Braquioplastia: recuperar la firmeza con el lifting de brazos

Escrito por:

Dr. Pierre Nicolau

Cirujano plástico

Publicado el: 07/03/2019
Editado por: Patricia Fernández Ramos


Un lifting es una intervención estética que se realiza con el objetivo de reafirmar y tensar la piel, en este caso de los brazos.

 

Puede recurrirse a este procedimiento por una acumulación de grasa o un aumento del volumen global de la extremidad, entre otras causas. En la mayoría de los casos está vinculado a un aflojamiento importante de la piel debido a la edad o a una importante pérdida de peso.

 

Desarrollo de una intervención de lifting de brazos

El primer paso es realizar una consulta pre operatoria para evaluar la situación junto al cirujano, qué zonas deben ser tratadas, tratamientos asociados a recomendar en función de la cantidad de grasa, su localización y el estado de la piel y de su capacidad de retraerse. Además, se evaluarán los deseos personales del paciente, tales como la disponibilidad horaria, la visibilidad de las cicatrices, zonas que prefiere no modificar, etcétera.

El lifting de brazos es muy popular en personas que presentan flacidez en la zona por el paso del tiempo o por cambios bruscos de peso
 

El cirujano explicará las técnicas de la cirugía y ofrecerá al paciente los documentos sobre la intervención y este podrá hacer todas las preguntas que crea oportunas. En la mayoría de los casos, si el paciente sufre un exceso de grasa bajo el bíceps la liposucción será suficiente.

 

Recuperación tras un lifting de brazos

Una vez finalizada la intervención de lifting de brazos el paciente deberá llevar un apósito. Los cuidados son simples y las complicaciones poco frecuentes, aunque pueden aparecer hematomas, o una mala cicatrización sobre todo en fumadores. Por otra parte, existe un riesgo de infección, aunque, al igual que en los hematomas, es poco común.

 

Las cicatrices de este tipo de intervención son poco visibles, pero hay que tener en cuenta que existe el riesgo de que desarrollen una hipertrofia o una retracción. Para evitar estos riesgos será preciso esperar de 3 semanas a un mes para volver a las actividades cotidianas con normalidad.

 

Pero es importante tener en cuenta que, con el diseño especial del procedimiento quirúrgico desarrollado en nuestra clínica, las cicatrices son apenas visibles, disimuladas en la parte inferior de la parte posterior del brazo, lo que supone una gran mejora en los resultados.

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