La sobrecarga, el estrés y el mundo laboral

Vivimos momentos estresantes estos días. Temores propios y ajenos ocupan nuestra mente. Además, de minar la confianza del más seguro de sí mismo. También nos salpican las preocupaciones y miedos de nuestros seres queridos y la empatía hace que también suframos por ellos. Hay muchos campos, aspectos y ejemplos a tratar. Hoy elegiré un tema que, en mi humilde opinión, está causando estragos importantes en la salud y la vida de muchas personas. Me refiero a aquellas personas que, a pesar de ser de las afortunadas, porque disfrutan de un empleo. Actualmente, uno de los bienes más preciados en la sociedad. Sufren de estrés y, en algún caso, llegan al extremo del conocido como “síndrome de burnout”.
 

¿Qué hacer si nos estamos quemando? ¿Cómo frenarlo? ¿Cómo hacer frente al día a día? ¿Cómo conseguir nuestros objetivos y metas? ¿Cómo organizarse el tiempo? ¿Cómo relacionarse con superiores, colegas, subordinados sin perder los estribos, sin sentirnos inútiles o ineficaces? ¿Cómo reaccionar a un posible cierre de la empresa, una reducción del personal o una pérdida de productividad? Como habréis observado, esa colección de preguntas abarca muchos aspectos del mundo laboral, además de a un público muy amplio. También, sobre cómo hacemos frente a los éxitos o las dificultades en cada momento. Siendo aquí clave nuestra actitud, tanto interna como externa. Así como si somos hombre o mujer.
 

Seguramente, habré olvidado alguna situación. Mis disculpas, si no te has sentido reflejado en estas líneas. Pero, igual que existe el dicho: “Cada persona es un mundo”. Me siento incapaz de citarlos todos. Así que repito: mis más sinceras y humildes disculpas.
 

La solución que te doy es invitarte a escribirme un correo electrónico que refleje tu situación, tu estado de ánimo, tus expectativas y todo aquello que pienses me será útil para redefinir la dirección de tu situación vital.

Lo primero que te recomendaré es que te plantees tu puesto de trabajo como una vacante en tu empresa. Aclararé este punto: imagínate que alguien, tú mismo cuando empezaste, vas a ocupar el cargo que hoy ocupas. Párate a pensar:

• ¿Cuál es la función o funciones primordiales por las que te contrataron?
• ¿Has mejorado tu rendimiento?
• ¿Te has reciclado?
• ¿Has añadido nuevos conocimientos y habilidades que enriquezcan el resultado que se espera de ti?
• ¿Qué has aportado a tu departamento?
• ¿Qué has aportado a la empresa?
• ¿Estás motivado?
• ¿Te sientes capacitado para ejercer tu labor?
• ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
• ¿Cuáles son aquellos aspectos de tu mundo laboral que más rechazo te producen?
• ¿Trabajas solo o en equipo?
• ¿Estás involucrado con el proyecto de tu empresa?

Todas estas preguntas y muchas más son pistas con las que trabajaríamos para que te conviertas en trabajador óptimo. La excelencia tiene que ser una máxima para ti como persona en esta vida.
 

No te preguntes, ¿qué hacen ellos por mí? Dale la vuelta a la tortilla: ¿Y yo que puedo hacer por mi empresa? Quizás, puedas aumentar el rendimiento, cambiar de óptica cuando realices alguna tarea. El punto de vista se ve demasiadas veces contaminado por las emociones, las frustraciones y los miedos. Plantéatelo como si le estuviera ocurriendo a otra persona. Crea un personaje, recuerda a Clark Kent, un periodista, que después salvaba el mundo o a Lara Craft en Tomb Raider. Crea un personaje al que le estén sucediendo tus vivencias e imagínate como resolverían las distintas situaciones los guionistas.

La Psicología Activa y el Coaching Vital son herramientas prácticas al servicio del usuario, el nuevo ingrediente que te invito a probar gratis durante una semana completa consiste en ayudarte a solucionar y resolver esos aspectos de tu vida laboral, que están provocando que te sientas inseguro, que los temores te asalten en el peor momento, que tus resultados y lo que se espera de ti no sea tan brillante como querrías.

Este nuevo ingrediente, que hemos desarrollado, ha permitido a muchas personas alcanzar un estado de paz y de tranquilidad interior mediante los que hacer frente con otro espíritu a su situación actual: mejorándola, estabilizándola y creando un mundo de expectativas positivas, antes inimaginables.

No te voy a proporcionar el poder de volar, pero si suficientes herramientas prácticas, eficaces, útiles y realistas para que tu situación actual mejore notablemente. Una semana es lo que te pido. Sé que te pido un voto de confianza, pero cuando Superman se echó por primera vez a volar, tuvo que hacer eso confiar. Clark Kent tuvo que eliminar de su conciencia todo aquello que le decía que aquello sería imposible.