¿Por qué se realiza?
Aunque las ondas de choque tienen múltiples beneficios terapéuticos, este tipo de tratamientos se utiliza, principalmente, para tratamientos de enfermedades que precisan una regeneración de los tejidos.
Así, las propiedades terapéuticas de las ondas de choque son la nueva creación de nuevos vasos sanguíneos, la producción de colágeno, eliminación de los puntos gatillo, eliminación de la calcificación y tratamiento de las inflamaciones crónicas.
Entre los más recurridos, están el tratamiento del dolor, como el del dolor de hombro o de cadera, las calcificaciones, la fascitis plantar, la tendinopatía crónica o la rodilla de saltador.
¿En qué consiste?
La aplicación de ondas de choque es un tratamiento sencillo y mínimamente invasivo. La sesión constará de 3 fases:
- Primero, el especialista palpará para localizar con mayor precisión la zona a tratar con ondas de choque.
- A continuación, se aplicará gel en la zona para permitir el paso de las ondas de choque de forma más eficiente.
- Por último, se emplea el aplicador de ondas de choque en la zona. Se trata de una aparatología mediante la cual el especialista deberá presionar y aplicar las ondas manualmente.
Normalmente, los tratamientos de ondas de choque requieren de 3 a 5 sesiones, que se realizarían con unos días de diferencia, entre 3 y 10 días, en función de la tolerancia y respuesta de cada paciente. Aun así, la mejoría del dolor empieza desde la primera sesión.
Preparación para las ondas de choque
Las ondas de choque no requieren de una preparación especial por parte del paciente, ya que no es un tratamiento invasivo ni se requiere ningún tipo de anestesia.
Cuidados tras la intervención
Después de las sesiones de ondas de choque, se recomienda a los pacientes que eviten practicar ejercicio físico durante las siguientes 48 horas, especialmente aquel que afecte o involucre a la zona tratada.
Algunas personas pueden presentar ligeros dolores tras la sesión, que remite en un lapso de 2 a 4 horas.
Alternativas a este tratamiento
Además de las ondas de choque, existen otras terapias indicadas para el tratamiento del dolor crónico, algunas de ellas como la acupuntura, las infiltraciones de ácido hialurónico, de plasma rico en plaquetas, la aplicación de calor o frío, o la hidroterapia, entre otros.