Hipertensión en el embarazo

 

¿Qué es la hipertensión en el embarazo?

 

Cuando la tensión aumenta constantemente después del final del segundo trimestre de gestación, esto se denomina hipertensión durante el embarazo.

Es esencial mantener los valores de tensión bajo control, ya que tanto la madre como el bebé pueden sufrir consecuencias desagradables en caso de un trastorno prolongado.

 

Síntomas de hipertensión en el embarazo

 

Los principales síntomas de la hipertensión gestacional son mayormente una disminución de la orina, dolor en el abdomen, hinchazón de los tobillos y la cara, dolor de cabeza, vómitos, fatiga general acompañada en algunos casos por preeclampsia.

 

Diagnóstico de la hipertensión en el embarazo

 

El método de diagnóstico de la hipertensión durante el embarazo se basa en la medición constante de la presión sistólica, que nunca debe superar los 30 mmHg, diastólica (< 15 mmHg) y arterial (< 140 mmHg).

Hipertensión en el embarazo | Top Doctors
La tensión debe controlarse especialmente durante el embarazo, por los problemas que puede provocar en el desarrollo del feto
 

 

¿Cuáles son las causas de la hipertensión en el embarazo?

 

La causa subyacente de la hipertensión en el embarazo aún no se ha aclarado completamente. Por el momento, se ha observado una mayor incidencia en mujeres mayores de 35 años con embarazos anteriores o casos similares en la familia.

La combinación de diferentes factores como el debilitamiento del sistema inmunológico, las anomalías placentarias y una nutrición pobre en calcio, zinc y proteínas desempeña finalmente un papel fundamental en el desarrollo de la enfermedad.

 

¿Se puede prevenir?

 

La prevención resulta esencial para evitar esta enfermedad en la medida de lo posible. Es importante mantener una peso óptimo incluso antes de quedarse embaraza. Por lo tanto, la obesidad o el sobrepeso deben evitarse absolutamente, ya que durante los nueve meses de embarazo el peso tenderá a sufrir cambios fisiológicos, con el riesgo de desarrollar hipertensión.

Mantener un peso adecuado requiere una dieta adecuada, que se consigue evitando los atracones, variando los nutrientes y proporcionando la cantidad adecuada de hidratación bebiendo 2 litros de agua al día.

Fumar y beber alcohol queda completamente prohibido, ya que aumentan hasta 10 veces más las posibilidades de padecer la enfermedad.

Finalmente, un buen hábito en caso de duda clínica será medir la presión arterial cada mes aumentando la frecuencia a cada semana durante los últimos tres meses.

 

Tratamientos para la hipertensión en el embarazo

 

Generalmente, la hipertensión no impide seguir adelante con el embarazo y solo cuando se alcanza la semana 40 el especialista puede decidir inducir el embarazo solamente en casos críticos. El tratamiento consiste en medicación, pero debe valorarse siempre detenidamente, dados los posibles efectos secundarios que puede tener en el futuro bebé, como la mortalidad neonatal o la interrupción del crecimiento. Muy a menudo, se prescribe reposo para aumentar la circulación sanguínea, especialmente en la zona uterino-placentaria.

 

¿A qué especialista dirigirse?

 

El especialista que se encargará de mantener la tensión de las futuras madres bajo control es el ginecólogo.

21-09-2023
Top Doctors

Hipertensión en el embarazo

 

¿Qué es la hipertensión en el embarazo?

 

Cuando la tensión aumenta constantemente después del final del segundo trimestre de gestación, esto se denomina hipertensión durante el embarazo.

Es esencial mantener los valores de tensión bajo control, ya que tanto la madre como el bebé pueden sufrir consecuencias desagradables en caso de un trastorno prolongado.

 

Síntomas de hipertensión en el embarazo

 

Los principales síntomas de la hipertensión gestacional son mayormente una disminución de la orina, dolor en el abdomen, hinchazón de los tobillos y la cara, dolor de cabeza, vómitos, fatiga general acompañada en algunos casos por preeclampsia.

 

Diagnóstico de la hipertensión en el embarazo

 

El método de diagnóstico de la hipertensión durante el embarazo se basa en la medición constante de la presión sistólica, que nunca debe superar los 30 mmHg, diastólica (< 15 mmHg) y arterial (< 140 mmHg).

Hipertensión en el embarazo | Top Doctors
La tensión debe controlarse especialmente durante el embarazo, por los problemas que puede provocar en el desarrollo del feto
 

 

¿Cuáles son las causas de la hipertensión en el embarazo?

 

La causa subyacente de la hipertensión en el embarazo aún no se ha aclarado completamente. Por el momento, se ha observado una mayor incidencia en mujeres mayores de 35 años con embarazos anteriores o casos similares en la familia.

La combinación de diferentes factores como el debilitamiento del sistema inmunológico, las anomalías placentarias y una nutrición pobre en calcio, zinc y proteínas desempeña finalmente un papel fundamental en el desarrollo de la enfermedad.

 

¿Se puede prevenir?

 

La prevención resulta esencial para evitar esta enfermedad en la medida de lo posible. Es importante mantener una peso óptimo incluso antes de quedarse embaraza. Por lo tanto, la obesidad o el sobrepeso deben evitarse absolutamente, ya que durante los nueve meses de embarazo el peso tenderá a sufrir cambios fisiológicos, con el riesgo de desarrollar hipertensión.

Mantener un peso adecuado requiere una dieta adecuada, que se consigue evitando los atracones, variando los nutrientes y proporcionando la cantidad adecuada de hidratación bebiendo 2 litros de agua al día.

Fumar y beber alcohol queda completamente prohibido, ya que aumentan hasta 10 veces más las posibilidades de padecer la enfermedad.

Finalmente, un buen hábito en caso de duda clínica será medir la presión arterial cada mes aumentando la frecuencia a cada semana durante los últimos tres meses.

 

Tratamientos para la hipertensión en el embarazo

 

Generalmente, la hipertensión no impide seguir adelante con el embarazo y solo cuando se alcanza la semana 40 el especialista puede decidir inducir el embarazo solamente en casos críticos. El tratamiento consiste en medicación, pero debe valorarse siempre detenidamente, dados los posibles efectos secundarios que puede tener en el futuro bebé, como la mortalidad neonatal o la interrupción del crecimiento. Muy a menudo, se prescribe reposo para aumentar la circulación sanguínea, especialmente en la zona uterino-placentaria.

 

¿A qué especialista dirigirse?

 

El especialista que se encargará de mantener la tensión de las futuras madres bajo control es el ginecólogo.

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