Todo lo que debes saber sobre vértigos: qué son y cómo tratarlos.

Escrito por:

María Madrigal Laguía

Fisioterapeuta

Publicado el: 24/02/2023
Editado por: Leo Santos


Para empezar, es importante diferenciar entre vértigo y mareo.

 

El vértigo es la falsa sensación de movimiento del sujeto con respecto al entorno que lo rodea o de éste con respecto al sujeto.

 

En cambio, el mareo es un término ambiguo. Puede ser tanto la sensación subjetiva de inestabilidad sin pérdida objetiva del equilibrio como la propia sensación de inestabilidad, de balanceo o de debilidad, en ocasiones acompañado a náuseas.

 

¿Por qué tengo sensación de vértigo?

Las sensaciones pseudo‐vertiginosas son síntomas que comúnmente se asocian a una patología o disfunción de la columna cervical. En traumatismos cervicales (latigazo cervical) la incidencia va desde un 40% a un 85%.

 

En pacientes que sufren de dolor cervical estos síntomas pueden ser muy variados como: mareos, inestabilidad, náuseas, sensación de aturdimiento, visión borrosa...

 

Además, pueden ir acompañados de varios signos objetivos de disfunción del control sensoriomotor como alteración de los patrones de control motor cervical, alteración del equilibrio en bipedestación y alteración de la coordinación oculomotora y oculo‐cervical, entre otros.

 

El vértigo es la falsa sensación de movimiento del sujeto con respecto al entorno que lo rodea.

 

¿Cómo se manifiestan estos vértigos?

Estos, se asocian frecuentemente a cefaleas cervicogénicas siendo la queja más frecuente tras el dolor en el latigazo cervical, pudiendo llegar a ser más incapacitantes que el propio dolor

 

Sin embargo, no debe establecerse una relación directa entre disfunción cervical y vértigo.

 

¿Existen tratamientos para combatirlos?

En cuanto a los tratamientos existentes, dentro del campo de la fisioterapia encontramos varias posibilidades que contribuyen a la mejoría de la sintomatología del paciente.

 

Tras una valoración y anamnesis, se realizará, en función de diagnóstico, terapia manual y ejercicio terapéutico de las disfunciones articulares y musculares.

 

También es importante hacer ejercicios específicos que mejoren la integración de los sistemas vestibular, visual y somatosensorial, así como la disfunción del paciente y ejercicios clásicos de rehabilitación vestibular como:

Movilidad ocular Movilidad cervical Coordinación óculo-cefálica Estabilidad de la mirada Equilibrio

 

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