¿Qué tipos de mordida existen?

Escrito por:

Dr. Federico Hernández Alfaro

Cirujano maxilofacial

Publicado el: 20/07/2020
Editado por: Albert González


La oclusión, conocida comúnmente como mordida, se divide en tres categorías en función a la posición de los primeros molares al encajar y la posición en la que encajan los dientes inferiores y superiores. Las categorías reciben el nombre de: clase I, II y III.

 

Mediante la mordida es posible determinar una discrepancia esquelética y a entender el motivo por el cuál la oclusión no es perfecta. Esto se da en casos en que el maxilar y la mandíbula no están bien alineados y requiere un tratamiento para alinearlos.

 

En caso de no tratarse, la maloclusión podría provocar problemas en:

La masticación. La digestión. El desgaste de los dientes. El habla. La articulación de la mandíbula (ATM). Los trastornos del sueño. Las facciones de su cara. Etc.

 

Mediante la mordida es posible determinar por qué la oclusión no es perfecta. 

 

Clase I

La oclusión de clase I es la oclusión correcta entre los dientes, la mandíbula y el maxilar, lo cual da un perfil bien balanceado a la persona en el plano anteroposterior.

 

Clase II

La oclusión de clase II es aquella en la que la arcada dentaria inferior se encuentra en la zona más interior de la boca. Esto provoca que el maxilar y los frontales superiores se proyecten más adelante que la mandíbula y los dientes inferiores.

 

Los pacientes con un perfil de clase II presentan una apariencia convexa, con el labio inferior y el el mentón retraídos.

 

Los problemas de este tipo de oclusión pueden deberse a:

Crecimiento insuficiente de la mandíbula.  Crecimiento excesivo del maxilar superior.  Combinación de ambos.

 

Habitualmente, estos problemas vienen provocados por razones genéticas, aunque pueden verse agravados por factores ambientales.

 

El tratamiento ideal para esta maloclusión esquelética en adultos es una ortodoncia combinado con cirugía ortognática.

 

Clase III

La oclusión de clase III es aquella en que los molares inferiores no encajan en los molares superiores, al estar muy adelante. Esto provoca que la mandíbula se proyecte más adelante que el maxilar y los dientes superiores.

 

Los pacientes que padecen esta maloclusión tienen un perfil con apariencia cóncava y el mentón con forma prominente. Esta se debe a un crecimiento deficiente del maxilar superior, un crecimiento excesivo de la mandíbula inferior, o la combinación de ambos. En este caso, la solución idónea es también la ortodoncia con cirugía ortognática.

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