlo?

Es importante destacar que, como en todos los trastornos de la infancia-adolescencia, lo principal es el diagnóstico temprano para mejorar el pronóstico. En la terapia del TDAH se han de contemplar 3 ejes:

 

  • Psicopedagógico
  • Psicológico
  • *Psicofarmacológico

 

*No olvidemos que el TDAH es un trastorno del neurodesarrollo, con una alteración del neurotransmisor DA (dopaminérgico) en ciertas áreas, demostradas científicamente.

 

  • Eje psicopedagógico

La intervención psicopedagógica ayuda a mejorar su rendimiento académico, la adaptación escolar y el trabajo en las funciones ejecutivas.

 

  • Eje psicológico

Distintas psicoterapias pueden contribuir y son muy importantes para mejorar su comportamiento y rendimiento escolar, a la vez que trabajar su proceso madurativo. Todos los que padecen TDAH tienen una disarmonía en el recorrido madurativo de los elementos que configuran la personalidad (a veces pueden actuar de forma adecuada a su edad y otras de forma infantil o inmadura). En primer lugar, debe realizarse un abordaje psicoeducativo para un buen conocimiento de lo que es el TDAH, cómo le afecta y qué instrumentos vamos a manejar para mejorar.

 

La terapia cognitiva-psicodinámica es la que aplico en mi consulta. Se reestructuran pensamientos desadaptativos y de malas interpretaciones. También, se elaboran nuevas respuestas o soluciones a los problemas. Se trata de un proceso cognitivo-afectivo-comportamental.

 

En el componente psicodinámico se desarrolla un buen conocimiento de la realidad externa y la realidad interna que se le representa. Se investiga lo que subyace en su conciencia y que le condiciona en sus pensamientos, emociones y conducta. Esta terapia está personalizada a las características y/o dificultades de cada paciente, por lo que es fundamental el desarrollo de un buen vínculo terapéutico.

 

  • Eje psicofarmacológico

Hoy en día disponemos de dos líneas de tratamiento: psicoestimulantes (metilfenidato y lisdexanfetamina) y no estimulantes (atomoxetina y guanfacina). Es el tratamiento más eficaz, ya que puede mejorar hasta en un 75% de los casos:

 

- Mejora el rendimiento escolar.

- Mejora en las relaciones.

- Regula la impulsividad, lo que ayuda a pensar antes de actuar.

- Previene comorbilidades.

- Contribuye a un aumento de la autoestima.

*Tradotto con Google Translator. Preghiamo ci scusi per ogni imperfezione

Dr. Francesc Segarra i Murlà
Psichiatria

*Tradotto con Google Translator. Preghiamo ci scusi per ogni imperfezione

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