Especialización en las patologías de pie y tobillo

Clínica Corachan dispone de un servicio de cirugía ortopédica y traumatología –Traumatología Lenox Corachan– integrado por especialistas en cada región anatómica del aparato locomotor que constituyen diferentes unidades. La especialización de los profesionales ha contribuido amejorar de manera significativa los resultados de la cirugía de las lesiones esqueléticas, al tiempo que ha minimizado los riesgos y las complicaciones que estos podían suponer para el paciente.

La Unidad de Pie y Tobillo la formamos el Dr. Carlo Gamba y yo. Ambos garantizamos una atención especializada en las patologías de esta región anatómica. Actualmente un gran número de éstas pueden tratarse de forma mínimamente invasiva, practicando la cirugía con un mínimo abordaje quirúrgico. Lo cual disminuye el dolor postoperatorio y permite una más pronta recuperación. Otra ventaja importante de estas técnicas es que se aplican en régimen ambulatorio sin necesidad de ingreso hospitalario.

Tratamos enfermedades de las articulaciones mediante cirugía artroscópica, siendo la más frecuente la artroscopia de tobillo. A través de una pequeña incisión, introducimos una cámara en el tobillo que nos permite ver por un monitor externo sus componentes (cartílago, ligamentos, membrana sinovial), y nos permite identificar y reparar las de las patologías asociadas a estas estructuras.

Mediante otra pequeña incisión, introducimos una serie de instrumentos específicamente diseñados para la reparación de dichas lesiones. Así, tratamos secuelas de esguinces de repetición. Podemos tratar pinzamientos anteriores/posteriores del tobillo (formaciones óseas que aparecen en la parte anterior/posterior del tobillo). Nos permite reparar los ligamentos del tobillo cuando producen fallo en la articulación o las “llagas” en el cartílago (lesiones osteocondrales). Incluso nos ayuda a practicar artrodesis de tobillo.

Otra modalidad de cirugía mínimamente invasiva practicada en nuestra unidad es la denominada tendoscopia. Introducimos una pequeña cámara entre la membrana que recubre el tendón y el propio tendón, creando un espacio virtual entre ambos insuflando agua. Ello nos permite reparar roturas o inflamaciones de tendones peroneos, tibial posterior o aquiles utilizando los mismos instrumentos que en la cirugía artroscópica.

Otra modalidad de cirugía mínimamente invasiva en el pie y tobillo es la cirugía percutánea del antepié. Se realizan pequeñas incisiones por las que introducimos pequeñas fresas metálicas similares a las utilizadas por el dentista. Dichas fresas cortan el hueso cuando las accionamos a grandes revoluciones, permitiendo corregir deformidades como el juanete leve, los dolores en la planta del pie, los dedos garra o el juanete de sastre.

Todas estas patologías, tras ser operadas de forma mínimamente invasiva y asociadas a una técnica anestésica eficaz, reciben el alta hospitalaria el mismo día de la cirugía con un dolor posoperatorio reducido y una recuperación más rápida.