Todo lo que debes saber sobre la anomia

Entendemos por anomia a la incapacidad de recuperar los nombres de los conceptos. Podríamos describirlo como un fenómeno que consiste en tener las palabras en la punta de la lengua constantemente.

¿Cuáles son las causas subyacentes de la anomia?

La anomia puede ser causada por múltiples causas: accidente cerebro vascular (ACV), traumatismo craneoencefálico (TCE), un tumor, una demencia…

Cuando contextualizamos la anomia bajo los prismas de las teorías de lenguaje hablamos de que el trasfondo de la misma es una alteración del sistema semántico, léxico fonológico y/o almacén de fonemas.

¿Qué características presentan las personas con anomia?

La sintomatología del cuadro va a depender, principalmente, de la etiología de la anomia, si se da en el contexto de una demencia-deterioro cognitivo o del resto de causas. De entre todas las características observables, a nivel de lenguaje, podemos destacar:

• Discurso disruptivo: Tienden a parar bruscamente sus turnos de habla al no encontrar las palabras que quieren o pueden llegar a rellenar ese silencio bien sea con pausas orales (“mmm…”, “esto…”, “eeeeh”). Si tienen conciencia de pérdida y no controlan la frustración en etapas iniciales (en caso de ser causada por una demencia) pueden llegar a decir algo parecido a “ves, esto es lo que te digo que me pasa… no soy capaz de decir lo que quiero”.
• Silencios: de X segundos hasta llegar a palabra diana o sin conseguirlo.
• Circunloquios: no dirían la palabra en cuestión, pero en determinados casos la explican, la definen o hacen un gesto que las caracterice (si la palabra que buscan fuera “tijeras”, harían el gesto de cortar).
• Composiciones sintácticas o gramaticales incorrectas: Como pasar a otro tema/frase sin terminar el anterior.
• Uso de términos supraordenados/fenómenos de hiperonimia: como sería llamar “pájaro” a una “paloma” por no encontrar la palabra exacta dentro de la categoría que tiene in mente la persona con anomia.

¿Cómo puede la anomia afectar la salud mental y el bienestar de las personas?

En mi experiencia profesional, diría que en lo que más les puede llegar a afectar la anomia a las personas que la padecen es a nivel social.

Las personas con las que he trabajado me transmiten que prefieren estar callados antes que sentir que molestan al resto de personas por los tiempos de respuesta que demandan o por no ser capaces de integrarse en conversaciones de más de dos interlocutores.

¿Existen estrategias eficaces para abordar la anomia?

Como he mencionado previamente, no existen dos anomias iguales por lo que los tratamientos deben ser individualizados. No obstante, la intervención logopédica tendría por objetivos generales actividades dirigidas a trabajar la fluidez verbal, denominación, categorización, evocación, memoria semántica, conciencia fonológica, producción léxica, lenguaje automático y asociaciones entre significados.

Existen múltiples terapias basadas en los procesos alterados (en este caso, nos centraríamos en la rehabilitación de la capacidad semántica y/o del léxico), así como programas que tienen por objetivo desarrollar las habilidades comunicativas y no solo lingüísticas.