El mantenimiento de la estructura ósea, clave en la estética facial

A veces da la impresión de que se concede mayor importancia a los aspectos puramente ornamentales, como puede ser un blanqueamiento dental o la colocación de unas carillas dentales, sin considerar que detrás de ellos existe una vertiente mecánica y funcional que es tanto o más primordial.

Por ejemplo, hay personas que piensan que un blanqueamiento dental o la colocación de unas carillas dentales parecen más necesarios para mejorar su sonrisa que reponer los molares perdidos. Como estos últimos no se ven, puede deducirse que no afectan a dicha sonrisa. Lo cierto es que la desaparición de cualquier pieza dental, y no solo las anteriores, resulta mucho más decisiva a la hora de determinar el envejecimiento del rostro, la pérdida de la naturalidad y, en definitiva, del deterioro de la sonrisa.

Hay que saber que un tratamiento riguroso de estética dental precisa tener en cuenta:

1. la situación de la estructura ósea del paciente
2. el estado funcional de sus dientes

Lo que realmente produce un cambio radical y provoca la vejez prematura es la pérdida de los dientes. La desaparición de una pieza inicia el atrofiamiento de la masa ósea que lo sustenta. El hueso alveolar maxilar y mandibular que aloja el diente existe para soportar las cargas de la masticación y los músculos que rodean la boca. Al detenerse su función, tanto este como los tejidos blandos se deterioran rápidamente por la falta de riego sanguíneo y la destrucción de células y fibras elásticas.

Influencia de la pérdida de hueso en el envejecimiento prematuro

Tal como sucede en el envejecimiento natural, con la pérdida de hueso dental afecta a la configuración ósea del rostro, dando lugar a cambios y deformaciones de los rasgos faciales:

• Se pierde el contorno labial y los propios labios se hunden.
• Cae la distancia entre la barbilla y la nariz y se genera un pseudoprognatismo, ya que la mandíbula rota buscar la estabilidad que antes le aportaba la dentadura y da un aspecto de ‘mandíbula saliente’.
• Aparecen con rapidez las arrugas, sobre todo en la parte superior (el efecto ‘código de barras’)
• Crece la parte blanda de la barbilla por acumulación de grasa submental (el llamado ‘papo’).

Soluciones a la pérdida de hueso dental

Es posible revertir este proceso mediante diferentes técnicas que, como he indicado al comienzo, van más allá de un simple ‘retoque externo’ de la sonrisa.

• Restaurar las piezas dentales perdidas mediante soluciones implantosoportadas: el objetivo es recuperar la armonía del propio rostro de acuerdo con la edad estriba. En el caso de las prótesis removibles, está demostrado que pueden ser una solución mecánica a corto plazo, a largo plazo también contribuyen a la desaparición del hueso, ya que no revitalizan la zona afectada.
• Implantes dentales: normalmente requieren un proceso previo de regeneración ósea para devolver a la masa ósea sus facultades funcionales. Y, con posterioridad, el propio implante, al comportarse como una pieza natural, permite que la estructura no se degrade y sostenga adecuadamente tanto dientes como músculos y tejidos blandos.

Tratamientos de cirugía plástica facial

Una vez restituidas las piezas dentales, y con ello las propiedades mecánicas de la boca, se pueden realizar diversos tratamientos de cirugía plástica facial que ayudarán a tonificar y devolver la firmeza al rostro:

• Lifting facial: estiramiento de la piel
• Lipofilling facial: aportación de grasa para dar volumen
• Eliminación de la papada
• Aumento de labios
• Rejuvenecimiento facial
• Intervenciones focalizadas en los párpados, la nariz o las orejas.

Cualquiera de estas intervenciones forma parte de un protocolo de estética facial que aplicamos en Clínica Bustillo para los tratamientos complejos de implantes, en los que la gran pérdida de piezas dentales ha tenido graves efectos sobre la estética del rostro.

Además, mediante el diagnóstico digital y la planificación digital de la cirugía se determina qué tratamientos son los más adecuados para que el paciente recupere simultáneamente la funcionalidad y la armonía de su cara, que se reflejará en su sonrisa más auténtica.