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Las biopsias de próstata son la única manera de confirmar o descartar la presencia de un tumor en la glándula. Sin embargo, el proceso de diagnóstico de cáncer de próstata consta de varios pasos: la sospecha clínica es seguida, en primer lugar, por una resonancia magnética. A partir de allí, si el especialista en Radiología sospecha de un área en la próstata estaría indicada la toma de biopsia por fusión.

Las biopsias prostáticas guiadas por robot Artemis permiten la unión de la información de la resonancia previa y de la ecografía realizada en quirófano por el especialista en Urología. La superposición de imágenes y la precisión del robot permiten un diagnóstico más preciso.

Además, el análisis de sangre y el tacto rectal siguen siendo parte del proceso de diagnóstico de cáncer de próstata. Es decir, la biopsia de próstata se indica cuando existe la sospecha de cáncer de próstata, ya sea por la elevación del marcador PSA en la sangre o por un tacto anormal. Luego, en la resonancia magnética, se puede detectar un área compatible con un tumor en la glándula, por lo que se solicita la biopsia para confirmar o descartar el diagnóstico.

Las ventajas de la biopsia prostática guiada por robot

Este método permite la superposición de imágenes resultantes de la resonancia magnética y de la ecografía, lo que nos permite realizar un doble chequeo: por un lado, la información del radiólogo que se ha encargado de la resonancia magnética y, por otro, la visión del urólogo al hacer la ecografía.

Además, el sistema de fusión por programa informático y con la tecnología de Robot Artemis posibilita un aumento significativo en la precisión, lo que incrementa la posibilidad de detección de tumores clínicamente importantes y reduce el riesgo de no detección.

¿En qué consiste la biopsia prostática por robot?

Esta prueba se realiza bajo anestesia mediante una ecografía transrectal para valorar la próstata. Además, con las mediciones y los marcajes del robot, se realiza la fusión de imágenes de la resonancia y la ecografía. Luego se hace la toma de biopsias por el periné.

Se analizan por un lado las lesiones sospechosas y por las otras muestras aleatorias de la próstata para confirmar que el tejido está sano.

Al terminar el procedimiento el paciente se mantendrá en recuperación por un par de horas, aunque se practica de manera ambulatoria, por lo que podrá ir a casa al terminar el estudio.