El potencial reproductivo de una mujer sana disminuye paulatinamente con el paso de los años, especialmente a partir de los 35/37 años. De hecho, si con 25 la fertilidad gira en torno al 80%, con 30 es del 70%, con 35 es del 60%, con 37 baja hasta el 50% y con 42 alcanza un pobre 36%.
En ocasiones, el deseo biológico de ser madre no puede alcanzarse de forma natural, existiendo así los tratamientos de reproducción asistida para incrementar las posibilidades de embarazo en parejas que sufren algún tipo de patología que impide el desarrollo fértil, parejas que tras varios meses intentando el embarazo no lo han conseguido, mujeres sin pareja masculina o simplemente mujeres que no tienen el deseo de ser madre en el presente, pero que sí lo tienen en el futuro, por lo que optan por un tratamiento de preservación de la fertilidad.
¿Qué tratamientos de reproducción asistida existen en la actualidad?
El avance tecnológico ha permitido que existan diversos tratamientos de reproducción asistida. Algunos son la estimulación ovárica, la inseminación artificial, la fecundación in vitro (FiV), la ovodonación, la embriodonación o la preservación de la fertilidad.
– Estimulación de la ovulación: su objetivo es conseguir una ovulación correcta en casos de ovarios poliquísticos u ovulación irregular.
– Fecundación in Vitro (FiV): se trata del tratamiento más complejo, ya que se basa en la extracción de óvulos e inseminarlos con espermatozoides en el laboratorio y posteriormente introducirlos en el útero de la mujer para lograr el embarazo. Esta técnica se recomienda cuando la mujer es mayor de 35 años y cuando existen enfermedades como endometriosis u obstrucciones en las trompas de falopio.
– Insmeminación artificial: es un tratamiento sencillo en la que se estimula la ovulación mientras se sincroniza con al entrada del esperma en el útero.
– Ovodonación: en este tratamiento, se insemina un ovocito de donante con el esperma del varón de la pareja o un donante. Se utiliza en mujeres con pocos ovocitos o cuando la FiV ha fracasado.
– Embriodonación: en este proceso se transfieren al útero de la mujer embriones congelados de otras parejas que han realizado una FiV de manera exitosa. Se utiliza en casos en los que la FiV ha fracasado o en mujeres sin pareja.
– Preservación de la fertilidad. Se utiliza en pacientes que no desean ser madres en el presente pero sí quieren serlo en el futuro, por lo que se congelan óvulos obtenidos de una estimulación ovárica.
¿Cómo escoger una clínica de Reproducción Asistida?
A la hora de escoger un centro, no existe una lista o una serie de criterios preestablecidos que señalen un centro como mejor que otro. Uno de los criterios utilizados es la tasa de éxito, aunque existen distintos factores que pueden influir en el porcentaje de éxito, ya que por ejemplo a un centro de excelencia pueden acudir casos más complicados que disminuyan el éxito en sus resultados, o simplemente que el número de tratamientos realizados sea muy superior al de otro centro.
No obstante, uno de los criterios básicos a la hora de elegir un centro de reproducción asistida es la comodidad entre la pareja y el equipo de especialistas, ya que es necesario que exista comodidad y conexión entre ambos, ya que se trata de un proceso que puede prolongarse en el tiempo y en que se necesita un buen estado de ánimo.
El estudio previo debe ser adecuado, ya que este nos servirá para escoger la técnica de reproducción más adecuada para cada caso.
¿Qué centro debo escoger si quiero realizar un tratamiento de reproducción asistida?
La de la Reproducción Asistida son un conjunto de técnicas en avance continuo, tanto a nivel de tratamiento como de diagnóstico, aumentando el porcentaje de éxito con el paso de los años.
Para ello, quizá la mejor es optar por un centro de primer nivel, con un reconocido equipo humano y con una buena tasa de éxito. Alguno de los centros a recomendar serían el Institut Marquès, HC Marbella, CERAM, el Instituto de Medicina EGR, Ginefiv, o CREA, entre otros. Todos ellos son miembros de Top Doctors.
Leave a Reply