Lesiones de rodilla en el esquí: factores de riesgo y prevención

Las lesiones de rodilla más comunes asociadas con la práctica del esquí son, de menor a mayor gravedad, las siguientes:

• Contusiones.
• Esguinces.
• Roturas meniscales.
• Fracturas.
• Roturas del ligamento cruzado anterior.

Hay una serie de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de sufrir una lesión de rodilla durante la actividad de esquí, como son la inexperiencia, el bajo estado de forma, el cansancio y la aglomeración de esquiadores.

¿Qué lesiones de rodilla son más frecuentes en esquiadores principiantes en comparación con aquellos con mayor experiencia?

Un esquiador principiante tiene más probabilidad de sufrir una lesión que un experimentado y aún mayor de que su lesión sea meniscal y del ligamento cruzado anterior. La posición sobre los esquíes, así como las caídas recurrentes influyen decisivamente en ello.

¿Cuál es el proceso de diagnóstico de una lesión de rodilla relacionada con el esquí?

En las cercanías de la estación lo más frecuente es realizar una radiografía con el objetivo de descartar una fractura, siendo la más frecuente la de meseta tibial. Una vez el paciente vuelve a su localidad de origen, es evaluado de nuevo y en caso de no remitir su sintomatología se solicitará una resonancia magnética, donde fundamentalmente se valora la patología meniscal y/o ligamentosa.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento para los diferentes tipos de lesiones de rodilla causadas por el esquí?

Las contusiones y los esguinces reciben tratamiento conservador y lo más común es que la sintomatología remita alrededor de las 4 semanas. Las fracturas en el caso de que estén desplazadas precisarán tratamiento quirúrgico, siendo su tiempo de recuperación entre 3 y 6 meses. Tanto las roturas meniscales como las ligamentosas se tratan mediante cirugía artroscópica.

Tras la cirugía, los meniscos tardan en recuperar entre 1 y 2 meses, mientras que el ligamento cruzado anterior supone 6 meses sin práctica de deportes de impacto, aunque a partir de los 2 meses el resto actividades diarias se aproximan a la normalidad previa a la intervención.

Medidas preventivas que los esquiadores pueden tomar para reducir el riesgo de lesiones

Es importante mantener un estado de forma adecuado antes de esquiar. También hay que prestar atención a la atadura de los esquíes y que un experto la optimice con el peso del esquiador, para que salte en caso de caída. Es más que aconsejable pagar unos pocos euros más y comprar el seguro que ofrecen las estaciones y así evitar un gran desembolso en caso de requerir servicio de salvamento en pistas.

Es necesario detenerse unos minutos en un calentamiento previo y por último es imprescindible evitar esquiar cuando uno está más cansado, la nieve se encuentra en peor estado y existe una gran afluencia de gente. Es mejor una retirada prudente que un esfuerzo innecesario que lleve al esquiador directo a mi consulta.