Glaucoma: síntomas, diagnóstico y tratamiento

Escrito por: Dr. David Pérez Silguero
Publicado:
Editado por: Cristina Mateo

El glaucoma es actualmente es una de las causas más frecuentes de ceguera e implica generalmente una subida la presión intraocular (no tiene que ver con la tensión arterial), con daño del nervio óptico debido a ello. El problema es que la subida de presión intraocular no da síntomas, y el paciente lo padece pero no lo nota. Por tanto, usted puede padecerlo sin saberlo.

 

Además no daña la visión central inicialmente (la que utilizamos en nuestra vida diaria), sino solo a nuestro campo visual más periférico, de manera que el paciente puede ir a graduarse y tener muy buena visión central, pero padecer la enfermedad. Finalmente, sin tratamiento, acaba produciendo la ceguera.

 

¿En qué consiste el diagnóstico y quién puede realizarlo?

 

El único profesional legalmente capacitado para su diagnóstico y tratamiento es el médico oftalmólogo. Es necesaria la medida de la presión intraocular mediante un dispositivo (tonómetro de Goldmann) que sólo puede utilizar el oftalmólogo. El resto de dispositivo, como aquellos que emiten aire, sólo sirven de screening, no de diagnóstico.

 

Además de la presión alta, hay que constatar que el campo visual no esté afectado (mediante prueba de campimetría), y realizar una especie de escáner (OCT) del nervio óptico para valorar si hay daño estructural. La suma de presión intraocular elevada y daño en el nervio óptico es el glaucoma. La subida de presión sin daño se denomina hipertensión ocular, y requiere seguimiento estrecho e incluso tratamiento en algunos casos.

 

Además hay glaucomas que se llaman de baja tensión, en los que la presión intraocular no alcanza cifras elevadas, pero produce daño en nervio óptico, por lo que necesita también tratamiento.

 

El glaucoma es una de las principales causas de ceguera en la actualidad.

 

¿Puede tratarse?

 

Actualmente el abanico de tratamiento es amplio. Ante un diagnóstico nuevo se pueden aplicar gotas o bien láser selectivo. La academia americana aboga por comenzar por el láser, ya que es inocuo e indoloro, se realiza en la propia consulta, y permite hacer vida normal desde el primer momento. El problema es que acceder a un láser de este tipo es complicado porque somos muy pocos los profesionales que disponemos de él (el nuestro es de última generación, de la casa Lumenis). En caso de no poder acceder al láser, la opción son las gotas. El inconveniente de las mismas es que la mayoría son tóxicas para la superficie ocular, produce inflamación conjuntival, cambios en el color del iris, sequedad ocular y algunos otros trastornos.

 

El siguiente escalón terapéutico es la cirugía. Hasta hace poco solo existía la trabeculectomía, una cirugía agresiva que hoy día se reserva para casos más graves. Actualmente disponemos de otras opciones quirúrgicas que se denominan MIGS, que son mínimamente invasivas, y que se basan en pequeños stent que implantamos en cirugías que duran unos minutos a través de incisiones milimétricas.

 

Ventajas del láser SLT

 

El láser selectivo para el glaucoma (denominado SLT) es un procedimiento que se realiza en la propia consulta, es indoloro, inocuo, actúa en el sitio natural donde está realmente el problema del glaucoma (unos orificios microscópicos que sirven de evacuación para el líquido que continuamente se forma en el interior del globo ocular), no genera cicatrices, y por tanto no deja rastro alguno. Permite hacer vida normal desde ese mismo día prácticamente.

 

Los últimos estudios publicados concluyen que debería ser el primer tratamiento para el glaucoma y para la hipertensión ocular. ¿Por qué entonces prácticamente siempre se mandan gotas para el glaucoma en vez de dar láser? Porque somos muy pocos los profesionales que estamos capacitados para su uso y que además disponemos del láser de última generación. No debe confundirse este láser (SLT) con la versión anterior (se llama ALT), que sí provoca daño y cicatrices, y con escasa eficacia.

Por Dr. David Pérez Silguero
Oftalmología

El Dr. David Pérez Silguero es un prestigioso oftalmólogo en Las Palmas de Gran Canaria. Con 25 años de experiencia profesional, actualmente ejerce en Miranza Clínica Pérez Silguero, donde es especialista en cirugía refractiva (láser, lentes ICL, IPCL), cataratas, diagnóstico y tratamiento del ojo seco, cirugía del Pterigion y cirugía reconstructiva del segmento anterior, glaucoma, oftalmología pediátrica y retina

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Salamanca, se especializó en Oftalmología a través de la residencia MIR por el Hospital Materno-Infantil de Las Palmas. Además, es Doctor en Medicina y Oftalmología por la Universidad Complutense. Investigador clínico y profesor, ha sido diseñador de material quirúrgico que se sigue utilizando a nivel mundial e investigador de tratamientos quirúrgicos y lentes multifocales. Es revisor destacado de artículos científicos paras revistas oftalmológicas de alto índice de impacto, como los archivos de la SEO, o para el American Journal of Case Reports.

Actualmente, ejerce como co-director médico en Miranza Clínica Pérez Silguero. Además, es miembro fundador de la ISCBS - Sociedad Internacional de Cirugía Bilateral de Cataratas y miembro de la Sociedad Española y de la Sociedad Canaria de Oftalmología.

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