Enfrentando la ansiedad con positividad y calma
Escrito por:La ansiedad, ese estado de inquietud e incertidumbre que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas, puede convertirse en una fuerza poderosa para el autodescubrimiento y el crecimiento personal.
En palabras de Miguel de Unamuno en su obra "El sentimiento trágico de la vida", el sufrimiento nos conecta con nuestra propia conciencia, nos hace conscientes de nosotros mismos.
¿Cómo podemos afrontar la ansiedad de manera constructiva?
Unamuno nos enseña que enfrentar la ansiedad implica un encuentro íntimo con nuestra propia esencia, una intimidad dolorosa nacida de la ansiedad misma. Este enfrentamiento nos permite conquistar la calma deseada después de un esfuerzo genuino y querido. En medio de la tormenta, cuando la ansiedad alcanza su punto máximo, surge la calma, un estado positivo de ánimo que nos permite tomar control de nuestra vida.
El sosiego, ese estado de paz interior tan anhelado, no se obtiene fácilmente. Es algo que debemos conquistar y ganar. Cada brote de ansiedad fortalece nuestra intimidad y nos impulsa a buscar la serenidad. Incluso en las situaciones más apremiantes, tenemos la capacidad de calmarnos a nosotros mismos mediante un esfuerzo enérgico. El sosiego es la autenticidad que surge de la alteración y el enajenamiento.
La ansiedad, lejos de ser un enemigo, se convierte en un compañero de viaje en nuestro camino hacia la autorrealización. Nos enfrentamos a la dicotomía entre los valores conscientes, externos a nosotros, y los valores inconscientes, internos y personales.
¿Cómo resolvemos esta dualidad?
Con una calma jovial, una serenidad que creamos valientemente en medio de la angustia y la prisa. Esta calma, como afirma Ortega y Gasset, nos humaniza, superando la ansiedad y otorgándole orden.
Frente a la puerta de la ansiedad, debemos ser dueños de nosotros mismos para encontrar la verdadera felicidad. El dominio sobre las circunstancias externas es efímero, pero ser dueño de uno mismo perdura en el tiempo. La ansiedad nos obliga a pasar a la acción con una mente serena y a hacer una crítica reflexiva de la fuerza que nos invade.
Sin embargo, esta calma activa y positiva debe ser cuidadosamente mantenida. Si no lo hacemos, puede degenerar en conformismo, al igual que la ansiedad puede convertirse en manía o pavor. Debemos seguir siendo dueños de nosotros mismos para alcanzar la tranquilidad duradera.
¿Es posible vivir sin perturbaciones ni dolor? Creemos que no. ¿Es posible interpretar la ansiedad de manera positiva, activa y afirmativa a través de la tranquilidad y la calma? Creemos que sí. En última instancia, enfrentar la ansiedad con positividad y calma nos permite transformarla en una fuerza motriz para el autodescubrimiento y la realización personal.
Bibliografía
- De Unamuno, M. (1986). Del sentimiento trágico de la vida. En los hombres y el los pueblos. Alianza Editorial.
- Marias, J. (1957) Ataraxia y Alcionismo. Instituto Ibys.
- Ortega y Gasset, J. (1983). Bajo el signo de la calma. Obras Completas. T.VII. 23-24. Alianza Editorial.