Los mocos de los niños y la leche de vaca

Madres y padres, es cierto... Los pediatras todavía nos quedamos muy sorprendidos cuando en ocasiones nos encontramos con alguna familia que nos confiesa que ha dejado de darle leche de vaca y derivados a sus hijos para evitar que tengan mocos, que tengan resfriados, bronquitis, asma…

Esta leyenda empezó a escucharse en el ámbito de la medicina tradicional china, aunque deberíais saber que, a día de hoy, no se ha encontrado ninguna evidencia científica de que la leche favorezca la aparición o la producción de mucosidades e inflamación de las vías respiratorias del niño.

La primera infancia es la época de la vida en la que se toma más leche, aunque también es la primera época en la que los menores entran en contacto con distintos virus con la capacidad para originar una infección en las vías respiratorias y lo que implica: mocos, resfriado, bronquitis… Pero esto no es motivo suficiente para relacionar ambas cosas y terminar haciéndole una dieta exclusiva al niño.

Cabe recordar que, uno de los mayores saltos en la evolución del ser humano se dio cuando, hace unos millones de años, se aprendió a domesticar a mamíferos incorporando su leche a la dieta.

Es obvio que la leche de vaca no es el único alimento rico en calcio, pero tomarlo es importantísimo en los primeros años de vida, y a no solo por el calcio que aporta, sino por los nutrientes como la lactosa o la vitamina D, que favorecen la absorción de calcio. Así, el consumo de leche de vaca y sus derivados mejoran la calidad de la dieta, gracias a su aporte de magnesio, vitaminas A y D y de calcio, entre otros nutrientes.

¿Cuánta cantidad de leche o de sus productos derivados es recomendable?

En primer lugar, debe saberse como se consideran las raciones:

• Una ración de leche: entre 200 y 250 ml
   
• Una ración de yogurt: 125 ml
   
• Una ración de queso curado: entre 40 y 50 gramos
   

Así pues, a partir de un año se recomienda tomar entre dos y cuatro raciones, entre los tres y los diez años de dos a tres raciones, y una vez superados los diez años, entre tres y cuatro raciones.

Las bebidas vegetales

Las bebidas de origen vegetal, como por ejemplo pueden ser las de arroz o las de soja no llevan leche, así que no aportan sus nutrientes.
 

Estas bebidas de origen vegetal no deben sustituir a la leche de caca como una fuente de calcio, ya que este permite desarrollar correctamente el metabolismo de os huesos durante las etapas de crecimiento.
 

Por lo tanto, como conclusión se puede destacar que:
 

• La leche de vaca no causa mocos, resfriados, asma o bronquitis
   
• La leche de vaca no causa mocos, resfriados, bronquitis o asma.
   
• LA LECHE DE VACA NO CAUSA MOCOS, RESFRIADOS, BRONQUITIS O ASMA