Repaso histórico de las prótesis odontológicas

Los dentistas acostumbran a decir que “la prótesis representa el fracaso de la Odontología”, en el sentido de que es necesaria la prótesis para sustituir elementos que debieron de ser conservados. Toda extracción de una pieza dentaria representa una mutilación y para evitarla deberían ser suficientes los recursos de Odontología profiláctica o protectora, conservadora y Ortodoncia.

La realidad es que muchas piezas dentarias deben de ser extraídas, sea porque el paciente llega tarde a presentar su caso, sea porque las condiciones socioeconómicas de la Odontología obligan a la mutilación como único tratamiento posible para amplias capas de la población. La prótesis viene a representar la sustitución artificial de los elementos dentarios perdidos.

Este intento de sustitución se ha realizado desde muy antiguo: se han encontrado prótesis elementales en momias egipcias, existen dentaduras artificiales en la Edad Media europea. Se hacían entonces de hueso o de marfil, tallando cuidadosamente en bloque el soporte que debía de adaptarse a los tejidos blandos y al mismo tiempo a los dientes. Tales dentaduras debían constituir verdaderos aparatos de suplicio y sólo se comprende su uso para paliar el mal efecto estético de la ausencia de dientes.

En el siglo pasado aún los dentistas compraban a jóvenes sus dientes para usarlos después en dentaduras postizas. Es difícil de imaginar qué condiciones sociales podían existir para que alguien llegara a vender por dinero sus propios dientes y otro llegara a comprarlos cambiando órganos sanos por unas cuantas monedas.

En la caricatura adjunta se ven todos los estereotipos del dentista de finales del XVIII, principios del XIX. Un salón dedicado a la clase pudiente de París, en la pared certificados y títulos, los pacientes, maduros y ataviados a la moda, comentando sus necesidades estéticas, uno de ellos comprobando en el espejo el resultado de su adquisición, el Doctor haciendo una extracción sin anestesia, a la izquierda del cuadro dos jóvenes contando las pocas monedas que les han dado a cambio de sus dientes.

Los primeros dientes artificiales que fueron prácticos se construyeron en porcelana y este adelanto, junto con el inicio de la toma de impresiones en cera de los maxilares del paciente a fin de obtener un modelo en yeso que reprodujera las formas del interior de la boca, a las que habían de adaptarse los dientes postizos, mejoraron considerablemente los resultados obtenidos.

El desarrollo de la Odontología protésica ha estado condicionado a los adelantos técnicos, a la aparición de nuevos materiales y nuevos instrumentos, que han permitido realizar más precisamente y con mejores resultados los trabajos de reposición dentaria.