Ortodoncia: ¿brackets tradicionales o autoligables?

Cuando se indica a un paciente la necesidad de un tratamiento de ortodoncia surgen muchísimas dudas respecto de cuál es el mejor sistema y en qué consiste cada uno. En la mayoría de los casos suele ser el profesional ortodoncista el que debe valorar cuál es la mejor opción teniendo en cuenta las características de cada paciente. Es decir, el tipo de aparato que se debe colocar depende del problema y las circunstancias que presenta cada persona.

Sin embargo, la ortodoncia fija ha ido evolucionando desde su aparición y actualmente existe una alternativa a tener en cuenta: los brackets autoligables o sin goma elástica, que se adaptan a todo tipo de pacientes con distintas problemáticas.

Los brackets convencionales tienen una parte pegada al diente que está conectada a un alambre de metal a través de un elástico. Esta goma elástica permite que toda la pieza se mantenga firme pero también tiene ciertas desventajas. Generalmente, las gomitas pierden su fuerza y cambian de color, por lo que hay que cambiarlas frecuentemente. Esto obliga al paciente a asistir a una revisión odontológica al menos una vez por mes.  

Por otro lado, el sistema con elástico genera mucha fuerza de roce entre el alambre y el bracket. Por esta razón el paciente requiere de una fuerza más intensa para mover los dientes.

Otro inconveniente de la goma elástica es que retiene los restos de alimentos y placa dental, lo cual ayuda a que las bacterias se metan dentro y no se puedan eliminar a menos que se cambie la gomita.

La diferencia principal entre los brackets tradicionales y los autoligables es que estos prescinden de la goma elástica para ligar el bracket al arco. Con este tipo de técnica el arco se sujeta a través de un clip que ejerce menos presión para corregir la posición de los dientes. Esta nueva tecnología de ligadura proporciona un movimiento más cómodo y disminuye considerablemente la fricción.

 

¿Cuáles son las ventajas de los brackets autoligables?

Una de las grandes ventajas de la ortodoncia fija autoligable tiene que ver con la limpieza bucal diaria. Si bien todo tipo de aparato suele complicar el cepillado de dientes, este tipo de sistema permite eliminar los restos de comida más fácilmente debido a la ausencia de ligaduras que rodean el diente.

Otro de los aspectos positivos es que es un aparato más duradero y no presenta tanto desgaste como los brackets tradicionales. Además, las revisiones al dentista son más rápidas porque no hay necesidad de cambiar el arco y una a una las ligaduras de goma. Con los brackets autoligables, solamente se modifica el arco y la presión que este ejerce sobre el diente.

Por otro lado, la ortodoncia autoligable permite una corrección más rápida de los dientes, por lo que el tratamiento suele ser más corto que con la convencional. Es decir, un paciente con brackets convencionales puede requerir hasta 30 meses de tratamiento, mientras que uno con brackets autoligables necesita de un periodo de entre 12 y 24 meses.

En cuanto a los resultados, la aparatología fija autoligable presenta la misma eficacia que la ortodoncia convencional y si bien es más costoso, no es el sistema más caro dentro de la ortodoncia que existe actualmente. Antes de conocer el presupuesto, es importante realizar una valoración con un especialista en Odontología, para determinar el tipo y la duración del tratamiento.