¿Cuáles son los tratamientos de odontología estética más frecuentes?

Los pacientes que acuden a nuestras consultas hoy en día cada vez están más preocupados por la belleza y el cuidado personal en general, y la boca no es una excepción. Las clínicas de estética, los nutricionistas y los entrenadores personales están prosperando en nuestro ámbito social y las clínicas dentales han dejado de ser aquellas donde solo acudían los pacientes para solucionar un problema bucal a ser un lugar donde, además, los pacientes van para mejorar su estética facial.

Los tres tratamientos con los que los dentistas podemos mejorar la estética de las personas son las carillas dentales, los blanqueamientos dentales y la ortodoncia invisible, pero sin duda el tratamiento más demandado por nuestros pacientes es el blanqueamiento dental.

¿En qué consiste el blanqueamiento dental?

El blanqueamiento dental se basa en la utilización de unos productos que tienen la capacidad de oxidar, blanquear todas aquellas tinciones extrínsecas que se han ido depositando sobre o dentro del esmalte a lo largo de los años. Generalmente están producidas por alimentos con colorantes, el té, el café o el tabaco.

En las consultas después de una historia clínica y una exploración de la la cavidad oral, para ver el estado de las restauraciones y de las encías, pasamos a hacer una profilaxis o higiene dental y, una vez estudiado el caso, recomendamos el producto más adecuado para cada caso.

No todas las personas tienen los dientes igual de manchados y cada boca tiene unas características especiales, por lo que es muy importante el escoger el producto correcto. Actualmente trabajamos con dos productos, el peróxido de carbamida y el peróxido de hidrogeno, ambos los tenemos a distintas concentraciones y podemos utilizar dos técnicas distintas, la ambulatoria siempre bajo nuestra supervisión o en clínica, aunque en nuestra clínica solemos utilizar una técnica mixta.

En principio es un tratamiento que no tiene que ser molesto, si se hace un buen diagnóstico y se utiliza el producto y técnica adecuada. Por eso, es muy importante la supervisión por un especialista en Odontología, porque a veces puede tener como efecto adverso una leve sensibilidad dentaria que puede evitarse con productos desensibilizantes previos o durante el tratamiento.

Estos tipos de tratamientos no se hacen a pacientes infantiles ni en pacientes embarazadas.

¿En qué consisten las carillas dentales?

Las carillas dentales son otro de los tratamientos más demandados dentro del campo de la estética dental. Con este tratamiento se corrigen las asimetrías dentales, la separación entre dientes (diastemas), alteraciones de la forma, las fracturas dentales y aquellos cambios de coloración que, por su naturaleza o intensidad, no se pueden resolver con blanqueamientos dentales.

Existe variación según el caso, pueden ser de composite, porcelana o zirconio, y todos estos materiales son biocompatibles y no afectan a la salud oral. La elección del tipo corresponde al profesional después de estudiar el caso y ver qué tipo de tratamiento es el más adecuado para el paciente.

Básicamente consiste en colocar pequeñas láminas de un grosor entre 0,8 y 1,5 milímetros sobre la superficie anterior del diente de tal forma que se corrige el defecto que presentaba la zona. Se usan exclusivamente para los sectores anteriores de la boca, estas superficies van adheridas al diente por adhesivos especiales y requieren de cierto cuidado por parte del paciente.

¿En qué consiste la ortodoncia invisible?

Si algo ha cambiado en los últimos años en la odontología es la técnica de ortodoncia con alineadores, al ser estos trasparentes se los denomina ortodoncia invisible, para diferenciarla de la ortodoncia convencional con brackets.

La ortodoncia invisible puede resolver la inmensa mayoría de los casos, que también lo haría la ortodoncia convencional, pero lo correcto es estudiar el caso profundamente. Actualmente, lo hace un software de ordenador y se puede ver cómo sería el resultado, sobre todo en cuanto a tiempo de tratamiento. Las ventajas sobre la convencional son sin duda las mínimas molestias, el poder mantener un buen cuidado e higiene de los dientes ya que son unos alineadores que se pueden retirar de la boca. Por supuesto, cabe destacar la cuestión estética, por lo que casi siempre es una técnica que se utiliza para tratamientos ortodóncicos en adultos.