Insomnio: causas, síntomas y tratamientos para dormir mejor

Escrito por:

Dr. José Antonio Suárez Meneses

Psiquiatra

Publicado el: 06/10/2023
Editado por: Nerea Colomé


El insomnio es una dificultad para iniciar y/o mantener el sueño, o bien la sensación de no haber tenido un descanso reparador. Así pues, se trata de un problema de disminución de la cantidad y/o calidad del sueño.

El insomnio afecta a nuestro bienestar integral, provocando estrés y ansiedad


Este trastorno del sueño se da en una tercera parte de la población (30%), siendo más frecuente en los ancianos, las mujeres y en personas con enfermedades psiquiátricas. La mayoría de los casos de insomnio tienen un inicio agudo, coincidiendo con situaciones de estrés, y tienden a cronificarse en el 60 % de los casos.


¿Cuáles son las causas?

El insomnio es un trastorno del sueño que puede ser causado por diversas razones, que enumeramos a continuación:

Enfermedades físicas. Existen enfermedades físicas como el dolor crónico, las enfermedades respiratorias, el reflujo gástrico, la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas que pueden interferir en el sueño y hacer que te despiertes con facilidad. Tratamientos médicos. Algunos fármacos estimulantes (metilfenidato), antidepresivos (bupropión) o el tratamiento con corticoides pueden producir trastornos del sueño. Alteraciones emocionales. Las alteraciones emocionales como la ansiedad, la depresión, el estrés y las preocupaciones son causas comunes del insomnio. La ansiedad y el estrés se relaciona con el insomnio de conciliación y la depresión puede cursar con insomnio de mantenimiento o despertar precoz. Consumo de sustancias. El consumo de sustancias como la cafeína, el alcohol y el tabaco puede interferir en los patrones de sueño. El consumo de drogas estimulantes (cocaína, anfetaminas) también producen insomnio. Factores ambientales. El ruido, la luz y la temperatura pueden también afectar la calidad del sueño. Trabajar en turnos nocturnos o rotatorios puede ser un factor también determinante en la aparición del insomnio.

Para determinar la causa del insomnio, el médico puede realizar diversas pruebas médicas, como: 

Pruebas de sueño, que pueden determinar si hay otros trastornos del sueño presentes. Exámenes de sangre y orina para detectar enfermedades subyacentes. Valoración del estado mental por medio de cuestionarios de depresión y/o ansiedad.


Consecuencias del insomnio

El insomnio puede tener graves consecuencias en la salud física y mental, así como en el rendimiento escolar y laboral. A continuación, se detallan las principales consecuencias:


Efectos en la salud física y mental

Desarrollo de enfermedades cardiovasculares como hipertensión arterial, arritmias y enfermedad coronaria. Aumento del riesgo de padecer obesidad y diabetes tipo 2. Mayor probabilidad de sufrir trastornos del estado de ánimo como la ansiedad y la depresión. Inhibición del sistema inmunológico.

Riesgos para el desempeño escolar y laboral

Disminución de la concentración y el rendimiento académico o laboral. Mayor riesgo de accidentes laborales o de tráfico debido a la somnolencia diurna. Disminución de la memoria a corto y largo plazo. Mayor absentismo en el trabajo o la escuela.

Afectación de la calidad de vida

Disminución del bienestar y la calidad de vida. Reducción de la capacidad para realizar actividades diarias de forma satisfactoria. Impacto negativo en las relaciones sociales y personales Mayor probabilidad de requerir asistencia médica y hospitalización.


¿Qué tratamientos tenemos al abasto para mejorar el insomnio?

La higiene del sueño engloba una serie de cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a mejorar el sueño. Proponemos algunas medidas:

Mantener horarios regulares para dormir, incluso en fines de semana y vacaciones. Crear un ambiente adecuado en el dormitorio, con temperatura fresca y ambiente oscuro y tranquilo. Evitar el consumo de alcohol, cafeína y tabaco al menos cuatro horas antes de dormir. Realizar ejercicios regulares, pero no antes de dormir. Tener una cena ligera y no irse a la cama con hambre. Evitar las pantallas de dispositivos electrónicos antes de acostarse. Realizar actividades que ayuden a controlar el estrés y la ansiedad, como el yoga o la meditación. Evitar las siestas largas, que duren más de 30 minutos. Establecer rutinas regulares durante el día.

La terapia cognitivo-conductual también puede ser útil para tratar otros problemas de salud mental que pueden afectar el sueño, como la depresión, la ansiedad, el estrés postraumático… La terapia puede centrarse en identificar los patrones de pensamiento disfuncionales y ayudar a los pacientes a modificar estos patrones de forma efectiva.

Además, los medicamentos que recete el especialista en Psiquiatría para el insomnio pueden ayudar a conciliar el sueño y a mantenerlo.

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