La importancia de tratar con ortopedia los casos de prognatismo mandibular clase III en niños

Escrito por: Dra.Prof. María Dolores Cotrina Peregrín
Publicado:
Editado por: Margarita Marquès

Las clases III óseas son definidas como una alteración en la relación sagital (de perfil) de los maxilares, ya sea producido por un desproporcionado crecimiento hacia delante de la mandíbula o por un deficiente crecimiento del maxilar superior. También puede ser una combinación de las anteriores.

 

Cuando es producida por una hipoplasia, o pequeño desarrollo del maxilar superior, ésta suele ser tanto en sentido sagital como transversal (frontal, “de ancho”), derivando en una asimetría facial con desviación mandibular.

 

A nivel estético en sentido sagital solemos ver el tercio medio de la cara (zona de maxilar superior y pómulos) metido hacia dentro y la mandíbula adelantada con un perfil cóncavo.

 

Es muy importante detectar cuanto antes la clase III para actuar
en el crecimiento maxilar, realizando la disyunción del mismo

 

¿Por qué es importante tratar estos casos con ortopedia en niños? ¿Puede prevenir la necesidad de tratamiento quirúrgico a edades adultas?

Es muy importante detectar cuanto antes la clase III para actuar en el crecimiento maxilar, realizando la disyunción del mismo. Ésta consiste en expandir el maxilar superior y aprovechar la desarticulación de las suturas circunmaxilares y del paladar para avanzar el maxilar superior con una máscara facial. Esta máscara debe ser utilizada por el paciente para dormir y se conecta al disyuntor mediante unas gomas o elásticos extraorales.

 

La arcada inferior suele estar compensada, disimulando el problema de base con una inclinación hacia dentro en la zona posterior y hacia atrás en la anterior de todos los dientes inferiores. Por esto muchas veces tenemos que enderezar dichos dientes para solucionar de forma correcta el problema transversal y sagital del maxilar superior y también para colocar los dientes inferiores en su posición correcta respecto a su hueso quedando más protegidos.

 

Gracias a este tratamiento de primera fase podremos, en muchos casos, evitar la cirugía en el adulto. Y en el caso de que siguiera creciendo la mandíbula y hubiera que operar al paciente, se reduciría la complejidad de la misma gracias a esta primera fase. Además, es importante tratar al paciente de forma temprana, ya que dejarlo para la edad adulta puede tener cargas emocionales y psicológicas graves. En cualquier caso, la edad óptima para tratar las clases III es en edades tempranas de 5 o 6 años hasta los 14 años en las niñas y 17 en los niños aproximadamente.

 

¿En adultos también puede hacerse o ya es demasiado tarde?

En los adultos se puede camuflar el problema de la clase III, tratando ambas arcadas e incluso se puede expandir mediante disyunción ósea y avanzar el maxilar superior, siempre y cuando las suturas no estén totalmente fusionadas.

 

Si lo estuvieran, tendríamos que ayudarnos de cirugía previamente para abrir la sutura.

 

En ambos casos necesitaríamos colocar microtornillos anclados al hueso y no siempre habría que expandir el maxilar previo a su avance.

 

Si el adulto tiene una edad avanzada y un prognatismo mandibular o hipoplasia maxilar acentuada la solución ideal sería cirugía (cirugía ortognática).

 

¿Qué tipo de ortopedia se debe usar en niños?

En niños solemos utilizar un disyuntor y máscara facial. En los casos en los que las suturas estén más maduras, que suelen coincidir con la adolescencia, nos ayudamos de microtornillos anclando el disyuntor al paladar o colocando microimplantes en la arcada superior y en la inferior.

 

¿Cuánto tiempo debe usarlo?

Se realizará la disyunción durante 1 mes (a veces utilizamos una técnica que dura un poco más). Después se mantiene el disyuntor al que se le añade la máscara facial para traccionar el maxilar superior hacia delante durante un año aproximadamente o a veces menos.

 

¿Deberá volver a recibir tratamiento en un futuro o los resultados con la ortopedia son definitivos?

Los resultados obtenidos de una primera fase no son definitivos ni podemos asegurar que no necesite tratamiento de segunda fase, porque hasta que la mandíbula no termine de crecer no podemos predecir lo que genéticamente va a avanzar.

 

Por lo tanto, tras un tratamiento de primera fase nuestro paciente deberá pasar a una fase de espera en la que vamos a vigilar su crecimiento, ya que este no termina hasta los 14 años en la mujer y los 18 años en el hombre. Por ello siempre decimos que hasta que no termine el crecimiento no sabemos si nuestros pacientes necesitarán cirugía o no, pero si, en el peor de los casos la necesitase, sería menos complicada.

 

En algunos casos en los que después de la primera fase sigue creciendo la mandíbula, pero de forma leve se camuflar con un tratamiento de segunda fase disimulando la clase III esquelética, moviendo ambas arcadas con la ayuda normalmente de dispositivos auxiliares entre ellos microtornillos.

 

Lo fundamental es acudir a la consulta del especialista en Odontología para que pueda hacer una valoración de cada caso en particular.

*Перевод с переводчиком Google. Мы приносим извинения за любые несовершенства

Por Dra.Prof. María Dolores Cotrina Peregrín
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