¿Cómo afecta el tabaco a mi boca?

Escrito por:

Dr. Jose Luis Gross de Bethencourt

Dentista

Publicado el: 04/07/2019
Editado por: Yoel Domínguez Boan


La relación entre el tabaco y sus efectos dentro de la cavidad bucal es evidente. Y es que, si eres fumador, debes tener en cuenta lo siguiente, ya que siempre es mejor prevenir que curar: el tabaco puede provocar distintos efectos en la boca del fumador. En este artículo te contamos cuáles son los principales efectos negativos que se pueden desarrollar al fumar, de la mano del especialista en Odontología, el Dr. Gross de Bethencourt.

El consumo de tabaco puede ser la causa de diversas enfermedades en la boca,
como la periodontitis o las manchas en los dientes

 

Manchas la superficie de los dientes

En la superficie de los dientes del fumador se pueden apreciar manchas de tono pardo. Estas manchas están producidas por los efectos de la nicotina y del alquitrán, y su presencia favorece la aparición del molesto sarro en nuestros dientes y perjudica nuestra estética dental. También afectan al tejido gingival dificultando el riego sanguíneo y retrayendo las encías. Los tratamientos que se proponen ante este estado de la boca es la limpieza dental y las revisiones periódicas a nuestro dentista de confianza. Las carillas también pueden ser una solución para los casos más avanzados. 

 

 

Halitosis o mal aliento

El tabaco es capaz de impedir la continua producción de saliva, impidiendo la correcta hidratación bucal y provocando sequedad bucal. El hecho de que en la boca haya menor cantidad de saliva hace más fácil la capacidad de multiplicarse de las bacterias anaerobias, aquellas que viven en lugares sin oxígeno. Son estas bacterias aquellas que producen compuestos volátiles sulfurados, responsables del mal olor bucal.
 

 

Caries dentales

En las personas fumadoras existe una posibilidad más alta de sufrir problemas de caries, ya que el tabaco disminuye el flujo de la saliva. La saliva tiene una función defensiva ante las caries, manteniendo el pH de la boca constante, a la vez que aporta calcio y fosfato, que ayudan en la remineralización del esmalte.

 

 

Enfermedad periodontal

Las más comunes son la gingivitis y la periodontitis. Cuando se fuma, la nicotina produce un efecto vasoconstrictor en las encías, disminuyendo el riego sanguíneo, y con él el oxígeno y los nutrientes.

 

Esta falta de oxígeno y nutrientes produce una pérdida de los tejidos que cumplen función de soporte dental, causando periodontitis.

 

Como se ha producido un efecto vasoconstrictor, las encías no sangran a pesar de su inflación, por lo que se antoja difícil detectar una gingivitis y evitar que ésta pase a ser una periodontitis.

 

Además, en el caso de identificar el problema, el fumador tendría difícil el tratamiento, ya que el tabaco dificulta la capacidad de cicatrizar de las encías.

 

 

 

 

 

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