La lesión más común de este hueso es la fractura de húmero. Representa el 5% de las fracturas en la población adulta y afecta mayoritariamente a ancianos y jóvenes.
¿Qué es la fractura de húmero?
El húmero es el hueso más largo de la extremidad superior, el brazo. Se articula, en la parte superior, con la escápula por medio del hombro y con el cúbito y el radio por medio de la articulación del codo en el extremo inferior. La lesión más común de este hueso es la fractura de húmero. Representa el 5% de las fracturas en la población adulta y afecta mayoritariamente a ancianos y jóvenes. Las rotura del húmero se clasifica por la zona fracturada: el extremo superior, el eje, o el extremo inferior.
Pronóstico de la enfermedad
El grado de recuperación y el plazo de este podrá variar en función de las siguientes variables:
Edad del paciente: una vez superados los 45 años el riesgo de limitación a la abducción es progresivo.
La fuerza de la contusión muscular, en especial el músculo deltoides.
El grado de cooperación y comprensión del paciente.
También existen factores que ralentizan la recuperación tras una fractura de húmero:
Una rehabilitación inadecuada.
Superados los 45 o 50 años se hace más difícil la rehabilitación.
Desarrollo deficiente de la musculatura.
La obesidad.
Arrancamiento óseo con desplazamiento del fragmento.
Tardar demasiado tiempo en realizar un diagnóstico correcto.
Síntomas de la fractura de húmero
Los pacientes con fractura del húmero suelen presentar dolor, tumefacción, edema o hematoma y crepitación sobre el hombro lesionado y el brazo. Los síntomas suelen aparecer de forma inmediata porque a menudo se produce un fuerte chasquido o crujido que indican que el paciente se ha roto el brazo. Además existen otros signos y síntomas que incluyen:
Dolor severo que aumenta con el movimiento del brazo.
Hinchazón.
Hematomas.
Deformidad del brazo o la muñeca.
Incapacidad para poder dar la vuelta al brazo.
En los casos en que el dolor supere el umbral de la normalidad y no se pueda utilizar correctamente, el paciente deberá consultar inmediatamente con un médico. Es más, el retraso en el diagnóstico y tratamiento de una fractura en el brazo pueden derivar en una mala cicatrización.
Pruebas médicas para la fractura de húmero
Para diagnosticar la fractura de húmero se utilizan rayos X. Gracias a esta prueba también se puede determinar el alcance de la lesión, localizar el lugar exacto de la fractura y saber si la lesión ha afectado a alguna articulación cercana.
En algunos casos, el médico también puede solicitar la realización de una tomografía axial computarizada (TAC) que permitirá determinar el grado de conminución, descartar las fracturas asociadas de la glenoides y establecer la angulación y el desplazamiento entre los fragmentos, lo que influirá en la decisión terapéutica.
¿Se puede prevenir?
Existen algunas actividades físicas o ciertas condiciones médicas que pueden aumentar los riesgos de sufrir una fractura en el húmero. Practicar una serie de deportes como: baloncesto, rugby, lucha, fútbol, hockey, snowboarding o esquí, pueden ser factores de riesgo a la hora de sufrir una fractura de húmero. A su vez la osteoporosis, una enfermedad que provoca que los huesos se debiliten, incluso una caída desde poca distancia pueden ocasionar la fractura de húmero.
Tratamientos para la fractura de húmero
Existen diferentes tratamientos para la fractura de húmero. Estos dependen del tipo de fractura, a continuación se presentan todos los tratamientos posibles:
Ajuste del hueso: en los casos de que se presente una fractura desplazada, el especialista tendrá que manipular las diferentes partes del húmero para colocarlas en su posición correcta. El paciente puede necesitar un relajante muscular, un sedante o anestesia general si el dolor y la inflamación se hacen insoportables.
Inmovilización: también es posible que el paciente necesite utilizar una férula, cabestrillo, refuerzo o yeso, con tal de inmovilizar el hueso roto y asegurar de esta forma su curación. El tiempo de inmovilización puede variar según la gravedad de la lesión, pero aproximadamente se sitúa entre 3 a 10 semanas.
Medicamentos: el especialista puede recetar algún analgésico con el objetivo de reducir el dolor y la inflamación.
Terapia: es importante iniciar la rehabilitación con algún movimiento para minimizar la rigidez del brazo, la mano y el hombro mientras permanece el yeso o el cabestrillo. Tras retirar esta protección, el especialista puede recomendar ejercicios extras para recuperar la fuerza muscular, el movimiento articular y la flexibilidad.
Cirugía: la cirugía es necesaria en algunos casos para estabilizar las fracturas. Los dispositivos de fijación como: alambres, placas, clavos o tornillos, puede que se necesiten para mantener la posición adecuada de los huesos durante la cicatrización. El riesgo de complicaciones es bajo, pero estas pueden derivar en infecciones y ausencia de cicatrización ósea.
¿Qué especialista lo trata?
El traumatólogo es el especialista que trata la fractura de húmero. Desde Top Doctors ofrecemos el mejor cuadro médico que se adapta a tu situación y te facilita el especialista más próximo a su localización.
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